Al cantante Felipe Peláez le da orgullo decir que es goajiro de nacimiento y colombiano por crecimiento. Aunque en el mundo lo reconocen más como colombiano (nació en Maicao y su vida transcurrió más del otro lado de la frontera que en el Zulia), le dio mucho placer que en los recientes Premios Pepsi lo nominaran a una categoría como talento nacional.
No ganó en esa premiación, realizada hace unos días. Pero, al día siguiente, recibió la noticia que su más reciente disco, El de siempre, tiene una nominación al Latin Grammy. Su promocional, «Vivito y coleando», está en los primeros lugares no solo de las carteleras latinas; sino en Venezuela.
Todo eso lo trajo hasta Caracas, donde permanecerá unos días haciendo promoción. Acompañado por su inseparable acordeonero Manuel Julián, quien también es su compadre, Peláez dijo que está muy contento por estas nominaciones. “No saben lo feliz que me sentí cuando supe que por fin aquí me reconocían como venezolano. No ganamos esta vez, pero pronto. Y en cuanto al Latin Grammy, vamos con todas las esperanzas puestas en obtenerlo”.
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Este álbum también le ha servido para hacer la gira mundial que, hasta finales de año, lo llevará por varios países. Tenía toda la intención de presentarse en noviembre en Caracas, pero no se pudo dar. «Mi sueño es cantar en el Teresa Carreño o el Poliedro”, adelantó sobre las gestiones que se están haciendo para ello.
Felipe Peláez comentó que durante la pandemia le tocó “arreglar la casa 14 veces. Dedicarme a ver y hacer tutoriales otra más, pero lo más importante fue que con mi compadre pudimos hacer mucha, mucha música. Normalmente, en un año escribo 10 canciones. Durante ese tiempo hice 50. Poco a poco iremos lanzándolos”.
