La demanda nacional de gasolina está en picada como consecuencia de la disminución del poder adquisitivo, aseguraron fuentes del sector que solicitaron guardar sus nombres en reserva. «Respecto a 2020, el consumo del carburante en el país se desplomó de 200.000 a 140.000 barriles al día, aunque hay observadores menos optimistas y calculan una caída a 120.000 barriles al día», sostuvo uno de los expertos.
Precisó que con la reducción del consumo ha bajado también el déficit de la oferta de gasolina en el mercado interno de derivados de hidrocarburos de 40% a 25% entre 2020 y 2021.
Otro consultado refirió que el desabastecimiento agudo del combustible se ha aplanado en los últimos meses debido a que las refinerías venezolanas están produciendo «un poquito más de gasolina, lo cual es un alivio”.
Indicó que “de no ocurrir paralizaciones en las plantas de refinación, a fines de año o en enero de 2022 no habría colas de vehículos, sobre todo en Caracas”.
Destacó que la administración de Nicolás Maduro no ha importado más gasolina de Irán.
Concesionarios de estaciones de servicio en la capital señalaron que las colas de vehículos se mantienen largas, aunque fluidas en los expendios que despachan gasolina al precio subsidiado de 5.000 bolívares el litro.
Varias bombas caraqueñas subsidiadas también adoptaron el sistema de 24 horas de atención al público, así como las gasolineras que venden el carburante a 0,50 dólares el litro.
«Las estaciones de servicio dolarizadas no presentan largas colas en Caracas y en otras ciudades del interior como Valencia, Puerto La Cruz y Punto Fijo, entre otras», dijo un concesionario.
Pasajeros que contrataron el servicio de taxi desde Puerto Ordaz a Caracas -pagando cada uno 170 dólares por el viaje- narraron que en el trayecto se detuvieron un par de veces a repostar gasolina en expendios dolarizados y allí «prácticamente no hicimos cola».
Las fuentes revelaron que cada vez más conductores estiran el uso del cupo mensual de combustible a precio subsidiado.
«La razón de esta conducta en el consumidor se debe a que es muy caro llenar el tanque con combustible a precio internacional», dijo un consultado.
«El año pasado no pesaba tanto comprar gasolina dolarizada. Ahora, con el dólar subiendo -y bastante- a cada rato se hace muy costoso llenar el tanque», expresó un conductor en una cola ante una bomba subsidiada en San Bernardino.
Otro usuario aseveró: “Aunque gano 250 dólares al mes, comprar gasolina a precio internacional sale carísimo y descompensa el presupuesto familiar para otros gastos como la comida, el colegio de los chamos y el condominio».
Las fuentes indicaron que, pese a que la cuarentena se ha relajado incluso en las semanas radicales, el ritmo y las distancias de los desplazamientos en los carros particulares ha bajado mucho. «La gente usa el carro para lo más necesario y los paseos y turismo están quedando en el pasado», afirmó un consultado.