El arte venezolano ganó valoración en Europa y EEUU con la diáspora

La pandemia del coronavirus perjudicó a las artes plásticas. Los museos y las galerías tuvieron que cerrar y las casas de subastas “reinventarse”, como se usa indiscriminadamente la palabra para también señalar el uso de la virtualidad, a través de plataformas como Zoom o Google Meeting, en remplazo de los actos presenciales donde podía ser candente o polémica una puja por un cuadro de algún artista.

Odalys Sánchez es una coleccionista y amante del arte que fundó en 1992 una pequeña galería en Caracas, que con los años pasó a ser el Grupo Odalys, teniendo un rol relevante como casa de subasta y organización promotora del arte latinoamericano y venezolano con presencia en Madrid y Miami.

Defiende a capa y espada la importancia que tiene el contacto o la contemplación directa de la persona con una obra de arte, pero reconoce que las plataformas a través de Internet han generado un nuevo espectador de una pintura o escultura.

“Las herramientas que existen alrededor de la realidad virtual nos han permitido llegar a un público mayor y creo que se está creando un nuevo coleccionista”, sostiene. “No solo me refiero a jóvenes, sino a muchas personas que han sentido la necesidad de consumir arte y quieren dar el paso a ser coleccionista”, agrega.

Indica que la necesidad de mantener el distanciamiento físico obliga a espacios para la exhibición de obras de arte distintos a un museo o una galería. Por ejemplo, cita la experiencia de exposiciones en calles y avenidas de Madrid o el caso del edificio remodelado en el barrio de Salamanca de la capital española –Montalbán 11- que se ha promocionado con el eslogan “Vivir en una obra de arte” y desde la entrada hay obras del maestro Carlos Cruz-Diez.

Señala que la diáspora venezolana –conformada por entre 5 millones y 6 millones de personas que salieron del país por la crítica situación económica y social- ha tenido su repercusión favorable en cuanto a un mayor conocimiento de artistas del país, tanto en Europa como en Estados Unidos.

“Los halagos más importantes que he recibido provienen de los críticos y directores de museos en España, quienes me comentan que se sorprenden cuando van a una exposición la calidad del arte venezolano y del latinoamericano, que siempre está en una conversación con el arte internacional”, señala Sánchez.

“En este momento, el artista venezolano de mayor proyección en el mundo es Carlos Cruz-Diez, y hay otros que están despertando mucho interés como Vigas, Armando Barrios o Rafael Barrios, que siempre han tenido una cuota de representatividad internacional, especialmente en Estados Unidos. También Bárbaro Rivas está siendo redescubierto”, acota.