La toma de posesión del nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, es seguida con mucha atención por el equipo de Nicolás Maduro. Así lo detalla el reporte Exclusivas Económicas en su boletín número 26.
Señala que en su mensaje de memoria y cuenta ante la Asamblea Nacional, Maduro dejó entrever que está decidido a impulsar un proceso de diálogo con diversos sectores, pero sobre todo que conduzca al restablecimiento de relaciones diplomáticas. Aun cuando está consciente de que las sanciones impuestas no serán retiradas, busca un entendimiento que le permita llegar a 2024 con cierto oxígeno.
De allí que dejara claro que el presidente de la AN, Jorge Rodríguez, tiene la responsabilidad de impulsar el encuentro político, que incluya al sector económico y los gremios. Pero lo que más llamó la atención de su discurso fue que se refiriera abiertamente a una reunión con el coordinador del Grupo de Boston (GB), Pedro Díaz Blum, en la que se conversaron algunas ideas que se han desarrollado en diversos ámbitos.
“Lo que podemos interpretar es que Maduro impulsará desde el Parlamento un diálogo interno, que incluirá la presencia de empresarios y será mediático. El Grupo de Boston, por su parte, será el encargado de estructurar, a través de la metodología dirigida por el especialista Jim Tull, una serie de propuestas en diversos ámbitos como salud, petróleo y electricidad”, revela Exclusivas Económicas.
El Grupo de Boston es un concilio que se conformó luego del golpe de Estado del año 2002, al que asistieron parlamentarios venezolanos de oposición y del chavismo, así como congresistas republicanos y demócratas. Para ese entonces Maduro era parte de ese grupo, al igual que Gregory Meeks, quien se acaba de convertir en presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de Washington.
Esta comisión parlamentaria cuenta con alto reconocimiento dentro de Estados Unidos y gran parte de su activo es que, si bien no es secreta, sí funciona con mucha discreción.
La inclusión de todas las fuerzas políticas y sectoriales de Venezuela es lo que le da fuerza a este grupo. La metodología que allí se utiliza es que las ideas se exponen y discuten dentro de un marco de respeto y sin polarización.
La iniciativa del Grupo de Boston no está exenta de ataques y detractores que ya se han hecho sentir; tal es el caso del sector radical del madurismo, comandado por Diosdado Cabello, que ha liderado fuertes agresiones contra medios de comunicación, periodistas y ONG. Sin embargo, incluso este sector cuenta con un representante dentro del GB. Asimismo, se ha podido conocer que desde la Comisión Delegada, liderada por Juan Guaidó, ven con recelo esta iniciativa.
Sin embargo, el punto central está en cómo desde Estados Unidos vean una posibilidad cierta de que se reestablezcan esas mínimas relaciones con Venezuela a partir de pequeños acuerdos.
Curiosamente, un miembro fundador del Grupo de Boston forma parte del equipo de Juan González, director para el hemisferio occidental del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Se trata del venezolano-estadounidense Leopoldo Martínez.
