La disponibilidad de dinero en efectivo es un dolor de cabeza para el venezolano, pero en los sectores populares de la Gran Caracas se ha extendido la venta de cigarrillos al detal como un paliativo a esa situación. Arreglo ropa y por cada prenda cobro una o dos paquetes de cigarro. Con esa entrada, la familia tiene para el pasaje que obligatoriamente hay que cancelarlo en efectivo, contó una vecina de un barrio en la carretera Panamericana.
Ella trabaja también en una panadería, sin embargo, el dinero del salario lo destina a comprar fundamentalmente comida mediante el pago electrónico. Eso sí, a los que les pido las cajas de cigarros les aviso que no acepto marcas sifrinas sino las que más consume el pueblo, sostuvo.
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Un habitante de Caricuao narró que los cigarrillos no solo le dan para cubrir el gasto diario del pasaje, sino que también obtiene de ellos una ganancia extra por la reventa de bolívares en efectivo. Esa plata es un tesoro, todo el mundo la quiere incluso a veces me la cambian por dólares, indicó.
La crisis económica y la escasez recurrente de alimentos y otros productos debido a la caída de la producción desde 2012 ocasionó el cierre de muchas bodegas en los barrios, a lo que se añade el éxodo de los dueños por la diáspora, según la Asociación de Emprendedores, Microempresarios y Trabajadores por Cuenta Propia, Atraem.
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Otros vendedores informales de cigarrillos refirieron que ante la falta de expendios y negocios, lo cual incluye también licorerías, en las vecindades al final de la tarde o comienzos de la noche los muchachos y adultos les tocan la puerta para adquirir un cigarrito.
Hasta ahora el precio de una cajetilla con 20 cigarrillos de una marca popular nacional está entre 18.000 y 22.000 bolívares, sin embargo, los vendedores informales lo ofrecen a 1.800 y 2.200 bolívares la unidad.