El reciente anuncio de la administración de Nicolás Maduro sobre la instalación de 2.000 vatios de energía solar causa incredulidad en los expertos, debido a la paralización o no concreción de proyectos anteriores de esa naturaleza, aseguraron fuentes del sector eléctrico que solicitaron guardar sus nombres en reserva.
«La información oficial sobre ese desarrollo es poco detallada; además de que la electricidad a producir tendría un impacto insignificante en la solución de los graves problemas del sistema eléctrico nacional», aseveró un consultado.
Agregó que se han diluido los esfuerzos realizados en años anteriores como consecuencia de la falta de continuidad y seguimiento a los planes de implantación de energías alternativas a la hidráulica, gas y petróleo.
A comienzos de enero, el Ministerio de Energía Eléctrica informó a través de una nota de prensa que tiene previsto instalar 2.000 vatios de energía solar en Venezuela en el plazo de tres años dentro del Plan de Energías Alternativas, mediante convenios nacionales e internacionales.
En un principio, el proyecto contempla instalar 500 vatios en los estados Falcón, Lara y Zulia para ir luego a otras entidades del país.
La nota también señala que en 2022 fueron colocadas 1.700 luminarias de energía solar en 11 estados con prioridad en las comunidades indígenas y sectores aislados.
Las fuentes aseguraron que la noticia sobre la instalación de los vatios solares «se quedará en el anuncio» como ha ocurrido con otros proyectos eléctricos y petroleros.
«Dentro del mapa mundial de potencialidades del uso de la energía solar – eólica para generar electricidad, Venezuela tiene un lugar destacado», sostuvo un consultado.
Precisó que el país posee un potencial de 236 vatios por metro cuadrado y, de hecho, se podrían generar entre 5 y 9 vatios por segundo de electricidad.
Las fuentes deploraron la falta de constancia gubernamental en la ejecución de programas para implantar la energía solar-eólica a gran escala.
Recordaron que a inicios del año 2000, el gobierno de Hugo Chávez arrancó el programa Sembrando Luz, el cual contemplaba módulos de energía mixta solar-eólica.
En ese sentido, se colocaron 850 sistemas fotovoltaicos en escuelas, centros comunitarios y de salud, viviendas, comunidades aisladas y potabilizadores de agua.
Otro proyecto era el de Paraguaná y La Guajira en Falcón y Zulia, respectivamente, con 100 y 500 megavatios. «Con el de Paraguaná hubo un acto inaugural en 2007, en el que se anunció que Petróleos de Venezuela (Pdvsa) iniciaba la construcción de las bases para colocar 24 aerogeneradores (molinos)», dijo un consultado.
Sin embargo, las fuentes advirtieron que por falta de mantenimiento e interrupciones de los proyectos por carencia de recursos económicos, la mayoría de los esfuerzos del plan chavista se vino a menos, paralizándose en 2019.
En la prensa regional han aparecido denuncias sobre el desmantelamiento y robo de equipos y materiales estratégicos en el parque eólico de Paraguaná por parte de las mafias de la chatarra.
Un proyecto que sí se concretó fue el del Gran Roque -en la región insular oriental- con la instalación de 4.400 paneles solares para generar 1,1 megavatios, pero hasta 2022 estaba inoperativo.
Las fuentes insistieron que con una planificación de corto, mediano y largo plazo la energía eólica-solar podría cubrir 10% o más de la demanda nacional de electricidad, que actualmente se ubica en unos 12.000 negativos.