El out 27 del quinto juego de la Serie Mundial cayó en Filadelfia, el Citizens Bank Park se despide hasta la próxima temporada y tuvo que hacerlo viendo a su equipo caer en desventaja (3-2), ante unos Astros que regresan a Houston necesitando una sola victoria para proclamarse campeones por segunda vez en su historia.
A pesar de ser un juego de pocas carreras, Noah Syndergaard falló en su misión de contener a los siderales, que en el propio primer episodio se pusieron arriba en la pizarra. El venezolano José Altuve conectó doble como primer bate y se metió hasta la tercera base, gracias a un error del jardinero central Brandon Marsh.
Acto seguido, el novato sensación Jeremy Peña –claro candidato a ser el Más Valioso de esta serie, si su equipo logra titularse– respondió con sencillo para enviar a ‘Astroboy’ a la registradora. Sin embargo, la reacción cuáquera no se hizo esperar, y el poderoso Kyle Schwarber sacudió un soberbio cuadrangular, con el que empató a Jimmy Rollins y Derek Jeter, con su tercer bambinazo como primero en el orden.
El abridor de los Phillies se mantuvo en la lomita durante tres entradas, permitió tres hits, dos carreras y ponchó a cuatro Astros; salió para el cuarto capítulo y el propio Peña lo recibió con batazo de cuatro esquinas que lo mandó directo a las duchas.
Así, Houston se mantiene en la misma tónica que los trajo hasta estas instancias, sin impresionar demasiado a la ofensiva, sino simplemente produciendo lo justo y necesario; a la vez que el pitcheo se ha mantenido hermético e indescifrable –con la clara excepción de Lance McCullers Jr. en el Juego 3– como el punto más clave de su éxito.
Mientras tanto, el segundo y tercer bate de los Phillies, Rhys Hoskins y J.T. Realmuto se combinaron para una jornada de 10-0 con siete ponches. Bryce Harper sigue siendo el bate que más carbura en esa alineación y los rivales lo saben; el ‘3’ de Filadelfia ligó doblete en dos turnos, negoció par de boletos y se embasó por pelotazo en el noveno.
Pero un solo palo no hace montaña y detrás de Harper está un Nick Castellanos que no ha podido aportar a la ofensiva, como se esperaría de él, en toda la temporada. En cada oportunidad que el cuarto bate logró llegar a la base, Castellanos falló, entregando el tercer out en tres oportunidades y matando la posibilidad de extender el inning.
A pesar de estar brindando un buen espectáculo en este Clásico de Otoño, comienza a hacerse tarde para Filadelfia y el manager Rob Thomson, que de momento es quien está perdiendo la Serie Mundial; va siendo hora de que el estratega asuma el rol y mueva las piezas en la alineación, pues carece de sentido que el bateador más caliente de tu equipo batee de cuarto, sin tener respaldo ofensivo y con el segundo y tercero igual de apagados.
El cerrador de los siderales, Ryan Pressly también se mantiene como el brazo más confiable de Dusty Baker, que en esta oportunidad lo trajo para un rescate de cinco outs y respondió cabalmente. El derecho de 33 años, lanzó 1.2 entradas, no permitió hits ni carreras, ponchó a dos y se apuntó su quinto salvamento.
La serie se reanuda el sábado con el sexto juego, a celebrarse en el Minute Maid Park de Houston, donde los Astros son todavía más peligrosos. La visita contará con su ‘otro’ as, un Zack Wheeler con los suficientes días de descanso, como para tener una buena noche; mientras que, de haber un séptimo juego, el venezolano Ranger Suárez será el elegido. Framber Valdez lanzará el juego seis por los de casa.