La Vega ha sido noticia en las últimas semanas por ser escenario de enfrentamientos entre sujetos armados y organismos de seguridad. El grupo que intenta tomar el control de la zona es conocido como la banda del “Mayeyas”, un sujeto que creó una alianza con la banda de la Cota 905 a través del pago de vacunas para cometer delitos.
Las bandas que se dedican al secuestro siempre recurren al Coqui, Garbis y Vampi, a quienes les pagan una suma de dinero para usar las “neveras” y lugares seguros de la Cota 905.
Las “neveras” serían los sitios donde dejan a la víctima en cautiverio mientras cobran el rescate o algún vehículo robado para “enfriar” hasta que las autoridades le pierden la pista.
Cada vez que necesitan de los espacios de “esa zona de paz” deben pagar una cuota a ese grupo delictivo.
“Mayeyas” ha usado esos servicios, pero está aprovechando para intentar ocupar y controlar La Vega, en el municipio Libertador, y así tener su propia área de operaciones, crear una alianza con la banda de la Cota 905 y expandir su territorio.
Habitantes de La Vega poco saben del “Mayeyas”, pero sí están claros de que es una persona despiadada que se dedica al robo, hurto, homicidio y secuestro. Algunas personas comentaron que desde pequeño presentaba actitudes violentas, pero todo empeoró cuando su hermano “Miguelito” murió en un enfrentamiento con cuerpos de seguridad en el estado Zulia hace 15 años. Desde ese momento comenzó su carrera delictiva y las personas le calculan que pasa de los 27 años de edad.
Regresó a La Vega sembrando el terror en sus habitantes y amenazando a los funcionarios policiales de la zona. En el sector San Rafael instalaron dos garitas de vigilancia en la montaña desde donde observan toda la parroquia.
También corrieron a los colectivos de la zona y asesinaron al hijo de Robert, líder de esos grupos. Los antisociales sometieron al joven y exigían la presencia de su papá. Al no presentarse, asesinaron al muchacho y lo mutilaron. Luego comenzaron con la cacería de funcionarios policiales que viven en la zona.
En días anteriores, francotiradores de la Unidad de Operaciones Tácticas Especiales (UOTE), del Cuerpo de la Policía Nacional Bolivariana, abatieron a distancia a múltiples antisociales que se encontraban en las garitas.
El último enfrentamiento fue el 7 de junio, cuando funcionarios de PoliCaracas se enfrentaron a la banda, y hasta el momento van varias horas de calma en La Vega. Se conoce que la banda posee fusiles de asalto AK103 y AR15, granadas y pistolas.
Habitantes de la parroquia piden que la policía ingrese a la zona y tome el control para evitar que la banda siga expandiéndose, sembrando el terror y amenazando la paz del sector. No solo sus habitantes son víctimas de la banda, también las personas que viven en las adyacencias. El pasado 24 de mayo cuatro personas resultaron heridas de bala, de las cuales dos murieron.
Uno fue el joven de 16 años de edad, Diego Alejandro Rivas Infante, quien se encontraba en la Urbanización Terrazas de La Vega cuando fue alcanzado por una bala perdida a la altura de la cabeza. Fue trasladado al hospital Dr. Miguel Pérez Carreño, donde fue intervenido quirúrgicamente, pero falleció a los dos días en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Otra de las víctimas de ese enfrentamiento fue la abogada y comisionada jefe jubilada de la PNB, Blanca Violeta Orellano, de 64 años de edad. Ella se encontraba en su casa adyacente de la Cementera, en La Vega, cuando fue alcanzada por una bala a la altura de su torso. Murió en el sitio.
Todos estos casos de personas que han muerto en enfrentamientos en La Vega y en manos de la banda que intenta ocupar el sector siguen sin resolver. La comunidad pide justicia y poder vivir en paz.