La emergencia humanitaria que vive Venezuela ha llegado a un punto crítico, advirtieron los expertos que participaron en el foro “La crisis humanitaria en Venezuela”, organizado por la Universidad Internacional de Miami (FIU, por sus siglas en inglés). Aseguraron que se requieren acciones inmediatas, entre ellas una revisión de las sanciones, pues estas -a juicio de ellos- están afectando a los venezolanos, sobre todo a los más necesitados.
Al extremo de que Susana Rafalli, nutricionista especializada en esa materia humanitaria, aseveró que “la urgencia es que se acabó el tiempo, las familias están llegando a un punto donde sus medios de vida hacen que la salida sea emigrar como familia, morir o descomponerse”.
La también representante de Cáritas Venezuela formó parte del panel integrado además por Feliciano Reyna, fundador de Acción Solidaria; Diana Vegas, presidenta del Centro al Servicio de la Acción Popular (Cesap); Geoff Ramsey, director para Venezuela de WOLA (Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos) y Eduardo Gamarra, director de The Latino Public Opinion Forum de la FIU. Como moderador del foro, que se realizó el pasado miércoles, estuvo Brian Fonseca, director del Jack D. Gordon Institute for Public Policy de la FIU.
Rafalli, basándose en las estrategias universales que las personas ponen en marcha cuando se quedan sin comida en sus hogares y sumado al hecho de que Venezuela se ubica en el cuarto puesto de las 10 peores cifras humanitarias del planeta, luego de Yemen, la República Democrática de El Congo y Afganistán, afirmó que la venta de enseres domésticos y desmembrarse como familia para poder consumir lo necesario han sido las prácticas de los venezolanos para poder enfrentar la crisis. Sin embargo, aseguró que en 2021 esto se intensificó con la liquidación total de los bienes familiares, las acciones ilegales o inseguras y emigrar como familia.
“En este punto Venezuela carga con su base de pobreza crónica, donde un tercio de la población está en problemas de alimentación extrema. Solo 8% goza de seguridad alimentaria y 82% tienen un consumo alimentario apenas suficiente. (…) Cuando se pensaba que no se podía estar peor llegó la pandemia y la crisis de retornados que estaban en otros países”, acotó.
Pero a pesar de la magnitud del problema, Raffalli advirtió que los recursos para el plan humanitario en el país han sido insuficientes y solo han alcanzado al 30% de la población, y esa cantidad disminuye por sectores. “En salud se proyectó llegar solo a 700 mil personas”, expresó.
Ante el problema y falta de fondos, la nutricionista recalcó que esta “es una crisis de proyección lenta y que mata por desgaste y falta de medios de vida. Por eso hay que pasar de hacerle frente con proyectos de corto plazo de seis meses para salvar vidas a unos de largo plazo”.
Las sanciones impactan a personas que queremos ayudar
“Por una parte, las sanciones están impactando a las personas que queremos ayudar y, por otra parte, están otras consecuencias que han fortalecido y beneficiado al gobierno, eso se debe ver y evaluar cuidadosamente”, afirmó Eduardo Gamarra.
Sin embargo, aclaró que las sanciones impuestas desde 2006 y las que continuaron “no son las causas de lo que vive Venezuela”. Enfatizó que esta situación viene desde décadas atrás y que es una combinación de factores, entre ellos el mal manejo en el país que “pudo haber comenzado antes de que Hugo Chávez llegara al poder”.
Frente a la magnitud de la realidad de esta crisis reiteró que no hay ninguna otra en Latinoamérica que haya llevado a tantas personas a la pobreza extrema y al éxodo. Considera alarmante que 95,5% de los venezolanos vivan en pobreza, siendo de un país que posee recursos como el petróleo. Y recordó que “la crisis en Venezuela no está causada por un evento extremo como una guerra”.
“Es muy importante que empezamos hablar de las dificultades y examinar las sanciones con muchísimo más cuidado sobre cómo estas pueden continuar o ser modificadas ante la crisis humanitaria”, puntualizó Gamarra.
Venezuela ha salido de la lista de prioridades
Por su parte, Geoff Ramsey afirmó que Estados Unidos “juega un rol importante en Venezuela” y por eso ve con “preocupación de que Venezuela ha salido de la lista de prioridades de las autoridades actuales”.
El experto en crisis política agregó que si bien presentar una foto completa de lo que está pasando en Venezuela es “muy difícil porque es algo que ocurre durante años”, han logrado hacerlo mediante la información que recopilan las organizaciones no gubernamentales. Es por ello que saben que “37% de los venezolanos sufren de enfermedades crónicas y no tienen atención médica ni acceso a esta”.
“Estamos intentando apoyar en ello porque estamos hablando de una crisis humanitaria muy compleja y un gobierno que controla el territorio y que tampoco tiene suficiente presupuesto por las sanciones. Ante ello, se afecta la población porque a este no le importa que el pueblo esté en estas condiciones”, expresó Ramsey.
Durante su intervención recalcó la importancia de lograr acuerdos políticos en Venezuela como el de agosto, cuando se reunieron representantes de la administración de Nicolás Maduro y de la oposición e hicieron un memorándum para trabajar ante la crisis humanitaria.
No obstante, lamentó que Maduro y sus representantes decidieran traer por su cuenta las vacunas a través del mecanismo Covax, cuando en ese momento formaban parte de una mesa de negociación con ese propósito.
Una emergencia humanitaria sin precedentes
Diana Vegas definió lo que se ocurre en Venezuela: “Vivimos una emergencia humanitaria sin precedentes en el país ni en el continente, profunda, omnipresente, sostenida, negada, desatendida y agravándose permanentemente”
Destacó que es el resultado de una superposición de varias crisis entre las cuales están la social, política, sanitaria y moral, “con violencia, desigualdades y pobreza que socavaron la capacidad del país para responder a esta magnitud de crisis”.
Vegas recordó que Venezuela es un “país petrolero sin gasolina. En 20 años se han cerrado 370 mil empresas y la migración venezolana es el mayor éxodo moderno en la región y corresponde al 20% de la población, cifra que es espeluznante”.
Al tomar la palabra, Feliciano Reyna aseguró que las primeras personas que alertaron que Venezuela estaba caminando a un contexto de crisis humanitaria fueron las organizaciones. “Cuando en 2015 y 2016 estábamos presentando los reportes de Venezuela era claro que esto era un desmantelamiento en materia de derechos civiles y había una gran corrupción. Pero la crisis humanitaria tenía falta de protección y condujo a efectos negativos por la escasez de comida y de educación, entre otros servicios. Y luego internacionalmente la migración llamó la atención”.
Para este defensor de los derechos humanos “es claro que tenemos problemas urgentes. Hay millones de venezolanos enfrentándolos y nosotros tenemos que trabajar por el diálogo. Es esencial que tengamos en cuenta qué afecta a la población”.
Reyna indicó que no se pueden negar las acciones provocadas por el gobierno contra la humanidad y los responsables deben enfrentarse a la ley. Agregó que actualmente la situación es “tan difícil y afecta a tantas personas que debemos actuar pase lo que pase”.
Acción Solidaria ha sido una de las organizaciones no gubernamentales atacadas por la administración de Maduro. Ocho de sus miembros fueron arrestados sin razón, no obstante, Reyna en el foro expresó que “la única manera de salir de la crisis humanitaria compleja, es con mecanismos como las negociaciones en México”.
“También consideramos que debe haber una revisión de las sanciones. Quizá las individuales tengan un propósito, pero las que afectan a nuestro sector y al petróleo que directamente se traduce en problemas de transporte, se deben evaluar (…)”, puntualizó.