El tiempo pasa y es inclemente, ocurre en la vida, pero también en el mundo de los deportes. Es normal que los jugadores dejen de ofrecer su mejor versión, conforme van pasando los años, hasta que llega el día en que dicen “no más”; tales son los casos de dos figuras que brillaron en el beisbol de las Grandes Ligas.
Por un lado, el explosivo relevista zurdo –que vistió los uniformes de Yankees, Indios, Cardenales, entre otros– Andrew Miller decidió poner fin a su carrera, después de 16 temporadas de servicio en Las Mayores; mientras que por el otro, el veloz jardinero venezolano, Ezequiel Carrera hizo lo propio, después de cuatro años alejado del ‘Big Show’.
Miller fue un lanzador algo irregular al comienzo de su carrera, mientras estuvo con Marlins y Tigres. Luego, con su llegada a Boston comenzó una transición en la que se convirtió en un pitcher más dominante, con una recta meteórica y un slider de infarto.
Sus mejores momentos fueron como parte de los Yankees de Nueva York, entre 2015 y 2016, así como sus primeras dos campañas en Cleveland. Las últimas tres campañas de su carrera, las vivió dentro de la organización de San Luis, pero su efectividad como lanzador ya no le acompañaba tanto.
El espigado serpentinero se va con récord neutro de 55 victorias y 55 derrotas, además de salvar 63 encuentros en 80 oportunidades. Su efectividad vitalicia quedará en 4.03, con 979 abanicados y un whip de 1.34; los oponentes le batearon para .236 de promedio en toda su carrera.
En 2016, cuando todavía vestía el uniforme a rayas de los Mulos del Bronx, perdió el rol de cerrador que se había ganado a pulso, en favor del cubano Aroldis Chapman. Entre los dos, formaban una dupla letal para los innings finales del juego.
Curiosamente, el ocaso también podría estar llegando a la carrera del antillano, que aunque sigue poniendo candados por doquier a los juegos, ya no es el pitcher dominante que solía ser. De hecho, a sus 34 años, podría estar cerca de perder el rol de cerrador con los Yankees, debido a que el mánager Aaron Boone le habría solicitado que se prepare para ayudar al relevo en los innings siete y ocho.
Ezequiel le hacía honor a su apellido
Ezequiel Carrera debutó en las Grandes Ligas en 2011, con el uniforme de los Indios de Cleveland –hoy conocidos como los Guardianes–, allí permaneció dos temporadas (2011, 2012); luego, en 2013, jugó dos encuentros más con los aborígenes, antes de pasar a formar parte de los Phillies de Filadelfia.
Posteriormente, jugó una campaña con los Tigres de Detroit (2014), pero sus buenos años en la Gran Carpa fueron en Canadá, jugando para los Azulejos de Toronto, desde el 2015 hasta el 2017.
El equipo alado fue el que le dio mayores oportunidades, pues a pesar de no ser un gran bateador, su defensa le daba garantías en las praderas. Carrera solía tener un rol como cuarto outfielder, alternando en las tres posiciones, además de tener el rol de bateador emergente.
En siete temporadas como grandeliga, Carrera ligó para .262 con el madero, empujó 97 carreras, sacudió 19 cuadrangulares, conectó nueve triples, 45 dobles y se estafó 44 almohadillas. Curiosamente, el año en el que dejó un mejor rendimiento fue el último que tuvo de servicio (2017).
En su carrera como jugador de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, defendió los colores de los Navegantes del Magallanes y Tigres de Aragua. En su momento, llegó a reforzar a los Leones del Caracas y Cardenales de Lara, en la postemporada.
El sucrense pasó 9 de sus 11 temporadas en la LVBP jugando para el equipo filibustero, de hecho figura entre los líderes históricos de algunos departamentos. Cabe destacar, que con 70 bases robadas en su haber, es quien comanda este departamento en los anales del equipo eléctrico.
Para resaltar su habilidad para correr, el nativo de Güiria se retira del beisbol con más triples (22) que cuadrangulares (15), al menos en lo que respecta al circuito local. Incluso, hubo una temporada (2013-14) en la que carrera terminó con más robos (21), que carreras impulsadas (19).
En la más reciente temporada, el jugador no vio acción en la LVBP, pues no consiguió firmar con ninguna organización; en algún momento se especuló sobre un posible interés del elenco melenudo, pero no se llegó a concretar.
No obstante, sí vio acción en la primera edición de la Liga Mayor de Beisbol Profesional, con la organización Lanceros de La Guaira; el toletero zurdo dejó promedio de .282, con una docena de impulsadas y otra de anotadas, seis dobles, un triple y cuatro bases robadas en el mismo número de intentos.