Algunos comerciantes de Barcelona, estado Anzoátegui, consideran que la suspensión del esquema 7+7, por parte del Ejecutivo nacional, les será de gran ayuda tras casi dos años en los que no han podido trabajar de manera idónea por las restricciones impuestas para prevenir contagios de COVID-19.
Juan Ugas, encargado de una ferretería en Barcelona, calificó como positivo que se continúe con la flexibilización, a su juicio, esto permitirá que la mayoría de vendedores, independientemente del rubro, nivelen sus cuentas, siempre que el ritmo de ventas comience a elevarse.
“Ciertamente es un dolor de cabeza menos el tema de la cuarentena. Sin embargo, eso no quiere decir que aumenten las compras. La situación económica sigue siendo dura para todos y la comida se mantiene como la prioridad de la población”, acotó.
Por su parte, Gustavo Guerra, trabajador de una tienda de ropa, también en la capital anzoatiguense, coincidió con Ugas en que lo anunciado por el Ejecutivo nacional es apenas un primer paso para la recuperación del comercio, pero lo siguiente debe ser la adopción de medidas en materia de economía.
“De alguna forma se tiene que ir recuperando el poder adquisitivo del ciudadano. Muchos se dejan llevar por el espejismo visto en diciembre, donde el centro de veía ‘full’ en las últimas semanas. Pero si todos hubiesen tenido la capacidad de comprar, ni siquiera se habría podido caminar”, señaló.
Fuente: El Tiempo