La reina Isabel II murió este jueves, a la edad de 96 años, en su residencia de Balmoral, Escocia, acompañada de su familia, según un comunicado oficial del Palacio de Buckingham.
El príncipe Carlos, hijo mayor de la monarca y heredero al trono, viajó al castillo escocés junto a Camila este jueves; así como el príncipe William, duque de Cambridge y nieto de la reina, según dio a conocer el Palacio de Kensington.
Otro de los hijos de Isabel II, Eduardo, se dirigió a Balmoral, al igual que el príncipe Andrés, duque de York. Mientras que la princesa Ana, única hija de la monarca, ya estaba allí. Uno de los últimos en llegar al palacio fue el príncipe Harry, duque de Sussex, según la agencia de noticias británica PA Media.
Todas estas movilizaciones ocurrieron tras una evaluación por parte de los doctores de la reina, quienes dijeron estar «preocupados por la salud de su Majestad» y recomendaron que ella continuara bajo supervisión médica, según el comunicado previo de este jueves del Palacio de Buckingham.
La monarca había aplazado una reunión con su Consejo Privado programada para este miércoles, después de que sus médicos le aconsejaran descansar, de acuerdo al portal BBC. Una fuente real añadió que el encuentro fue virtual y que la reina no había estado en el hospital.
La muerte conmocionó a la gran mayoría de los británicos quienes conocen a su majestad desde hace 70 años, cuando ascendió al poder al contar con solo 25 años de edad.
Su coronación se cimentó en una historia de amor de la familia real británica: la abdicación voluntaria del rey Eduardo VIII, su tío, quien se enamoró de Wallis Simpson y, gracias a ello, dio paso a la coronación de su padre como monarca.
Eduardo VIII asumió el trono en 1936. Para entonces era una figura muy popular, que tras su servicio en la Primera Guerra Mundial había hecho giras por el imperio.
Seis años antes había sucedido un hecho que marcaría su destino: conoció a Wallis Simpson y su esposo.
Eduardo VIII se enamoró de Simpson y, ante una negativa general frente a su plan para casarse con ella, abdicó voluntariamente en diciembre del mismo año en el que accedió al trono. Entonces asumió su hermano, Jorge VI, y él se casó con Simpson un año después.
Isabel fue a la coronación de sus padres, el rey Jorge VI y la reina consorte Isabel, convirtiéndose en la primera que mujer que siendo presunta heredera veía coronarse a sus progenitores.
Sin embargo, en el año 1936 todavía no fue designada heredera natural porque existía la posibilidad de que el rey y su esposa tuvieran un hijo varón y, de acuerdo a las leyes vigentes, en ese caso él se convertiría en heredero.
Esto cambió en el año 2011, cuando se introdujeron cambios en las leyes de sucesión que aseguran una situación de igualdad a hombres y mujeres. Esa es la razón por la que en la actual línea de sucesión el príncipe Luis, hijo menor de los duques de Cambridge, está en el quinto puesto por detrás de su hermana, la princesa Charlotte, que ocupa el cuarto.
La salud del rey Jorge VI comenzó a desmejorar seriamente en el verano boreal de 1951, según la Enciclopedia Britannica, por lo que Isabel lo representó en varios eventos oficiales, incluido el desfile Trooping the Colour.
Para ese momento ya estaba casada con el príncipe Felipe, el fallecido duque de Edimburgo.
Al año siguiente, ella y su esposo partieron en enero hacia un viaje que tenía como destino Australia y Nueva Zelandia y, cuando se encontraban de camino en Kenya, recibieron la noticia del fallecimiento del rey Jorge VI por cáncer de pulmón. Fue el 6 de enero de 1952, fecha en la que Isabel se convirtió en reina.
Su coronación en la Abadía de Wastminster tuvo lugar más de un año después, el 2 de junio de 1953. Los primeros meses del reinado, tras la muerte de su padre, los pasó en un relativo aislamiento hasta que, ya instalada en el palacio de Buckingham, asumió las tareas diarias correspondientes al trono.
La reina ya había anunciado para entonces que ella y sus herederos llevarían el apellido Windsor, que la familia real adoptó inicialmente durante la Primera Guerra Mundial.
La reina Isabel II fue la sexta mujer en ascender el trono británico y la monarca que más tiempo ha reinado.
En septiembre del 2015 rompió el récord impuesto por su tatarabuela, la reina Victoria, luego de 63 años y 216 días el trono. La reina Victoria (1837-1901) reinó durante 63 años y siete meses.
Fuente: CNN