Menos de tres semanas faltan para que los venezolanos participen en un nuevo proceso electoral. En esta oportunidad llamadas “megaelecciones», ya que se elegirán 3.082 cargos entre gobernadores, alcaldes, legisladores y concejales. Mientras tanto, los expertos aseguran que los votantes aún se debaten entre acudir o no a las urnas el próximo 21 de noviembre.
Para las encuestadoras, el futuro proceso está plagado de expectativas e incertidumbre por parte de la sociedad civil. El sociólogo y director de Hercon Consultores, Marcos Hernández, dijo que, tanto la apatía como el interés en participar el próximo 21 de noviembre,se llevan 50% cada uno.
“Un 50% de venezolanos que no siente motivación de acudir al proceso electoral. Los venezolanos no creen que la megaelecciones resuelvan el problema económico ni político. Mientras, otro 50% cree que salir a votar es una oportunidad para ganar espacios estratégicos y mirar de manera positiva el referéndum de 2021”, señaló.
Sobre la posibilidad de que la abstención domine el proceso regional, Hernández, acotó: “La abstención está conectada a las estrategias y tácticas de los diversos comandos políticos. No obstante, existe una intención de voto que se mueve en 50%, positiva para el gobierno, negativo para la oposición. Con esta tendencia y una oposición dividida, no se lograrían los objetivos. Sin embargo, la intención continúa un crecimiento muy discreto, la gente está es pendiente de su día a día. La política electoral para la mitad de los venezolanos continúa en un espacio de desmotivación”.
No obstante, los índices de participación que maneja el presidente de la Encuestadora Consultores 21, Saúl Cabrera, son más bajos: “Según los últimos datos, de hace dos o tres semanas, la participación estaba en alrededor de 30% del electorado, algo similar a las parlamentarias de diciembre de 2020, seguramente eso con la campaña pudiera subir algo. La exigencia es una elección competitiva y transparente”.
Cabrera explicó que “la campaña electoral arranca con escepticismo de los electores, por la angustia que les produce el día a día y la situación compleja de la economía, que no les permite enfocarse en unas elecciones. Evidentemente, sí es una campaña compleja. Diseñada para votar por partidos y no por candidatos. Además, entubada, es muy difícil cruzar votos, pero la desinformación no es solo culpa del árbitro electoral, sino también del desinterés del elector en esta elección”.
Lo que piensa la sociedad civil
Para el miembro de la junta directiva del Observatorio Electoral Venezolano (OEV), Ignacio Ávalos, la expectativa condiciona la intención de voto de los votantes. “La reacción de los electores ha sido un poco indiferente porque la gente está a la expectativa, porque el escenario político no termina de estar claro. Esta, además, es una elección compleja, donde están en juego cerca de 3.000 cargos en diversos niveles: gobernadores, alcaldes, concejales y legisladores”.
A Ávalos no le parece aconsejable hablar de «apatía» de cara al venidero proceso: “Creo que en la gente hay indiferencia, expectativa. No voy a llamarla apatía porque la gente está aguardando a ver qué termina de pasar. Creo que hay cierta desinformación. Yo echo de menos en el CNE la información en los medios públicos, aunque recientemente se pronunció en relación a ciertas normas porque había un uso indebido, ilegal y excesivo de los medios públicos”.
Dijo que “hace falta más información para hacerle frente a una elección que es compleja. No es como las presidenciales que escoges entre cinco candidatos. Con el sistema de votación, si el elector no está bien informado, tiende a entubar el voto. Las dudas de los electores provienen del sistema de votación y la otra cosa es que creo que hay un horizonte que no termina de abrirse para ver el verdadero significado de estas elecciones. Si de verdad son el comienzo de una salida política, que es lo que todos los venezolanos esperan que comience a resolverse de una manera pacífica, electoral, etc”.
Aunque para la representante internacional de Voto Joven, Luisana Subero, el cambio de rectores del CNE ha permitido que la brecha que polariza a los electores entre votar o no hacerlo, a su juicio, se ha reducido. “El organismo electoral y estos nuevos rectores que son aceptados por la oposición, el gobierno y muchos electores ha dado, quizás, la esperanza de que este proceso será más respetado. Ha existido una mejor relación entre el organismo electoral y las organizaciones que denuncian las irregularidades y, de alguna forma, se han obtenido respuesta del ente electoral”.
Detalló que es importante que los ciudadanos salgan a votar y posteriormente a defender su voto: “Se ha entendido que aun cuando las condiciones no estén dadas 100%, bajo el régimen autoritario en el que vivimos, ganar aunque sea tres posibilidades de mejora en el proceso electoral ya es una ganancia. A la ciudadanía le toca ponerse toda la armadura para salir a participar y defender el proceso electoral y se están unificados los esfuerzos para que la abstención no sea mayoritaria. Esto eleva la seguridad al elector para participar”.
Ávalos se refirió a un aspecto que podría determinar el desarrollo de dichas elecciones. “Las encuestas coinciden en varias cosas: hay pérdida de popularidad del liderazgo político venezolano, es decir, casi todas las figuras políticas principales han bajado en el puntaje que recoge su apreciación y evaluación por parte del público venezolano. Este tipo de elección, que no es presidencial, no suele concitar de manera muy significativa la atención política de los venezolanos. Esto ocurre en un escenario donde las mismas encuestas señalan que 80% de los venezolanos quieren cambio, es decir, que el gobierno gobierne de otra manera”.