El lunes 8 de julio la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, sus siglas en ingles) de Estados Unidos, informó que habían sido detenidos 168 inmigrantes ilegales procedentes de Centroamérica en la localidad de Hidalgo, Texas. La mayoría era procedente de Centroamérica y Cuba, aunque también había un grupo de venezolanos, lo que no es habitual, afirmaron las autoridades estadounidenses.
Sin embargo, no especificaron el número de personas detenidas de acuerdo con su nacionalidad. Explicaron que este grupo de personas fue entregado el domingo a la CBP y entre ellos se encontraban menores sin acompañantes.
Los agentes informaron que las detenciones de inmigrantes en la frontera de Estados Unidos con México aumentaron a 132.887 en mayo, cifra que incrementó considerablemente en comparación con las detenciones de marzo y abril de este año.
La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, denunció las condiciones tan precarias en las que se encuentran los inmigrantes que detiene Estados Unidos luego de intentar cruzar la frontera. También pidió que se busquen alternativas que no incluyan la privación de libertad para los menores de edad.
«Como médica, pero también como madre y presidenta, me consterna que haya niños que deben dormir en el suelo y en instalaciones que están repletas, sin acceso adecuado a atención médica ni alimentos, y en pésimas condiciones de saneamiento», agregó Bachelet.