Para las industrias del calzado, vestido y confección, 2022 fue un año en el que experimentaron una recuperación en su capacidad de producción de 30%. Sin embargo, por ahora, no se perfila el mismo escenario para 2023.
Las bajas ventas durante el primer trimestre, así como la pérdida del poder adquisitivo de los venezolanos, son algunos de los factores que podrían determinar la productividad de este año.
El presidente de la Cámara Venezolana del Calzado y Componentes (Cavecal), Tony Di Benedetto, afirmó que desde 2022 el sector ha venido recuperando su capacidad de producción. «Hemos llegado ya a ocupar casi 30% de nuestra capacidad instalada», dijo.
Agregó que el año pasado “finalizó con una recuperación entre 25% y 30% de lo que el sector había perdido por los efectos de importación desmesurada y exoneraciones de aranceles, que fue uno de los motivos por el que nos vimos muy afectados».
Di Benedetto enfatizó que si el Estado mejora los anteriores aspectos para este 2023, la productividad podría mejorar.
Por su parte, Roberto Rimeris, presidente de la Cámara Venezolana de la Industria del Vestido (Cavediv), señaló que, aunque el sector registró una recuperación de 30% en 2022, le preocupa las condiciones económicas actuales del país.
«Respecto a 2022 todos terminamos arriba de 2021 entre 30% a 60%», dijo el representante gremial, quien advirtió que la caída en las ventas de este año ha llevado a los empresarios a preocuparse por la productividad que pudieran tener este 2023.
A juicio de Rimeris, «la producción nacional se encuentra muy disminuida por varios factores», entre ellos, la «Inflación que ha incrementado los costos desproporcionalmente con respecto a la producción de otros países»; así como el «fortalecimiento artificial del bolívar inyectando dólares al mercado y haciendo que la divisa sea más económica comparativamente».
Asimismo, aseveró que «la voracidad fiscal nacional, ha llevado a muchas empresas al sector informal o a su cierre», seguida de la deficiencia de servicios públicos, que han sido encarecidos por el Ejecutivo nacional.
La disminución del mercado por contracción económica, es otro de los factores que perjudican la producción del sector, «haciendo que las empresas nacionales compitan en un mercado con mucho menos demanda», además del «rezago tecnológico por la larga depresión económica y falta de crédito bancario», añadió Rimeris.
2023 empezó con caída en las ventas
En cuanto a las ventas, el presidente de Cavecal, Tony Di Benedetto, enfatizó que en lo que va de 2023 «han estado muy bajas», algo que no es de sorprenderse porque, por lo general, “el primer trimestre del año para la industria del calzado siempre ha sido más flojo». Pero apunta a que para el segundo trimestre ya comenzarían a retomar los niveles tanto en las ventas, como en la producción de zapatos en el país.
«Este año obviamente no vamos a llegar a los niveles de antes, pero por lo menos comenzamos a tener una pequeña luz al final del túnel, en cuanto a la producción nacional se refiere», sostuvo Di Benedetto.
Roberto Rimeris aseguró que, actualmente, no maneja cifras del sector vestido, pero «los comerciantes se quejan mucho de las bajas ventas. Creo que hay de todo un poco, desde gente que está vendiendo menos y otras que venden un poco más, diría entre -20 a +20% respecto a 2022», comentó.
En relación con la importación de telas, Rimeris dijo que «se mantiene bien», mientras que en el caso de las exportaciones «no hay casi capacidad».
Faltan estadísticas, entre ellas tasa de empleo
En la década de los años 90, la Cámara Venezolana de la Industria del Vestido llegó a contar con 400 empresas afiliadas, hoy solo se mantienen 25, debido a la fuerte crisis económica que atravesó el país hace algunos años atrás y que todavía sigue arrastrando.
Esto ha dificultado a la cámara para manejar algunas estadísticas, como la tasa de empleo en el sector, a lo que se le suma la falta de cifras oficiales por parte del Estado.
«No tenemos estadísticas del empleo del sector, ya que el INE (Instituto Nacional de Estadística) no las produce desde hace unos años. Asumimos que el empleo del sector se contrajo en proporción a la contracción de la economía en estos últimos 8 años, un poco más de 75%», estimó Rimeris.
No cuentan con financiamiento sostenible
La falta de financiamiento por parte del Estado y de la banca nacional sigue siendo un factor clave que afecta la productividad en el país y el sector calzado, textil y confecciones no escapan de ello.
De acuerdo con presidente de Cavecal, «no contamos con un financiamiento sostenible. El año pasado fue muy poco lo que la banca prestó y creo que el sector calzado fue muy limitado».
Sin embargo, para este 2023 «ya hemos escuchado que la banca tiene algunos planes de financiamiento y algunos créditos, que pienso que podrían ser algunas de las medidas que pudiéramos optar para activar este sector», aseguró el Di Benedetto.
A su juicio, la recuperación del sector calzado pasa porque el Estado resuelva no solo el tema del financiamiento, sino también por mejorar la capacidad del poder adquisitivo de los trabajadores venezolanos.
El presidente de Cavediv resaltó que «todos los sectores estamos muy mal» en cuanto al financiamiento, debido a que «el encaje legal alto no les deja a los bancos fondos para prestar» a los empresarios, industriales y comerciantes del país.
Rimeris considera que si la administración de Nicolás Maduro toma medidas para bajar el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF), mejora los salarios de los trabajadores y aumenta los créditos bancarios, el sector podría mejorar tanto su producción como las ventas.