En un país como Venezuela donde no tener agua se convirtió en lo normal, su capital no es la excepción. Según el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos, solo 11,4% de los caraqueños siempre tiene agua en casa. Este porcentaje registrado en junio marca una caída frente al 15% establecido en enero de 2021.
En los meses posteriores la realidad no ha mejorado y, actualmente, sectores tanto de Caracas como del estado Miranda están sin este servicio por una avería en la estación 32 del sistema Tuy III. A pesar de que ya fue reparada, según informó por Twitter el ministro de Atención a las Aguas, Rodolfo Marco Torres, la reactivación en las distintas zonas es progresiva.
Pero para solucionar la magnitud del problema y tener agua sin interrupciones más que reparar una avería, “se requiere de un plan de aproximadamente tres años y una inversión de 300 millones de dólares”, indicó el expresidente de Hidrocapital, José María de Viana.
Explicó que los problemas fundamentales de la falta de este servicio están en los sistemas Tuy I, Tuy II y Tuy III, “porque la ciudad cuenta con dos embalses llenos de agua, como son el de Camatagua, que puede contener tres años de suministro; y el de Taguaza, pero, aunque ambos están colmados, Caracas y sus embalses de emergencia, La Pereza, La Mariposa y Macarao, están completamente vacíos”.
Los sistemas de abastecimiento no son capaces de entregar la misma cantidad de agua que hace dos décadas. “Hoy en día la ciudad recibe 12 mil litros cuando en 1999 ese mismo sistema enviaba 20.000 litros, los 8.000 litros restantes no llegan porque los sistemas deben ser reparados”, dijo el expresidente de Hidrocapital, quien estuvo en el cargo a finales de la década de los noventa.
Estas reparaciones, sumadas a la necesaria mejora de calidad de agua ante unas plantas de tratamiento que para el experto están “funcionando muy mal”, necesitan de la cifra de 300 millones de dólares, tres años y un equipo competente.
Un sistema otrora competente
“Los sistemas Tuy I, II y III son una maravilla tecnológica. Una infraestructura construida con la mejor calidad y con capacidad de resistir en el tiempo, pero requieren de atención permanente porque no paran nunca”, enfatizó José María de Viana.
El ingeniero indicó que las reparaciones de los tres sistemas no necesitan de construir nada nuevo, sino de arreglar lo dañado “que se trata de motores, válvulas y fugas en grandes tuberías que desde hace años no se atienden correctamente. Con ello se obtendrían los 20.000 litros totales”.
Pero la empresa estatal de agua de Venezuela actualmente “no tiene el talento técnico necesario ni los repuestos requeridos para cumplir con las rutinas y hacer que funcione un sistema tan competente”, indicó de Viana.
Destacó que “más que dinero hay que destacar que hay un problema de talento humano, de capacidad técnica para saber dónde y cómo invertir y transparencia administrativa. En el pasado tuvimos inversiones donde no se necesitaban y con falta de rigor y transparencia. Por ello más que el dinero necesario debe ser manejado por gente competente”.
Al día de hoy, el sistema Tuy I, el más antiguo y robusto, trabaja a una cuarta parte de su capacidad. “Mediante él deberían llegar 3.000 litros más a la ciudad y de ser reparado tardaría mucho tiempo en volverse a dañar”, acotó de Viana, al describir que el Tuy II, cuenta con una capacidad de 6.000 litros, pero solo surte la mitad de ello, mientras que el Tuy III entrega 8.000 litros cuando podrían ser 10.000 litros.
Mientras esto ocurre en los sistemas Tuy, en municipios del área metropolitana ven un deterioro en el servicio peor al de años y trimestres anteriores.
“En Baruta lo general es que los ciclos sean bastante irregulares. Y en este tiempo ha empeorado muchísimo el servicio de agua en el municipio. Los ciclos son muy inconstantes y zonas como Manzanares, Lomas de Prados del Este y el Placer de María las dividen dejándoles muy poco tiempo de agua, lo que las afecta”, dijo el director general de Baruta, Luis Aguilar.