El gasto mundial en telecomunicaciones y servicios de televisión paga será de casi $1,6 billones en 2022, lo que representa un aumento interanual del 1,9 %, según International Data Corporation ( IDC ) Worldwide Rastreador semestral de servicios de telecomunicaciones. El pronóstico más reciente es un poco más optimista que la versión publicada en mayo, ya que asume que el crecimiento en el valor total del mercado será 0,5 puntos porcentuales más alto. IDC cree que este movimiento positivo es consecuencia de la inflación (es decir, el aumento de las tarifas de los servicios de telecomunicaciones).
Como resultado de las presiones inflacionarias que han comenzado a amenazar su rentabilidad, los operadores de telecomunicaciones han comenzado recientemente a aumentar las tarifas de sus servicios. Una simple analogía indica que las tarifas más altas significan que los clientes están pagando más, y el valor nominal total del mercado está creciendo más rápido de lo esperado. Esta tendencia es común en todas las regiones del mundo y ha provocado cambios similares en sus respectivas previsiones de ingresos para 2022: el crecimiento en América aumentó en 0,3 puntos porcentuales, en Asia/Pacífico en 0,5 puntos porcentuales y en EMEA en 0,9 puntos porcentuales. El aumento en EMEA proviene principalmente de Europa, una región que está experimentando una inflación superior al promedio mientras lucha por encontrar un reemplazo para la energía rusa barata.
Con los aumentos de tarifas, la mayoría de los operadores se han centrado inicialmente en la sección móvil del mercado, elevando los precios promedio en un porcentaje alto de un solo dígito. Esto se ha hecho porque la sección móvil representa una parte importante de todos los mercados de telecomunicaciones, por lo que el resultado de dicha acción es visible antes; y en el segmento fijo, y especialmente en su porción B2B, suele haber una alta proporción de clientes con contratos plurianuales que no se pueden romper sin penalizaciones. En consecuencia, nuestra previsión de gasto en servicios móviles en 2022 se ha incrementado en 0,7 puntos porcentuales, por encima de la media del mercado en general.
La inflación no solo trae un impulso positivo al mercado. Por su parte, genera un deterioro del poder adquisitivo de consumidores y empresas, provocando así una disminución de la demanda. Afortunadamente, en el caso de los servicios de telecomunicaciones, no es probable que la disminución de la demanda sea masiva. Esto se debe a que la elasticidad de los servicios de telecomunicaciones, al igual que la de cualquier otro servicio público, es relativamente baja (es decir, la demanda de tales servicios cambia menos que proporcionalmente cuando su precio aumenta o disminuye). La elasticidad es mayor en los países menos desarrollados simplemente porque una mayor parte de los clientes no puede pagar servicios más caros; por lo general, optan por migrar a paquetes más baratos o incluso abandonar algunos servicios que consideran reemplazables. A diferencia de,
Además de la tabla anterior, un gráfico que ilustra el pronóstico de IDC para 2021-2026 para el mercado mundial de servicios de telecomunicaciones por región global (América, Asia/Pacífico y EMEA) está disponible al ver este comunicado de prensa en IDC.com .
Según las últimas previsiones publicadas por el Fondo Monetario Internacional, la inflación ha llegado para quedarse al menos durante los próximos tres años. En consecuencia, la danza entre el aumento de los precios y la disminución de la demanda seguirá siendo una de las principales historias en la industria de las telecomunicaciones. Aunque la elasticidad de los servicios de telecomunicaciones es relativamente baja, la inflación, junto con una posible recesión, podría arruinar el frágil equilibrio entre precios y demanda. «Esto pone a los operadores de telecomunicaciones en una posición incómoda», dijo Kresimir Alic ., director de investigación, Worldwide Telecom Services en IDC. «Mantener márgenes saludables requerirá rondas adicionales de aumentos de precios y su capacidad para equilibrar cuidadosamente las dos fuerzas determinará el desarrollo futuro de los mercados de telecomunicaciones en países individuales, regiones y en todo el mundo».