Iswapp, llegó para cambiar los antiguos modelos económicos de Venezuela; Alejandra López, cofundadora de la marca, explicó que se trata de una “iniciativa triple impacto en el que proponemos un modelo de negocio de economía colaborativa, para así generar un movimiento de economía circular”.
Alejandra, resaltó que el propósito de Iswapp “es hacer que las personas tomen decisiones sostenibles y conscientes todos los días, comenzando por su closet”. Esto lo hacen posible a través de la idea del “intercambio”, lo que en la época de la colonia era conocido como “trueque”, solo que en esta oportunidad no se engaña a nadie con espejos y piezas brillantes.
Pues, de acuerdo a lo explicado por la cofundadora de Iswapp, actualmente, cuentan con tres formas de generar esta circularidad: “Lo logramos a través del intercambio y venta a consignación de ropa de segunda mano de calidad, que está almacenada y estancada en los closets de todas las personas que se quieren unir a nuestra comunidad”.
Asimismo, se apoyan en organizaciones no gubernamentales y fundaciones; así como, a las empresas: “A través de eventos presenciales que hacemos en alianzas con ONG y fundaciones que quieran usar este modelo para recaudar fondos o ropa que pueden monetizar para poder lograr los objetivos sociales”.
Añadió, Alejandra: “También tenemos ‘Viste para Triunfar’, que es un producto que llevamos a las empresas para acercar el inventario de ropa de segunda mano a sus colaboradores y que puedan ser de utilidad a bajo costo para lograr su closet corporativo. Igual, nuestro Spot o boutique de intercambio en Caracas, donde podrás intercambiar en un closet colectivo, piezas curadas y verificadas de segunda mano”.
De segunda mano y valioso
Alejandra, aseveró que esta práctica es conocida en el mundo entero, sin embargo, para ella tiene un significado ligado a su familia: “Mi mamá, con tres hijas decide hacer un espacio de closet compartido, para que las cuatro pudiéramos tener acceso a todo el inventario familiar y así evitar conflictos y simplificar la organización. La idea fue tan bien recibida por las cuatro que su hermana, mi tía, decidió hacer lo mismo con sus tres hijas, al momento de diseñar su casa. Ese closet colectivo familiar también fue muy exitoso”.
Esto, dijo, determinó parte de su estilo de vida, “y siempre lo he visto como una opción válida para rescatar y darle uso a piezas que están subutilizadas. Allí viene el concepto del Spot o Closet colectivo de Iswapp, que continuamente está rotando la ropa. Es una boutique de piezas únicas, curadas y verificadas para que las personas tengan una experiencia de tienda. Trabajamos por previa cita y con un sistema de membresías para intercambiar 5 prendas de las categorías que decidan intercambiar”.
El Spot de Iswapp tiene cuatro categorías, entre “básica que son pieza que costaron entre uno y 150 dólares. Intermedia entre 151 y 600 dólares. Lujo entre 601 y 1.000 dólares. Finalmente, está la categoría de ultra lujo, con prensa de 1.001 dólares en adelante. Así logramos clasificarlas y que el intercambio sea por rango y lo más Justo posible”, detalló Alejandra.
Además, se mostró satisfecha con la primera experiencia que tuvieron con el Spot de principios de mes, en Caracas: “Este es nuestro primer Spot. Está ubicado en Caracas y ha tenido gran receptividad. La intención real es que las personas vivan al máximo la experiencia del intercambio y se abran a probar una forma de consumo alterno al tradicional. Cuidamos la calidad de cada una de las piezas que entran al Spot para mantener la experiencia del cliente”.
También, destacó que existe una herramienta digital “en la que las personas pueden ver las piezas que entran y salen; y así decidir qué necesitan o qué les gustaría intercambiar, pueden ver a categoría, marca y talla de cada una de las piezas del inventario digitalizado. En realidad, es una vitrina digital”.
Creando magia y protegiendo el ambiente
Pero el esfuerzo de Iswapp no se concentra en una sola alma. En la actualidad, se trata de un equipo conformado por cinco personas: Eloísa Verá, María Fernanda Verá y Alejandra, son las cofundadoras, y que son ayudadas por otras dos personas “con quienes generamos la magia de Iswapp. También, contamos con valiosos mentores y tutores que nos han guiado en el camino”.
Y es que la magia se comenzó a generar desde sus inicio y Alejandra, lo explica con los datos recogidos a través de las plataformas digitales: “Tenemos más de 3.500 usuarios en nuestra App beta. Se han intercambiado más de 3.600 piezas de ropa y hemos trabajado con más de 12 fundaciones. Hemos generado más de 25 eventos de intercambio y venta de ropa de segunda mano, en los que han participado más de 400 personas”.
Orgullosa, continuó exponiendo los frutos de su emprendimiento: “Nuestro producto corporativo tiene un 90% de satisfacción y el ahorro económico es de 85% en costo de adquisición. Adicional a eso, hemos podido cuantificar el ahorro en el impacto ambiental, con un ahorro de, aproximadamente, ocho millones de litros de agua y 21.000 kilos de CO2, datos que cada vez son más importante para la gestión de empresas con triple impacto”.
Siendo Iswapp una alternativa que beneficia a una amplia comunidad: “Todos los miembros de nuestra comunidad se benefician de nuestra iniciativa triple impacto de forma directa e indirecta. Hemos concebido este proyecto como algo que pueda convertir al que participe en agentes de cambio”.
Estos beneficios se desglosan en ahorro económico y nuevas voluntades adicionales a la preservación del medio ambiente: “Generamos impacto económico por el ahorro real que tienen las personas que intercambian y compran piezas de segunda mano, ya que calculamos que hay un ahorro de por lo menos 85% en el costo de adquisición de una pieza nueva de igual valor y calidad”.
Sobre la preservación del medio ambiente, añadió: “Generamos impacto ambiental ya que logramos un ahorro real en las emisiones de CO2 y consumo de agua calculado a través de una calculadora index que hemos desarrollado para Iswapp. Los cálculos son aproximados, pero podemos monitorear el impacto ambiental de la contaminación que genera el elaborar esa pieza nueva y al intercambiar evitas que sea fabricada. Allí los swappers son agentes de impacto y el planeta se beneficia”.
Un esfuerzo con grandes frutos
Sin embargo, Alejandra señaló que los beneficios de su iniciativa no se quedan ahí, también subrayó el impacto social de Iswapp: “a través de nuestras alianzas con ONG y fundaciones, con quienes hacemos eventos y en conjunto hemos desarrollado productos, como: ‘Viste para Triunfar’, que es dirigido a las empresas, donde sus colaboradores compran piezas de segunda mano y el 50% de su compra va destinado a las fundaciones que nos consignan el inventario”.
Estas alianzas también son aprovechadas por fundaciones, como es el caso del “proyecto que tenemos junto a la Fundación Panabus, con el que logramos involucrar a las comunidades escolares a practicar el desapego de una pieza de ropa mensual de su closet, para realmente ver qué tienen, qué no usan o no les queda y al sacarla entender que una prenda de ropa al mes no les cambia su vida, pero sí puede transformar la vida de una persona en situación de calle. Allí se benefician, directamente, la sociedad, la comunidad y las personas en situación de vulnerabilidad”.
Finalizó, resaltando que el lema de Iswapp es: “usa lo que amas, intercambia lo que no”, por lo que, concretó: “nuestro objetivo es que la comunidad entienda que el intercambio debe ser lo más justo posible y que si aportas una categoría, te llevarás algo de la misma categoría. Así trabajamos el desprendimiento de cosas que realmente no usas, aunque sea de alto costo”.