“Una solución sostenible a la crisis económica y humanitaria venezolana requerirá la recuperación de la capacidad del país de generar ingresos por exportaciones petroleras. Para ello es indispensable la reinserción plena de Venezuela en los mercados petroleros internacionales”.
El anterior señalamiento forma parte de un análisis que ofrece el economista Francisco Rodríguez en su cuenta de Twitter, a propósito del acuerdo social firmado en México por las delegaciones de la administración de Nicolás Maduro y la oposición venezolana y la licencia que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) otorgó Chevron Corp., en la que se le autoriza a reanudar operaciones limitadas de extracción de petróleo en Venezuela
Rodríguez, también director del programa Petróleo para Venezuela, asegura que el otorgamiento de la licencia que permite a Chevron exportar petróleo venezolano es un paso menor en la recuperación del acceso a mercados. Sin embargo, considera que es necesario una flexibilización mayor para que se puedan generar los ingresos para atender las necesidades básicas de importaciones.
De acuerdo con su opinión “es lamentable que la licencia a Chevron no venga acompañada de los requisitos de transparencia en el uso de recursos y las condiciones para que los ingresos adicionales se destinen a importaciones de bienes esenciales”.
A juicio del economista, “es incorrecto decir que los recursos generados por ventas de Chevron no irán a parar a manos del gobierno de Maduro. Cualquier exportación genera ingresos fiscales que son pagados al gobierno. Ello también es cierto para aquellas permitidas por esta licencia”.
Asevera que si bien la Licencia 41 prohíbe a Chevron pagar regalías e impuestos directamente a Venezuela, “esta restricción es puramente simbólica, Quien paga la contribución fiscal a Venezuela no es Chevron, sino la empresa mixta venezolana, en la cual Chevron es accionista minoritario/.
Explica que Chevron nunca ha pagado ni pagará regalías o impuestos directamente a Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Estos los pagan Petropiar o Petroboscán, empresas venezolanas en las que Chevron tiene participación minoritaria y cuyos pagos no están restringidos por la Licencia 41 por no ser empresas de Estados Unidos.
Rodríguez afirma que cualquier flexibilización de restricciones en un mercado genera ingresos por exportaciones en otros mercados. Pone como ejemplo que algunos de los barriles que se enviarán a Estados Unidos hoy se venden en China.
“Al permitirse a Chevron vender estos barriles en Estados Unidos, también se abre espacio para que Pdvsa pueda suplir el faltante que se produce en el mercado chino al reorientarse barriles de China a EEUU y así genere ingresos adicionales”, escribe en su cuenta de Twitter.
Y la transparencia…
Agrega que el hecho de que “los recursos generados bajo la licencia de Chevron no estén sujetos a requisitos de transparencia ni condicionados a su uso humanitario probablemente sea reflejo del mayor poder de lobby que tienen las compañías petroleras al afectar las decisiones de política en Estados Unidos”.
Para Rodríguez, “el resultado también refleja la naturaleza de una negociación entre élites poco representativas de la mayoría de los venezolanos. Es explicable, aunque lamentable, que ninguno de estos sectores vea a la transparencia como un objetivo relevante dados sus fines políticos.
Considera que Venezuela requiere un acuerdo que permita recuperar plenamente su capacidad de generar los ingresos necesarios para su economía. “También requiere transparencia para que estos recursos se destinen a atender su crisis y no a alimentar la voracidad de sus élites políticas”, dice.
Por ello, sostiene que es necesario un proceso de diálogo con la plena participación de la sociedad civil, las organizaciones de derechos humanos, movimientos sociales, trabajadores, sector privado, Iglesia, y la pluralidad de las organizaciones políticas.
“Ningún diálogo puede ser válido si no se escucha la voz de las víctimas de las violaciones de derechos humanos, de los grupos vulnerables afectados por el mal manejo de recursos y de quienes sufren en carne propia los efectos colaterales del conflicto destructivo”, añade.
De allí que advierta que “solo un diálogo representativo de la pluralidad de voces en la sociedad venezolana, y no solo de dos élites políticas de mermada legitimidad, podrá alcanzar acuerdos que generen soluciones sostenibles a los problemas urgentes de los venezolanos.
$3 millardos distan de ser suficientes
“Tras años de conflicto destructivo, Maduro y la oposición tradicional acuerdan usar recursos externos para atender la emergencia humanitaria. Un paso importante pero aún menor en relación a lo necesario para revertir el daño que esta confrontación ha hecho a nuestro país”, señala también Francisco Rodríguez.
Afirma que el acuerdo para usar alrededor de 3 millardos de dólares en cuentas del Estado venezolano podrá hacer una diferencia enorme en la disponibilidad de recursos para importaciones esenciales, ya que el monto es aproximadamente igual a las importaciones de alimentos y medicinas en un año.
Sin embargo, para el economista el monto representa menos de la mitad de lo necesario para recuperar el nivel anual de importaciones esenciales que Venezuela tenía antes del comienzo de la crisis. “Por ello, si bien es significativo, dista de ser suficiente en relación a las necesidades del país”, puntualiza.