El mayor general de la Guardia Nacional, Manuel Quevedo, fue removido del doble cargo que por casi 30 meses ocupó como ministro de Petróleo y presidente de Pdvsa, debido a que se anota la peor gestión que se haya tenido en la centenaria historia de los hidrocarburos en Venezuela: la producción de crudo cayó más de 60%, en números absolutos una disminución por encima de 1 millón 200 mil barriles diarios; la refinación se paralizó y recurrió a la importación de combustibles hasta niveles de 200.000 barriles por día durante los dos años y medio que estuvo al frente del despacho y la estatal.
Paradójicamente, su promesa al ser juramentado por el presidente Nicolás Maduro en noviembre de 2017 fue aumentar la producción en 1 millón de barriles por día de manera de elevarla a 2,8 millones de barriles diarios, pero ocurrió lo contrario: la tendencia fue hacia la baja, al punto de que los registros al entregar ambos cargos indican cerca de 600.000 barriles por día.
Al momento que Quevedo llegó a esas posiciones, Venezuela era tomada en cuenta por la OPEP en las políticas de ajuste para estabilizar los precios. En la actualidad, el país está exceptuado de hacer recortes porque la caída ha sido tan abrupta y acelerada que está por encima de los porcentajes de cumplimiento que exige la organización.
En lo que se refiere a refinación y producción de combustibles, el Informe al Comisario de Pdvsa de 2017 indica que las plantas del país operaban entre 40% y 50% de su capacidad de procesamiento de crudo y la producción de gasolina alcanzó un promedio de 201.000 barriles diarios. En los años sucesivos no se conoce la información, debido a que no se han presentado los informes de gestión.
No obstante, entre noviembre de 2017 y diciembre de 2018 las importaciones de combustibles por parte de Pdvsa desde Estados Unidos aumentaron 161% para colocarse en 191.000 barriles diarios, los despachos de gasolina desde Norteamérica se triplicaron al alcanzar un promedio de 60.000 barriles por día y esa compra en el mercado estadounidense se frenó por las sanciones que impuso el gobierno de Donald Trump en enero de 2019. Quevedo, valiéndose de los nexos comerciales con la rusa Rosneft, optó por mantener la importación de refinados desde otros países.
El ahora exministro Quevedo nunca ofreció conferencias de prensa. Su contacto era básicamente con los periodistas del oficialismo con preguntas predeterminadas. Un par de veces recurrió a José Vicente Rangel para fijar posición sobre determinados temas. Su discurso sobre la producción e incumplir sus metas se dirimía entre la promesa o culpar sus antecesores o a las sanciones de Estados Unidos.
- Enero de 2018: «Si sumamos toda la deuda financiera y le agregamos la deuda comercial que debemos honrar, la venta anticipada, los gastos operativos y la inversión necesaria para aumentar la producción entendemos que ha comprometido el futuro de la industria petrolera».
- Mayo de 2018: Se hace necesario establecer un nuevo orden que permita acelerar los procesos y acabar con los trámites burocráticos. Para avanzar en el desarrollo económico del país hay la necesidad de tomar medidas extraordinarias, con el concurso de todos los trabajadores y, por eso, la importancia de crear un decreto que permita ejecutar, en esta coyuntura económica, nuevas acciones de manera planificada y organizada, tomando en cuenta que Pdvsa está en el ojo del ataque de los Estados Unidos
- Junio de 2018. «Estas sanciones son muy fuertes, las sanciones prácticamente inmovilizan a Pdvsa y están tratando de asfixiarla»
- Agosto de 2018: Hemos estabilizado en los últimos meses la producción petrolera. Está en un promedio de 1 millón 500.000 barriles diarios para el primer semestre de 2018
- Septiembre de 2018: Venezuela planea aumentar su producción a 2 millones de barriles diarios para fines de 2018 y a unos 2,5 millones de barriles diarios en un año. Estamos trabajando en lo que será el año 2019 para dar continuidad a la estabilización alcanzada en el mercado petrolero mundial
- Enero 2019: Pdvsa tiene toda la disposición operativa y administrativa de cumplir los compromisos asumidos, pero bajo estas condiciones contractuales no puede honrar algunos compromisos que tiene en el mercado norteamericano
- Mayo de 2019: Se incrementará nuestra capacidad porque tenemos un potente sistema de refinación nacional, que es muy importante para proveer el combustible necesario para nuestro pueblo
- Noviembre de 2019: Hemos observado el adelanto de grandes proyectos muy importantes para el país, que se traducen en obras productivas para incrementar la producción petrolera, la capacidad de refinación y el mantenimiento necesario de nuestras refinerías
- Enero de 2020: El año 2020 será de despegue para nuestra industria petrolera, impulsado por todo un pueblo indoblegable que no ha podido arrodillar ni podrá el imperio estadounidense
A los pocos meses de estar al frente de la industria petrolera, Maduro le otorgó poderes especiales para que recurriera a la adjudicación directa contratos operativos sin licitación- para lograr levantar la producción y la decisión fue la de favorecer a 14 empresas de ingeniería y de la construcción, la mayoría de ellas vinculadas a la Misión Vivienda Venezuela, pero sin trayectoria en el sector de los hidrocarburos.
Cuando estaba a punto de cumplir su primer aniversario, ordenó que se oficiara una misa en la sede de Pdvsa con el fin de implorar a Dios por la reactivación de la producción. En el momento de las peticiones, no faltó que el funcionario dijera: Te lo pedimos Señor. El sacerdote encargado de celebrar esa ceremonia religiosa fue Pablo Urquiaga, párroco de la iglesia La Resurrección del Señor en Caricuao, quien después de la lectura del Evangelio dijo: La recuperación de Pdvsa es también la recuperación de todo el país.