Recientemente, organizaciones estudiantiles y Benjamín Rausseo, también conocido como Er Conde del Guácharo y quien ha lanzado su candidatura presidencial, propusieron una Ley de Primer Empleo y establecer escuelas técnicas, respectivamente.
Sin embargo, ambas iniciativas no tendrán el impacto deseado de que los jóvenes tengan garantizado su ingreso seguro al mercado de trabajo formal, aseguró el sindicalista Dick Guanique.
El coordinador del Frente Autónomo de Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato destacó que la situación política, social y económica del país dificulta la concreción de las propuestas antes señaladas.
Refirió que organismos especializados nacionales e internacionales del mundo del trabajo calculan una elevada tasa de desempleo juvenil (26%) en Venezuela.
«En momentos cuando la economía nacional era pujante, el mercado de trabajo acogió hasta 270.000 jóvenes al año con empleos decentes en el sector formal», dijo el dirigente de Fadess.
Agregó que actualmente ese número ha bajado a entre 130.000 y 150.000 jóvenes, con el agravante de que apenas 30.000 son contratados fundamentalmente por la empresa privada.
A su juicio, el país tiene que superar sus problemas estructurales, lo cual implica un cambio de dirección política para que la economía nacional crezca y se fortalezca.
«Con el aparato productivo prácticamente paralizado, una Ley de Pleno Empleo o más escuelas técnicas resultan ineficaces en el marco de la administración de Nicolás Maduro, caracterizada por desconocer las leyes», sostuvo Guanique.
Tal proceder, agregó, queda demostrado en la fijación unilateral del salario mínimo por parte del Ejecutivo, irrespetando el artículo 91 de la Constitución.
Dicho articulo, señaló Guanique, dispone que el monto del sueldo mínimo debe cubrir el costo de la canasta básica, que incluye los gastos de alimentos, salud, educación, bienes y servicios y recreación del trabajador y su familia. Pero la realidad es que más 80% de los venezolanos es pobre. Esto ocasiona que los jóvenes interrumpan los estudios de manera indefinida.
Deserción escolar alarmante
La Encuesta Nacional de Condiciones de Vida de la Universidad Católica Andrés Bello arroja que 190.000 alumnos de 3 a 24 años de edad abandonaron los estudios entre 2021 y 2022.
La Encovi indica que la pandemia de la COVID-19 dejó fuera del sistema educativo a 550.000 niños, adolescentes y jóvenes, por lo que es muy grave la deserción adicional de otros 190.000 en el año escolar 2021-2022.
Guanique alertó que muchos maestros y educadores se han ido del país y los que quedan ganan «salarios de hambre», lo cual explica las múltiples protestas del magisterio desde el 9 de enero en todo el país».
El sindicalista destacó también que el Instituto Nacional de Capacitación Educativa (INCR), y al que Hugo Chávez adicionó la S de Socialista, está muy disminuido y ya no forma jóvenes para el trabajo productivo formal.
El representante de Fadess advirtió que otro gran problema es la fuga de profesionales, técnicos y jóvenes producto de la migración forzada que genera las malas condiciones socio-económicas presentes en Venezuela.
Precisó que de los 6 millones de venezolanos que han emigrado, 80% están en las edades productivas para trabajar: entre 18 y 45 años.
Pero de esos 6 millones de personas, añadió, 60% están en las edades comprendidas entre 18 y 35 años, sin contar los niños y adolescentes que son retirados de las escuelas para acompañar a sus padres en la aventura migratoria.
Guanique reveló que muchos niños, adolescentes y jóvenes residentes en Venezuela se ven precisados a dejar los estudios para trabajar en el sector informal en puestos buhoneriles o limpiando parabrisas de los carros en los semáforos.
«Una Ley del Primer Empleo y más escuelas técnicas solo tendrían sentido en un sistema político respetuoso de las leyes y los derechos de los ciudadanos y en medio de una economía en crecimiento gracias a un aparato productivo nacional operando a plena capacidad de producción», sentenció el sindicalista.