Tal y como se esperaba, el fin de semana hubo movimientos de fichas entre los equipos de las Grandes Ligas. Los que pelean por un puesto en la Postemporada reforzaron sus filas, mientras que los equipos vendedores ahora tienen mayor profundidad en sus granjas, de cara a lo que será el futuro.
Así, como adelantábamos hace algunos días en HispanoPost, durante estos días se produjeron dos cambios que involucraron a jugadores de los que avisábamos podrían estar saliendo de sus equipos. Por un lado está el caso del lanzador dominicano Luis Castillo, que salió de Cincinnati para incorporarse a los Marineros; mientras que por el otro, aparece David Peralta uniéndose a los Rays de Tampa Bay.
Los floridanos están bastante lejos del liderato, en la división este de la Liga Americana; pero cómo no, con la descomunal temporada de los Yankees de Nueva York, que aventajan al segundo lugar en 11.5 juegos. Tampa Bay marcha tercero (14.5 juegos), pero empata el segundo puesto de comodín con –precisamente– los Marineros de Seattle, y a solo tres del primero que está en poder de los Azulejos.
Peralta, de 34 años, es un bateador zurdo, por lo que su llegada a los Rays es ideal para dar mayor equipo a la alineación; ya que es del gusto del mánager, Kevin Cash, ir alternando en la ofensiva a diestros y siniestros, con la intención de complicar a los lanzadores.
El venezolano posee un Bate de Plata (2018) y un Guante de Oro (2019), que le sirven como aval de que puede ofrecerle a un equipo el paquete completo. Aunque su producción ha decaído un poco en tiempos recientes, esto también puede ser motivado por la debacle en la que estaban los D-Backs las últimas temporadas.
Sin embargo, es pertinente recordar que David es un potencial bateador de 30 cuadrangulares (lo hizo en 2018), que puede producir cerca de 90 carreras al año e incluso, en lo que al promedio se refiere, puede ligar entre los 270 y los 300 puntos, si está en una alineación que le permita ver buenos pitcheos.
Asimismo, el valenciano proyecta entre 25 y 30 dobles por años –en 2022 ya suma 19 batazos de dos bases–, por lo que es un bateador ideal para mantenerlo en el medio de la alineación, como quinto o sexto en el orden.
“Él tiene un historial de buen desempeño ofensivo, algo que nos gusta. Pensamos que es alguien que puede dar estabilidad a nuestra alineación. Defiende bien, es un pelotero completo… creo que aportará de inmediato un buen equilibrio a nuestro equipo”, destacó Peter Bendix, gerente general de los Rays.
Dominio para el pitcheo de los Marineros
Por otro lado, volviendo a Luis Castillo y su arribo a Seattle, el quisqueyano llevaba tiempo sonando como una pieza que los Rojos estarían colocando en el mercado, para obtener algo de talento joven para construir un futuro más prometedor.
A este derecho, de 29 años, todavía le queda un año de control contractual, en el que podrá acudir al arbitraje salarial si fuera necesario. A lo largo de su carrera, se ha establecido como un lanzador de dominio, algo que quizás no se refleje en su récord vitalicio, al haber estado en un equipo perdedor.
Aunque su foja está en números negativos –44 ganados y 53 perdidos–, su efectividad como grandeliga, habiendo debutado en 2017, es de 3.62; mientras que su whip es de 1.20 y los contrarios le batean para .227 de promedio.
Esta temporada, ‘La Piedra’ tiene récord de 4-4, con efectividad de 2.86 en 85 entradas lanzadas. El serpentinero suma 14 presentaciones, todas como abridor, de las cuales diez han cumplido con los requisitos mínimos para ser considerada de calidad.
A su vez, en seis oportunidades ha trabajado por más de seis innings, tolerando una o menos carreras, como una clara muestra del dominio que posee.
Con los Marineros de Seattle metidos en la pelea, en busca de llegar a sus primeros playoffs desde el año 2001, Castillo llega a una rotación que estaba realmente urgida de ser reforzada. Vale recordar que, Robbie Ray –actual premio Cy Young de la Liga Americana– llegó como agente libre, luego de un gran año con los Azulejos, para liderar este cuerpo de lanzadores.
Sin embargo, el zurdo no ha podido encontrarse, y aunque posee un récord nivelado de ocho victorias y ocho reveses, su efectividad está en 4.11, ha recibido 21 cuadrangulares y regalado 42 pasaportes, ubicándose entre los números más altos del joven circuito.
Logan Gilbert, en su segundo año en la Gran Carpa, es el que mejor se ha visto en la lomita para los Marineros, con 2.78 de efectividad y foja de 10-4. Los otros tres abridores tienen números negativos y efectividad por encima de los 3.50; Chris Flexen (7-8, 3.73) Marco Gonzales (6-10, 3.66) y el novato George Kirby (2-3, 3.56).
Por tal motivo, es tan crucial la llegada del dominicano, que bien pudiera liderar –de la mano con Gilbert– a esta maltrecha rotación, para ayudar al equipo a inscribirse como uno de los clasificados a los Playoffs.
Castillo cuenta con un buen repertorio, encabezado por una sólida recta que camina sobre las 97 millas por hora; no en vano, se ganó el apodo de ‘La Piedra’. Además, posee un cambio de velocidad que viaja en torno a las 88 millas, que combina con el sinker (97 mph) y un buen slider (87 mph).
En Seattle, también se reencontrara con sus ex compañeros, el venezolano Eugenio Suárez y el jardinero Jesse Winker, cambiados por Cincinnati antes de comenzar la temporada.