Especialistas del campo aseguran que las investigaciones agrícolas juegan un papel fundamental para el desarrollo agropecuario de cualquier país e incluso es pieza vital para la alimentación de la población.
El ingeniero agrónomo Jesús Peña, asegura en un artículo publicado recientemente en portales especializados en materia agrícola, que todos los países con un desarrollo agropecuario sostenible poseen una institución baluarte en investigación agropecuaria.
“Estados Unidos basa su investigación en la actividad de las universidades e institutos tecnológicos. Por experiencia revisé en una oportunidad un libro sobre nuevas tecnologías de diseño de máquinas, producida por un instituto tecnológico estadounidense, donde se daban importantes aportes en mecanización agrícola. Los países europeos, mediante las universidades, institutos específicos aportes de los agricultores, han logrado, al igual que los asiáticos, una plataforma tecnológica que les ha permitido desarrollar acciones no solo en el campo agropecuario, sino en lo industrial comercio y de servicios”, precisa el también especialista en mecanización y manejo de suelos.
Agrega que en el continente americano países como Brasil y Argentina han logrado su desarrollo agrícola en dos de las instituciones más grandes del mundo en asistencia técnica e investigación. “Brasil con el Embrapa y Argentina con el INTA”, señala.
“Embrapa distribuido por centros en todo el país produce tecnología aplicada a cada región, a cada microbacía o micro cuenca. Ejemplo de ello es que poseen la tecnología de producir la carne más barata del mundo en su zona tropical. Pastos adaptados, asimismo productividad en manejo agronómico y variedades de soya, arroz, frijol, entre otras. En caña de azúcar mediante instituciones especializadas siembra y produce caña de azúcar para etanol con tecnología propia. Argentina con el INTA distribuido también en todo el país en investigación y asistencia técnica es baluarte del desarrollo ganadero, agro industrialización de la leche, productividades altas en soya, trigo, maíz, girasol”, puntualiza.
Por estas razones, el especialista indica que la investigación es la base del desarrollo “como decía Arístides Bastidas” y debe ser entendido así para que el Estado venezolano apoye a instituciones como el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, (INIA), a las universidades e institutos tecnológicos, al Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología (Fonscit), al Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) y a empresas privadas y fundaciones como Fundación Danac, Fundarroz, entre otras.
“En el caso de instituciones como Pedro Camejo, deslastrándolas del ámbito politiquero, se debe inyectarle fuerza y dinamismo incrementando y valorando tanto los sueldos de empleados como financiando proyectos”, opina.
Asegura que si no existe investigación es muy difícil lograr la productividad en el campo venezolano. “Creo que si no hay investigación no hay productividad, si no hay productividad no podemos salir de este marasmo”
“Basta con decir que, por ejemplo, en maíz, arroz, caña de azúcar, ganadería, porcinos, aves, ovinos y caprinos tenemos grandes fortalezas y solo necesitamos promoción, apoyo, dedicación de recursos físicos, económicos, de políticas de Estado para lograr disponer de variedades, de manejos agronómicos, de tecnologías pecuarias, diseño de máquinas, adaptación de máquinas, manejo de suelos, entomología y fitopatología, comercialización, asistencia técnica especializada por áreas, agricultura de precisión, diagnósticos y otros ítems que hacen necesario que la investigación efectivamente sea la base de un desarrollo sostenido”, sentencia.
Señala que con investigación se pueden disponer de distintas variedades de productos que con el manejo adecuado lograrían rendimientos importantes, ya que se adaptarían a nuestros campos y suelos.
“Ejemplos de deficiencias sobran, como el de disponer de híbridos de maíz de alta productividad para agricultores de avanzada, disponer de variedades de arroz para diferentes ambientes, fortalecer la información de variedades y manejo agronómico de caña de azúcar, disponer de variedades de soya rentables, disponer de tecnología en ajonjolí, manejo de cosecha variedades indehiscentes, en girasol variedades e híbridos probados evaluados y o creados en el país, en sorgo igualmente y en pastos forrajes, ganadería apoyar el uso intensivo del riego, el manejo de pastizal la asistencia técnica ajustada a la realidad, presencia del agricultor y del ganadero en su finca, presencia de las Asociaciones de productores no solo en asistencia técnica y financiamiento sino en investigación aun cuando algunas de ellas están produciendo información y desarrollando productos para sus socios”, precisa.
Sostenibilidad de los recursos naturales
Por su parte, Simón Golstein, representante de la empresa ecuatoriana Agroambiente, sostiene que las investigaciones agrícolas permiten conocer a fondo las diferentes especies y sus capacidades de producción en condiciones variadas, como algunas especies de arroz, las cuales son resistentes a condiciones más desfavorables que otras.
“Dentro de las investigaciones agrícolas podemos desarrollar la clasificación de las semillas y, a su vez, las diferentes etapas de desarrollo que presenta las plantaciones variando las condiciones. Otro aspecto importante que tiene la investigación agrícola son las herramientas y maquinarias que son utilizados para la optimización de los suelos. Permite la sostenibilidad de los recursos naturales, manteniendo un equilibrio con el medio ambiente, esto permite tener un mayor rango de preparación y producción de la tierra, esto se puede decir sistematización de la agricultura”, detalla.
Agrega que estas investigaciones se basan dependiendo a las necesidades que presenta cada región y de acuerdo con las necesidades que presenta cada población “se debe tomar en cuenta las especies autóctonas respetando su ciclo de siembra, por ejemplo, la siembra de maíz se caracteriza por sus diferentes especies y cada especie se desarrollan bajos condiciones climáticas diferentes”.
“Otra de las importancias que tienen las investigaciones agrícolas está en el desarrollo de los productos químicos, biológicos, naturales y ecológicos, utilizados para el control de plagas y enfermedades, como también al estudio de nuevos fertilizantes tantos químicos como productos orgánicos, de tal forma llevar una agricultura más saludable y proteccionista del medio ambiente”, precisó.
Finalmente, el investigador sostiene que la importancia de las investigaciones agrícolas es fundamental porque “es la encargada de mejorar los cultivos desde la semilla, los insumos, y las herramientas que se utilizan para el desarrollo y producción de los mismos y así someterse a un cambio continuo, incluyendo el estudio genético para la optimización de los cultivos”.