El Nazareno retomará su misa de medianoche, tendrá 12 celebraciones litúrgicas y su procesión se extenderá el doble del recorrido tradicional  

- Publicidad -

De sus 59 años de edad, Armelim De Sousa Andrade lleva 30 dedicados al sacerdocio.

Es vicario general de la Arquidiócesis de Caracas y párroco de la Basílica Santa Teresa desde hace cuatro años y medio. Por este último detalle se convierte en un entrevistado obligatorio en Semana Santa.

- Publicidad -

Es el responsable de una de las celebraciones litúrgicas más importantes de los creyentes católicos venezolanos: el Miércoles Santo, con el Nazareno de San Pablo como principal protagonista.

La talla, elaborada con madera de pino flandes, realizada a mediados del siglo XVII en Sevilla, España, y que se atribuye al tallista Felipe de Rivas, sigue convocando a mares de feligreses todos los años, quienes acuden ante su imagen para implorarle o agradecerle un milagro.

Y si bien De Sousa asegura que los rituales católicos de estas fechas santas corresponden a liturgias determinadas que se repiten en todas partes del mundo de manera idéntica -Domingo de Ramos, procesión y bendición de las palmas, misas del Nazareno, elaboración del monumento, visita a los Siete Templos, bendición del agua, entre otros- reconoce, al mismo tiempo, que la fe del devoto venezolano hacia esta advocación de Jesucristo es única.

Profesión de fe

“¿Qué es exactamente el Miércoles Santo?”, se pregunta a sí mismo el padre Armelim. Para luego responder y explicar su profesión de fe:

“Es el encuentro del creyente más sencillo. El de la fe popular. Esa convicción de la gente humilde de nuestro pueblo, que viene a encontrarse con su Señor. Con el cual se identifican porque lo ven sufriendo como ellos sufren. Lo ven cargando la cruz, como carga cada quien su cruz, y por eso ocurre esa empatía y esa comunicación tan especial”, explica el sacerdote.

Admite que en los años que lleva en la basílica no deja de sorprenderse al ver cómo la gente llora ante el Nazareno.

Armelim De Sousa Andrade lleva 30 años dedicados al sacerdocio

Dice que algunos fieles permanecen durante horas frente a esa imagen morena que luce apesadumbrada, y que percibe que de allí emana una oración muy sincera. Que eso es simplemente hermoso.

“Así sea un ritual que con la liturgia repites cada año, igual es algo muy conmovedor. Te hace sacar las lágrimas. Te hace tomar consciencia de lo bonita que es la fe. Puede parecer alienante (como han dicho algunos filósofos, a través de la historia), pero yo pienso que brota de lo más profundo de la intimidad del corazón humano y eso no tiene nombre. Eso tampoco nadie lo puede juzgar, ni secuestrar», dice.

«La fe del pueblo es maravillosa porque te retroalimenta a ti mismo. Tú no puedes cuantificar la fe, pero sí cualificarla. Puedes decir: ‘¡Qué grande y qué bonito es esto!’, ‘¡Qué bonita esta dimensión de la humanidad que suspira, que se levanta, que se consuela, y que se solidariza!’. Porque, al final, ¿qué es una procesión?”, vuelve a interrogarse.

“Es un montón de gente que camina junta con la esperanza de pedirle a su Señor que la ayude”, añade.

“El tiempo de Semana Santa y la Pascua es un tiempo para renovar todo eso en lo que creo, y por lo que me consagré un día… Es una manera de apostar cada año por ese compromiso que tengo con Dios y con la Iglesia, con la gente, los fieles, que caminan junto a nosotros en comunidad. Esa oración, todos juntos pidiéndole al mismo Dios por las cosas buenas que queremos, sin duda es escuchada”, subraya de modo sereno el clérigo.

Misa a la medianoche

Después de dos años consecutivos de pandemia, 2020 y 2021, cuando el padre Armelim tuvo que celebrar el Miércoles Santo recorriendo toda la ciudad y durante 15 horas continuas dentro del papamóvil, cierta normalidad ha regresado.

Ya el año pasado, según refiere, empezó a bajar la ola de contagios y el Gobierno autorizó retomar las celebraciones. Sin embargo, no hubo misa presencial a la medianoche, 12:00 am del miércoles, sino que comenzaron a las 5:00 am.

Esta es la primera novedad de este año. La primera misa será a medianoche, 12:00 am en punto del Miércoles Santo.

Luego, seguirán realizándose cada hora y media de modo sucesivo: 1:30 am, 3:00 am, 4:30 am, 6:00 am, 7:30 am, 9:00 am, 10:30 am, 12:00 pm, 1:30 pm, 3:00 pm y, la última, a las 4:30 pm.

“Haremos que las misas sean cada hora y media. Ellas durarán una hora y quedarán 30 minutos para que salga toda la gente que esté en el templo y pueda llenarse nuevamente con más devotos que estén esperando fuera. Esta dinámica permitirá mayor circulación de fieles. Serán 12 misas en total este año”, informó.

Las misas centrales estarán a cargo de los obispos auxiliares. Según la página de la Arquidiócesis de Caracas, estos son monseñor Lisandro Alirio Rivas Durán, monseñor Carlos Márquez y monseñor Ricardo Barreto.

También participarán en las celebraciones litúrgicas el obispo de La Guaira, Raúl Biord Castillo; de Petare, monseñor Juan Carlos Bravo Salazar; y del ordinariato militar, Benito Adán Méndez Bracamonte.

Para los horarios “imposibles”, difíciles de asistir por el transporte, 1:30 am y 3:00 am; De Sousa explicó que serán oficiadas por sacerdotes que pidieron celebrar esas liturgias y se ofrecieron para hacer ese servicio eclesiástico.

La última misa, que será presidida por el cardenal Baltazar Porras, se celebrará en la plaza Diego Ibarra, a las 4:30 pm.

“Eso lo hicimos el año pasado por primera vez, y la experiencia fue tan buena que la repetiremos”, contó De Sousa.

Una procesión más larga

Terminada la misa arrancará la procesión a las 6:00 pm. Para este Miércoles Santo decidieron ampliar el recorrido.

“Será el doble del trayecto usual. Irán una cuadra más abajo en la Parroquia Santa Teresa. De allí se empalma con la esquina de Santa Rosalía y luego caminarán hacia el oeste, hasta llegar a la avenida Baralt. Cuando lleguen a la esquina de Madereros, subirán hasta entrar por la esquina de San Pablo, donde estaba el Nazareno antiguamente; y de nuevo regresar a la basílica”, dijo el prelado.

Se calcula que la procesión dure tres horas. Hay tramos por donde el carrito sobre el cual va montado El Nazareno no puede pasar.

Allí toca que entre 25 y 30 personas lo carguen. El padre Armelim asegura que es sumamente pesado y que la mayoría de los cófrades son muy mayores. Por eso aprovecha la entrevista para contar que hace falta que se incorporen jóvenes a ese servicio de ser cargador del Nazareno.

“Se trata de levantar ese carro, ese peso, entre todos. Es muy forzoso, muy agotador”, añadió.

¿Es seguro ir a la basílica el Miércoles Santo?

De acuerdo con lo que dice el padre Armelim, las iglesias del centro histórico de Caracas siempre están muy bien acompañadas, por la importancia que tienen: la Catedral, la basílica de Santa Teresa, el templo de San Francisco, y la Candelaria, entre otras.

No maneja la información exacta sobre la cantidad de funcionarios que estarán desplegados ese día en particular, pero aclara que sí se contará, como ya es tradición, con los organismos de seguridad del Estado: Protección Civil, Bomberos del Distrito Capital, Guardia Nacional, Policía Nacional y policía municipal.

Comentó que el cuerpo de bomberos siempre llega una semana antes para revisar las medidas de seguridad: que los extintores funcionen, y que no haya obstáculos en las salidas del templo.  

“La tradición es tan larga que ya hay unas dinámicas que se dan casi que de manera natural. Ellos llegan un día antes, se presentan y al día siguiente se instalan. Suelen poner sus carpas, sus toldos y hasta un autobús para atender a los desmayados…», indicó.

«Nosotros también tenemos nuestros grupos internos: 15 personas de la brigada, alrededor de 50 o más que pertenecen a la cofradía del Nazareno, los cófrades; y los grupos misioneros, que atienden a las personas de la tercera edad y nos ayudan a recibir las ofrendas de los feligreses», añade el sacerdote.

¿Cuántas orquídeas necesita el Nazareno para su día?

Como si se tratase de un misterio insondable, nadie sabe cuántas flores adornan al Nazareno en su día. “Sólo sé que son muchísimas”, dice el padre Armelim.

Asegura que en el tiempo que lleva trabajando en Santa Teresa, como se llama coloquialmente a esta basílica, le ha preguntado infinidad de veces a quienes lo arreglan y nadie sabe responderle con exactitud el número de orquídeas que lo engalanan los Miércoles Santos.

“Me dicen que al principio empiezan a contar y luego se les olvida anotar la cifra y pierden la cuenta. Gracias a Dios este es el tiempo de las orquídeas, así que siempre llegan al templo. Alcanzan incluso para obsequiarles a las otras iglesias que vienen a pedirnos. Vienen amarillas, blancas, moraditas, púrpuras. La orquídea es una flor muy costosa, es un lujo, y si tuviéramos que comprarla, no pudiéramos hacerlo», comenta.

«Siempre han sido ofrecida por los feligreses, los devotos, señoras que apenas florean sus matas, saben que son para El Nazareno. Están comprometidas para él. Son flores muy frágiles y si no las tienes en agua se mueren pronto. Por eso, usualmente las que se destinan para la decoración llegan el fin de semana, entre el sábado, el Domingo de Ramos y el lunes santo”, agrega.

“Así no sientan el llamado a entrar a una iglesia, cada uno debe buscar a Dios”

Abraham Núñez estudió Enfermería, Administración de Empresas y Administración Tributaria. Es licenciado en Ciencias Fiscales.

Cuenta que siempre iba al templo porque es una tradición familiar, iniciada por su abuela, Francisca Núñez.

Después regresó para pedirle un favor muy particular al Nazareno. El compromiso a cambio era servirle de por vida. Ya lleva 25 años como coordinador general de la Basílica de Santa Teresa y esta es su historia:

“Desde niños veníamos a la iglesia por mi abuela. Siempre nos decía que no perdiéramos la fe, que El Nazareno de San Pablo era el Dios vivo. Pasaron los años, y cuando yo estaba estudiando mi segunda carrera tuve problemas con una materia, Economía.

Le pedí que si la aprobaba le ofrecería mis servicios, y así fue como llegué a trabajar aquí.

Comencé en la última etapa del padre Ángel Ríos, y después trabajé con monseñor Adán Ramírez, con monseñor Henry Padilla y con el actual párroco, Armelim De Sousa.

Entré por el ministerio de Disciplina y Orden, que es el grupo que custodia las puertas y está pendiente del público; y fue Monseñor Adán quien me dijo que lo acompañara en el año 2000 en la organización del Miércoles Santo.

Abraham acude a la Basílica de Santa Teresa desde niño porque es una tradición familiar iniciada por su abuela, Francisca Núñez

Yo soy el que se encarga de vestir y de hacer todo el arreglo floral del Nazareno, de la Virgen Dolorosa y de todo el altar.

Las orquídeas para su arreglo llegan en su mayoría el fin de semana del Domingo de Ramos, lunes y martes.

Cada feligrés trae una, y así como hay quien trae una hay otros que traen 20. Calculo que recibimos entre 7.500 y 8.000 orquídeas. El año pasado sí habríamos recibido 4.500, por ahí.

El traje que tiene ahora mismo es el que usa para el diario, se lo donó un devoto en el año 2022, el año pasado. Y de los trajes de gala sólo le queda uno. Cuando estaba en la iglesia de San Pablo Ermitaño tenía cinco, por eso es que yo digo que él es muy caraqueño: tenía una casa y se la derribaron, contaba con cinco túnicas y se las robaron y hasta tiene una bala en el pómulo derecho.

Sí, es cierto que todavía le queda su traje original de gala, pero se está deshaciendo; y fue hace 13 años, en el año 2010, cuando monseñor Adán le mandó a hacer uno nuevo. Ese es el que se guarda en una caja de madera.

Sobre el proceso de vestirlo, te diría que me gusta vestirlo a solas. A mí me enseñó Francisco Lima, él era quien lo vestía antes de mí, y siempre me decía: “Aprende porque no soy eterno”.

Comenzamos, normalmente, a las 6:00 pm del lunes santo hasta la madrugada del martes. Apenas cerramos el templo, trabajamos durante toda la noche hasta la madrugada.

Tengo un equipo de entre 30 y 40 personas que me colaboran, y para su ornamentación siempre llamo a dos o tres personas de confianza.

Aprendió el oficio de vestir al Nazareno de Francisco Lima, quien siempre le decía: “Aprende porque no soy eterno»

El proceso es así: primero rezo una oración, un Padre Nuestro, y luego un Ave María, y ahí empiezo.

Le hablo, como estoy hablando ahora contigo, y le digo: ‘Mira, viene mucha gente a verte y tengo que cambiarte el traje’.

Al principio me impresionaba, me daba escalofríos. Pero con los años me he sentido más bien privilegiado. Cada año le agradezco la oportunidad que me otorga de vivir. Es realmente un orgullo servirle. Jamás en mi vida me imaginé que iba a hacer esto.

La dinámica normal es que después de hacer las oraciones organizo los grupos y delego: unos empalillan las flores, otros van con el Nazareno, otro se dedica a la Virgen Dolorosa, y quedan los que se dedican a la logística, que hacen café, nos traen agua y así…

Para este año tengo pensado adornar las columnas salomónicas del altar, colocarle dos columnas en la parte de atrás, y adelante adornar el candelabro, los ramos y la jardinera.

¿Me preguntas que si tengo miedo a que no nos lleguen las flores?

Por supuesto que no. ¡Esas jamás faltan! Esas llegan. Mucha gente deja de comer y guarda para traerle, aunque sea una orquídea al Nazareno. Y lo sé porque me lo han contado.

Sobre el proceso de vestirlo, puede durar hasta dos horas y media. Se le quitan las mangas, que tienen cierre mágico, se le quitan las manos, la corona de espinas, y las potencias, que son como esos rayos de luces que tiene en la cabeza.

Sinceramente, cuando estoy haciendo eso me siento cerca de Dios. Es lo más cerca que lo he tenido.

Y sobre esa historia que corre como leyenda urbana, que él se encorva todos los años producto de nuestros pecados; yo no creo que sea verdad. Yo lo veo igualito. Y a mí, la verdad, me sigue haciendo muchos milagros.

Y mira que hablo con él, y él sabe que no soy de rezos automáticos. Tampoco ando por ahí dándome golpes de pecho todo el tiempo.

Por eso, yo le sugeriría a quienes tienen alguna adversidad, o problema, que no pierdan la fe por nada del mundo. Esa fe que nos enseñaron nuestros abuelos, nuestros padres, y que así no sientan el llamado a entrar a una iglesia, que cada uno busque a Dios, porque si pierden la fe, pierden todo.

Pienso que todo está en pedir con fe, desde las vísceras, desde adentro, y con humildad. Si no tienes humildad, no hay nada qué hacer. Lo que pasa es que a veces tenemos el corazón duro, somos muy orgullosos, y yo creo que Dios no es así”.

- Publicidad -

Más del autor

Artículos relacionados

Lo más reciente

Shakira dio un show sorpresa en Times Square y presentó su nuevo álbum “Esto es increíble”

Shakira está promocionando su nuevo disco Las mujeres ya no lloran. La artista colombiana brindó un recital sorpresa gratuito en el centro de Nueva...

Presidete de Francia arremete contra el pacto UE-Mercosur: «tal como está, es muy mal acuerdo»

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, expresó este miércoles durante su visita a Brasil que el posible pacto comercial entre la Unión Europea y...

Gobernador de Amazonas promueve la práctica de Rafting en los ríos de la entidad durante Semana Santa

Como parte de la reactivación del turismo en Amazonas, vuelve el rafting al estado Amazonas durante la Semana Santa, anunció el gobernador de la...

¿Quieres recibir las notas de mayor interés en tu email?

Comparte con nosotros tu email y te haremos llegar las noticias de mayor relevancia directo a tu correo