El Informe de Coyuntura Venezuela Abril 2024, elaborado por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la UCAB, proyecta un crecimiento del producto interno bruto (PIB) de 4,5% y una inflación de 31,7% al cierre de este año, aunque advierte que la “la evolución de la economía venezolana en 2024 es bastante difícil de predecir, dada la incertidumbre asociada al desenvolvimiento de los múltiples factores, internos y externos, que seguramente van a determinar el comportamiento de la coyuntura económica, social y política».
El reporte, coordinado por el economista Luis Zambrano Sequín y elaborado junto a otros cinco investigadores del Instituto, indica que «en el transcurso de este primer trimestre, las expectativas sobre el desempeño del sector petrolero y la gestión del gasto público se han modificado sustancialmente, afectando negativamente a la actividad económica interna».
«El bajo nivel de la demanda agregada doméstica y lo poco expansiva que ha sido la gestión fiscal, a la par del incremento en el ingreso de divisas de origen petrolero, han permitido que se hallan logrado avances en la estabilización de los precios y el tipo de cambio nominal. Sin embargo, Venezuela sigue siendo uno de los países más inflacionarios del mundo, con un acentuado problema de pobreza y desigualdad socioeconómica», se lee en el documento.
De acuerdo con el estudio, para este año la tasa de inflación anual de los precios al consumidor en moneda nacional que podría terminar aproximándose a 32%, “siempre y cuando no se generen nuevos choques negativos que afecten los ingresos significativamente los ingresos externos y las políticas económicas sigan teniendo el sesgo que hoy las caracteriza”, agrega.
“Desde luego, en la medida que el país no logre encauzarse por una senda de crecimiento sostenido será difícil garantizar la estabilidad de precios a mediano y largo plazo. En todo caso, a pesar de la importante desinflación de los precios en moneda local, Venezuela seguirá siendo uno de los países más inflacionarios de la región y del mundo”, advierte.
Para 2024 se proyecta una tasa de crecimiento del PIB total de 4,5%, por encima del 1,3% que se estima para 2023, indica IIES-UCAB. “Si dicho crecimiento se hiciera efectivo, el tamaño de la economía este año sería similar a la que ya había alcanzado en 1969”.
Explica que aproximadamente el 50% del crecimiento del PIB este año estaría explicado por la expansión de la actividad petrolera, que podría crecer a una tasa superior al 16%. La actividad no petrolera podría aumentar su nivel en un 2,4% en promedio, siendo los sectores “más dinámicos”: la minería y comunicaciones. El sector manufacturero y el comercial podrían expandirse, pero a tasas muy moderadas, así como el sector financiero y los servicios del gobierno.
Sanciones petroleras contra Venezuela
El Instituto señala que lo que ocurra con las sanciones petroleras, entre otros factores, afectará el desenvolvimiento económico de este año. «En todo caso, en lo que queda de 2024, el comportamiento de la economía dependerá, en lo fundamental, de la estabilidad política interna, la intensidad con la que se apliquen las sanciones internacionales y el riguroso control del financiamiento monetario del déficit del sector público», apunta el informe.
Se estima -según el informe- que en 2024 que la producción promedio de crudo en Venezuela podría alcanzar 862 mil barriles diarios (mbd), y con una tendencia que podría ubicar su nivel en 932 mbd a finales de año. De alcanzarse esta cifra, la producción se incrementaría 16,3% en relación con el valor promedio que se estima que puede haber registrado en 2023. En tanto, se calcula que el volumen promedio de exportación de crudos podría alcanzar un promedio anual de 791 mbd.
“Teniendo en cuenta el comportamiento del precio proyectado para 2024 (EIA, 2024), el precio promedio de la cesta petrolera venezolana se calcula en $/b 65,8, lo que representa un incremento cercano al 6,5% respecto al precio promedio del barril alcanzado en 2023”, añade el reporte.
Otras revelaciones del informe
Además, las nuevas estimaciones para este año contemplan un incremento de las exportaciones de 18,1% y de 4,3% en las importaciones, que ubican su valor en 18,2 y 19,1 millardos de dólares, respectivamente. Los incrementos son menores en 3,3 puntos porcentuales, en el caso de las exportaciones, y de 1,3 puntos porcentuales en el de las importaciones, con respecto a los estimados para dichas variables en el informe de coyuntura publicado en octubre de 2023.
La proporción en el PIB de la contribución de los tributos a cargo del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat) podría disminuir – aproximadamente en 1,3 puntos porcentuales – por el efecto de la desaceleración de la inflación en su nivel nominal, “sensiblemente más importante, que la del aumento de su base real de recaudación, bajando a 11,4% en 2024 de 12,7% que se estima habría registrado en 2023. Es posible, también, que la informalidad y la evasión sigan restando espacio de recaudación impositiva, dado el peso que en la estructura de costos tiene el sistema tributario actual”.
Sobre el sector financiero, el informe señala que en el caso de la banca privada los depósitos en divisas pasaron de ser 56% de sus captaciones totales en febrero de 2023 (cuando registró su máximo valor) a 44% en febrero 2024, y para el sistema en su conjunto, estos depósitos pasaron de representar el 37% en diciembre de 2023 (cuando se observó su máximo peso) a 29% en febrero de 2024.
Aunque la banca pública experimentó un relevante incremento de la participación de estas captaciones en el segundo semestre de 2023, éste se revirtió de manera importante en enero y febrero de 2024, advierte.