Un derrame de petróleo que cerró el miércoles el oleoducto Keystone de TC Energy en Estados Unidos podría reducir los inventarios de crudo en el principal centro de almacenamiento del país y en dos regiones principales de refinación, el Medio Oeste y la Costa del Golfo, dijeron analistas y comerciantes el viernes, según la agencia Reuters.
La línea Keystone es una arteria clave que transporta más de 600.000 barriles de crudo canadiense por día (bpd) a varias partes de los Estados Unidos. Se cerró el miércoles por la noche después de derramar más de 14.000 barriles de petróleo en un arroyo en Kansas, lo que lo convierte en el derrame de crudo más grande en los Estados Unidos en casi una década.
Los precios del crudo canadiense ya se desplomaron tras la noticia, ampliándose el jueves a un descuento de aproximadamente 33 dólares por barril con respecto a los futuros de crudo West Texas Intermediate (WTI) de referencia, que actualmente cotiza a unos 72 dólares por barril, desde los 27 dólares del miércoles.
Si bien TC Energy aún no ha dado detalles sobre cuándo reiniciará el oleoducto, un derrame anterior de Keystone provocó que el oleoducto permaneciera cerrado durante aproximadamente dos semanas.
La línea va directamente al centro de almacenamiento y punto de entrega de Cushing, Oklahoma, para WTI, que actualmente está lleno en un 31% con casi 24 millones de barriles en stock. Si la línea se cierra durante más de una semana, podría reducir las existencias de Cushing en unos 2,5 millones de barriles, dijo la firma de análisis de datos Wood Mackenzie.
Las refinerías en el medio oeste de EE. UU. pueden verse más afectadas dependiendo de cuándo se reinicie la línea.
El derrame en Kansas tuvo lugar aguas abajo de un cruce clave en Steele City, Nebraska, donde Keystone se divide para desembocar en Illinois. Ese tramo de la línea podría reiniciarse, pero el otro segmento afectado por el derrame no regresará hasta que los reguladores aprueben un reinicio.
Por el contrario, las refinerías de la Costa del Golfo pueden recurrir a más fuentes de crudo, tanto de las instalaciones en alta mar de Luisiana como de países como Colombia, México y Ecuador.
Aún así, los volúmenes al Golfo desde Cushing ya han disminuido. Los volúmenes en el oleoducto Marketlink de TC Energy, que fluye desde Cushing a Nederland, Texas, cayeron alrededor de 300.000 bpd a menos de 500.000 bpd, estima Wood Mackenzie, después de que se descubrió la fuga.
Eso podría dejar a las refinerías de la Costa del Golfo sin barriles canadienses pesados.
Fuente: Reuters