Las recientes declaraciones del representante de la Cámara de Representantes de Estados Unidos por el partido Demócrata, Jim McGovern, es solo la última de las muchas voces que se están levantando desde ese país para criticar los resultados negativos que ha tenido la estrategia impulsada por el gobierno del expresidente Donald Trump hacia Venezuela, señala el semanario Exclusivas Económicas.
Sin lugar a dudas, en este momento hay presión desde distintos puntos para que estas sanciones económicas sean revisadas. De hecho, todos los discursos a favor de las sanciones, como el Marco Rubio, se han visto moderados en las últimas semanas, afirma el reporte.
Las razones para esto son variadas. En primer lugar, hay que destacar que si bien no hay una política exterior establecida y anunciada para América Latina, sí existe cierto consenso dentro de la administración de Joe Biden para tratar de hallar una salida política por el área humanitaria. De allí que entidades como el Instituto para La Paz estén siendo escuchadas.
Un segundo factor de mucho peso, de acuerdo con Exclusivas Económicas, es el lobby que empresas están haciendo para que levanten algunas sanciones que, dado el nuevo ambiente en Venezuela de mayor diálogo con la administración de Nicolás Maduro y cierta relajación con el clima de controles, podrían permitir que en el mediano plazo el negocio petrolero experimente un crecimiento.
Un tercer factor, agrega el semanario, es el limitado alcance que está teniendo el gobierno interino de Juan Guaidó sobre las decisiones políticas con relación a Venezuela ante la ausencia de un interlocutor válido con la Casa Blanca.
En cuarto lugar, está la figura del asesor de Biden para América Latina, Juan González, cuya aproximación hacia el conflicto político venezolano es distinta a la de sus antecesores. Para él, la solución pasa por una negociación entre los actores y así, de manera discreta y sutil, lo ha hecho saber en breves comentarios a través de su cuenta de Twitter, advierte Exclusivas Económicas.
Las sanciones a Venezuela comienzan a ser incómodas para la política exterior estadounidense
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