A pesar de la crisis que se vive en el país, los venezolanos decidieron visitar este viernes 29 de noviembre distintos establecimientos comerciales ubicados en Caracas, Barquisimeto y hasta en Cúcuta, para aprovechar los del llamado Viernes Negro, que se realiza por primera vez.
Al mediodía, el concurrido bulevar de Sabana Grande hizo honor a su característica, con la diferencia que esta vez fue adornado con carteles fosforescentes de solo por hoy para que aquel que caminara por sus baldosas de cemento no le quedase la duda que las tiendas se sumaron al Viernes Negro.
En los centros comerciales en Caracas, como el Sambil, personas hicieron largas colas desde tempranas horas. Sin embargo, en otros como El Recreo la afluencia de gente que prefirió comparar costos fue mayor a la que compraba. Pese a ello, en algunas de sus tiendas los compradores duraron dos horas para pagar.
Carolina Guanchis, comerciante y en esta ocasión cliente, con bolsas en su mano derecha expresó: Como la economía se ha dolarizado y la gente siente que tiene mayor poder adquisitivo, lo cual es una falsa idea que tenemos, el Black Friday aunque es primera vez que se realiza ha sido excelente.
Descuentos del 20%, 30%, 50% y 70% eran vistos en el bulevar mientras la música entraba por los oídos de los transeúntes, y los animadores invitaban a las personas a pasar a las tiendas. Uno de ellos, contratado por una zapatería, afirmaba que el precio de todos los calzados era de ocho dólares y añadía que a pesar de no tener punto de venta, aceptaban dólares en efectivo o por transferencia de distinto tipo.
Las modalidades de pago aceptadas en Caracas fueron las mismas exigidas desde los mega apagones de marzo, dólares en efectivo sin manchas ni daños, o pagos online. Aunque las excepciones variaban de local en local, algunos no aceptaban bolívares y otros no daban cambio de dólares de alta denominación.
El Black Friday no solo fue vivido por venezolanos dentro del país, sino por aquellos que se organizaron y decidieron ir a la frontera a comprar estrenos, regalos y productos básicos. Por ello, la Calle Alejandria, en Cúcuta, estuvo llena de personas que aprovechaban las rebajas.
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