Este 31 de diciembre, vecinos de un edificio en Candelaria, Caracas, recibieron 2024 en medio de una gran angustia: una residente adulta mayor con demencia senil y que vive sola había saludo de su casa en piyama y se desconocía su paradero.
«La señora Lourdes apareció el primero de enero en Petare, luego de ser rescatada por Polisucre. En el edificio hay varios ancianos que viven solos y los vecinos velamos por ellos porque no reciben apoyo de sus familias», contó una vecina.
Luis Cano, coordinador del Frente en Defensa de los Pensionados y Jubilados, aseguró que situaciones como la anterior «se han vuelto cotidianas», debido a la indefensión del adulto mayor en Venezuela como consecuencia del descuido del Estado hacia esa población, la cual supera 5,5 millones de personas.
«La gran mayoría de los adultos mayores que está en Venezuela tiene a su familia afuera y, para mayor complicación, muchos no cuentan con el apoyo económico y logístico de sus parientes dentro y fuera del país», alertó.
El dirigente social deploró la actitud del gobierno de Nicolás Maduro de desatender a estos venezolanos, condenándolos a una muerte anticipada por el monto muy bajo de las pensiones que no alcanza para cubrir las necesidades más básicas de alimentación y salud.
«Estamos hablando de una crisis humanitaria compleja que depaupera la calidad de vida», insistió.
Envejecer en soledad
Cano citó el estudio de la asociación civil Convite correspondiente a 2022 sobre Envejecimiento Poblacional de Venezuela.
Dicha encuesta revela que entre 600.000 y 700.000 adultos mayores están completamente solos y, junto con el resto de esa población, trata de sobrevivir incluso sin la ayuda de sus familiares.
«Una pensión y un bono de guerra económica de 130 y 700 bolívares mensuales -equivalentes a 3,4 y 19,4 dólares- no cubre el gasto mínimo de alimentación y medicinas», sostuvo Cano.
Destacó que las carencias económicas, sociales y afectivas ocasionan en los adultos mayores estrés y depresión que degeneran en enfermedades mentales.
Dicha condición, explicó Cano, es evidente cada más en ancianos deambulando por las calles, perdidos y hablando solos.
Según el estudio de Convite, en 2022 menos de 3% de los adultos mayores contaba con una póliza de seguro médico asistencial, por lo que la mayoría de los ancianos debe acudir al deficiente sistema público de salud.
Cano refirió que excepto el Hospital de Lidice, los centros públicos de atención psiquiátrica y psicológica de Caracas están cerrados.
Señaló que si bien los ancianatos del Seguro Social permanecen abiertos, sus residentes reciben por lo general una comida al día y casi sin proteínas.
Sostuvo que el oficialismo toma en cuenta a los adultos mayores cuando hay elecciones, pues ellos representan un número determinante de votos por lo que en 2024 aumentarán las promesas de mejoras, entrega de bolsas de comida y pago de algún que otro bono.
«En octubre se cumplió un año de la entrada en vigencia de la Ley de protección al Adulto Mayor aprobada por la Asamblea Nacional electa en 2020. Sin embargo, la aplicación de este instrumento es casi inexistente», recordó el dirigente social.
Indicó que en 2024 seguirán las protestas para exigir al Ejecutivo pensiones dignas, sistemas eficientes de salud y recreación y la prestación de servicios como electricidad, transporte, telefonía, agua y gas, entre otros.
La agenda de protestas entre el pasado jueves y esta semana incluye el pago del ticket alimentación a los jubilados de la Gobernación del Distrito Capital y la entrega de documentos a la Fiscalía y la representación de la ONU (Organización de Naciones Unidas) denunciando la política oficialista de «exterminio» hacia los adultos mayores prohibida por el Estatuto de Roma.
Cano precisó que los adultos mayores protestan en Venezuela desde 2013 a razón de entre dos y tres manifestaciones semanales.