Los asesores del aspirante presidencial izquierdista brasileño Luiz Inacio Lula da Silva están proponiendo préstamos agrícolas «verdes» subsidiados para estimular la siembra de soja y maíz en pastos abiertos y reducir la deforestación de la selva amazónica, reveló Reuters.
La propuesta demostraría cómo el expresidente ha tratado de cortejar a aliados en el poderoso sector agroindustrial al tiempo que prometía políticas más respetuosas con el medio ambiente.
«La transición ecológica es un eje central de todas nuestras políticas», dijo Aloizio Mercadante, quien coordina la plataforma del Partido de los Trabajadores (PT). «Podemos abrir líneas de crédito diferenciadas para fomentar la migración a la agricultura que secuestra carbono».
La mayoría de las encuestas de opinión muestran a Lula con una ventaja de dos dígitos sobre el titular derechista Jair Bolsonaro, quien aprovechó una ola de apoyo rural para ocupar el cargo hace cuatro años.
Lula, candidato favorito para los comicios de octubre, afirmó que el presidente Jair Bolsonaro está “poseído por el demonio, como un fariseo y un genocida” y, que “sus mentiras no le mantendrán en el poder”.
Estas declaraciones las ofreció en su primer mitin político, a las puertas de la fábrica de Volkswagen, en Sao Bernardo do Campo, donde en los años 70 comenzó su carrera y se hizo conocido como líder sindical.
Allí Lula acusó al gobierno de Bolsonaro de “no preocuparse por el empleo” y carecer de “una política económica para un país que sufre con una inflación del 10%” y que cuenta con unos diez millones de personas en busca de trabajo (9,3%).
En este contexto, el programa de crédito que ofrece Lula a los líderes agrícolas ha despertado la preocupación de algunos activistas ambientales.
El programa apuntaría a alentar la conversión de pastos degradados en áreas de cultivo y también aumentar el uso de biopesticidas más ecológicos en Brasil, el mayor proveedor mundial de soja, café y azúcar, entre otros alimentos básicos.
Los préstamos verdes son similares a un programa de crédito subsidiado lanzado para la cosecha 2010/11, en el último año de gobierno de Lula.
Ese programa, ahora llamado ABC+, ayudó a reducir aproximadamente 170 millones de toneladas de emisiones netas de carbono durante los siete años hasta 2018, según la información del gobierno sobre el esquema.
Los agricultores del mayor estado cerealista de Brasil, Mato Grosso, serían los principales candidatos para los préstamos verdes, dijeron los asesores, ya que el estado cuenta con 11 millones de hectáreas de superficie sembrada y una superficie casi igual de pastizales degradados.
En 2021, la deforestación en Mato Grosso alcanzó los 2.300 kilómetros cuadrados, según la agencia brasileña de investigación espacial INPE.
Carlos Ernesto Agustín, un empresario de agronegocios que ha estado asesorando sobre las propuestas del PT, dijo que el plan impulsaría la producción agrícola, reduciría los riesgos de deforestación y mejoraría la imagen de Brasil en el extranjero al alentar una transición de la ganadería a la agricultura.
«¿Por qué no ocurre esta migración?» él dijo. “Porque carece de un incentivo… una política de financiación pública”.
La exministra de Medio Ambiente Izabella Teixeira, quien también ha estado asesorando la campaña de Lula, dijo que el 35% de la producción ganadera de Brasil se encuentra en la región amazónica, donde la productividad es baja.
Sin embargo, Teixeira subrayó que los incentivos para una agricultura más sostenible eran solo una parte de la solución para reducir la deforestación de la Amazonía brasileña, que alcanzó su punto más alto en 15 años debido a que Bolsonaro redujo la aplicación de la ley ambiental.
“Una cosa es enfrentar la deforestación. Se necesitan políticas de comando y control. Otra cosa es la transformación de los sectores económicos a bajas emisiones de carbono”, dijo.
Fuente: Reuters y Diario 16