“La nación incivil”: la mirada de Alonso Moleiro que nos enfrenta a nuestro pasado

Para todos aquellos que nacimos en la década de los años setenta en Venezuela existe un momento que marcó nuestras vidas para siempre y quizá torció nuestros destinos. Ocurrió en 1989 cuando muchos -como yo- culminábamos la secundaria y estábamos tejiendo ilusiones universitarias. Pero de repente y sin entenderlo, ocurrió el Caracazo.

La nación incivil es el título del segundo libro de Alonso Moleiro, un periodista crítico, ilustrado, pero sobre todo con una estirpe que define la venezolanidad como parte de la naturaleza de su alma.

Publicado por Editorial Dahbar, presentado por el periodista Pedro Pablo Peñaloza, con prólogo de Alberto Barrera Tyszka y dentro del espacio de la Galería TAC, es una publicación basada en la investigación periodística que pasa por la reflexión, el análisis y la meditación de lo que realmente sucedió los últimos 27 y 28 de febrero de la década de los ochenta.   

El aumento del precio de la gasolina, anunciado como parte de un paquete de medidas impuestas por un dream team de economistas invitados por Carlos Andrés Pérez para llevar a cabo las reformas económicas que necesitaba Venezuela en ese su segundo mandato, tuvo un efecto explosivo en el país -con saqueos y disturbios- y dentro de la conciencia ciudadana. La democracia, orgullo de América Latina, se resquebrajó.

En retrospectiva, y ya adentrados en la década de nuestros 50 años, mi generación hoy se da cuenta que en ese momento el país cambió, nuestro núcleo familiar también y nuestro tejido social se convirtió en telaraña.

Foto: Raúl Romero | HispanoPost

¿Fue un hecho suscitado o planificado? Alonso Moleiro se sumerge en esa reflexión y en su mayor consecuencia: la llegada de Hugo Chávez al poder y la construcción de una narrativa que le permitió, entre otras cosas, arruinar a Venezuela.

“El 27 de febrero de 1989 fue el momento en que se descompuso el acuerdo social y la relación con la autoridad cambió por completo, es decir, se abrieron unos caminos que llevaron a Venezuela al tránsito de la democracia al chavismo y eso se llevó a cabo luego del Caracazo del 89”, señaló en una entrevista para HispanoPost.

¿Habría sido posible esta debacle en nuestro sistema democrático sin la participación del sector militar? Obviamente que no y Moleiro también se atreve a analizar estos aspectos que nos han traído a una Venezuela en 2021 que se negó a morir y que trata de renacer desde la mano, esta vez, de sus ciudadanos.

La reflexión sobre los últimos años lo lleva a concluir lo siguiente: “En 2017 podemos decir que hubo un Caracazo político, el país completo salió a tratar de zafarse de Maduro, pero él respondió esto de manera mucho más eficaz, intensa, progresiva, diferenciada, reprimió y mató a mucha gente, produjo grandes daños y sobre eso la historia se irá encargando de recoger. Pero la locura del Caracazo, esos saqueos que se produjeron sin que nadie interviniera difícilmente se podrán repetir en Venezuela”.

Este libro al que nuestro antiguo jefe en El Nacional, Sergio Dahbar, le dio su voto de confianza y seguramente sus sugerencias surge en un momento de la vida de gran importancia para los que decidimos seguir construyendo un país desde su realidad.

Estar en la presentación del libro de Alonso Moleiro me recordó su mirada juvenil cuando yo apenas era una pasante en la sección de economía de El Globo y veía a mi compañero de universidad salir de carreras a cubrir su pauta en las calles de Caracas; mientras su propio padre, Moisés Moleiro, daba una entrevista pegando al grabador su gran vozarrón en la sección de Política.

Quiso ese destino torcido que fuéramos testigos a través del periodismo de todos los eventos ocurridos a partir de aquel Caracazo y así han pasado más de 25 años, pateando calles, levantando la voz, siendo resistencia moral. Por eso es que este libro es tan personal. Es tan de Alonso, es tan de todos.

Escuchar sus palabras y conocer la metodología que utilizó para abarcar un amplio periodo de nuestra historia me convenció de que es un libro que debe formar parte de nuestra propia intimidad como ciudadanos por su significado, pero también por el nivel de entendimiento de lo que fuimos y de lo que seremos: “Yo soy de los que se anota con el futuro de este país. Venezuela va a recobrar su coherencia. Lo importante es fomentar el aprendizaje (…) El 27 de febrero fue una terrible mácula y al no saber interpretarlo como sociedad se nos escapó la realidad”.

La nación incivil es un regalo para nosotros como sociedad, como país, como soñadores de bienestar, pero, sobre todo, es un aprendizaje que nos conduce al rescate de la decencia.

Foto: Raúl Romero | HispanoPost