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Siguen en aumento los crímenes de femicidios en Venezuela. La psicóloga y directora de la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa (Avesa), Mercedes Muñoz, dijo que el país figura entre los primeros 15 con más femicidios, según la Organización de Naciones Unidas (ONU). “El tema es que no hay cifras oficiales, como pasa con casi todo lo relacionado a indicadores de salud, derechos sexuales y reproductivos, derechos a las mujeres y derecho a la vida. Lo que tenemos son datos de organizaciones feministas que se han abocado a estos temas. Eso quiere decir que esa cifra podría ser mayor”.
Dijo que, de acuerdo con a cifras extraoficiales “en Venezuela, según el observatorio digital Utopix y que coincide con el observatorio digital Cepaz, hay una media de cinco femicidios semanales, uno cada 34 horas. “Los femicidios aumentaron 53% durante la cuarentena de COVID en el país. Del 1 al 31 den enero de 2021, según Cepaz, hubo 18 femicidios en Venezuela y hasta el mes de marzo, según Utopix, 58 casos registrados en el territorio nacional”.
Sin embargo, la creadora del Monitor de Femicidios de Utopix, Aimée Zambrano, afirmó que han disminuido los femicidios en un año: “En realidad en lo que va de año, con relación a 2020, la cantidad de femicidios no ha aumentado, sino que ha disminuido. Con relación a 2019, se registraron 46, hay un aumento alto, casi que el doble, pero en 2020 se reportaron 98 y en este año 73. Esto tiene que ver con que en enero del año pasado hubo un pico muy fuerte donde ocurrieron casi 34 femicidios”.
La abogada especialista en derechos humanos de la mujer y violencia de género y coordinadora de Activismo de Unión Femenina Venezolana (UNFEVE), Luisa Barrios, sostuvo que en gran medida la protección y la defensa del derecho a la vida de las mujeres debe comenzar desde el Estado, a través de políticas públicas con perspectivas de género, leyes que verdaderamente velen y protejan a la mujer, además de programas de educación y sensibilización, que generen cambios culturales.
“Actualmente, el Estado venezolano está reformando la ley orgánica sobre el derecho a las mujeres a una vida libre de violencia, incluyéndole nuevos tipos de delitos, pero realmente una actuación como tal no está sucediendo. De nada nos sirve reformar parcialmente la ley, si no estas ofreciendo políticas públicas a la hora de presentarse este tipo de casos”, dijo Barrios.
Detalló que el sistema de justicia nacional falla desde el momento en el cual la mujer hace la denuncia: “En muchas oportunidades lo que son las medidas de protección y seguridad no se cumplen o no le toman la denuncia de manera oportuna. Cuando actúan de manera rápida y eficaz es solo cuando el caso se vuelve viral en redes sociales, como pasó en Portuguesa. Estos casos se vuelven muy llamativos y se ven en la obligación de buscar justicia de manera rápida”.
La abogada indicó que en algunos órganos receptores de denuncias le entregan a la víctima la boleta o citación para que se la entregue al agresor. “Entonces, se entra en un punto en cual la víctima puede ser nuevamente agredida, porque un agresor no va a recibir la boleta de citación tranquilo, diciendo ‘gracias’. También con las órdenes de caución, hay quienes las violan. Esto demuestra que no es solo el tema de la impunidad, sino de la falta de políticas públicas, de ofrecer efectivamente herramientas, más allá de la ley, que permitan asegurar a la víctima. La impunidad es uno de los factores, pero no es el único”.
Muñoz aseguró que la seguridad, protección y los derechos de la mujer “no es un tema individual, es un tema de Estado”. “Es una responsabilidad del Estado garantizar el derecho a la vida de las mujeres. Este es un fenómeno que tiene que ver con una cultura machista, patriarcal que no se han venido cuidando. El femicidio es el último eslabón en la cadena de formas de violencia en contra de la mujer. Ssi las leyes se cumplieran de la manera que están concebidas, muchas de estas muertes pudieran ser evitadas”.
Educar para prevenir
La directora de Avesa y también psicóloga reiteró la importancia de educar a las personas en temas de género y los distintos tipos de violencia desde temprana edad para prevenir que sigan ocurriendo estos hechos.
“En las escuelas no hay un programa de educación sexual con una visión integral de derechos humanos y psicoafectiva. Con el tema de ser hombre o mujer, muchas veces lo que hacemos es perpetuar estas relaciones de poder. Ni siquiera en las universidades y en las profesiones que estarían estrechamente vinculadas con esta problemática, por ejemplo, Derecho, Medicina, Educación o Psicología, hay una sola asignatura para estudiar el problema de la violencia de género o hacia la mujer, que es un problema a nivel mundial”.
Advirtió que este tipo de crímenes ocurren dentro del seno familiar y que han aumentado en el contexto de la cuarentena por la COVID-19. Victoria Romero, presidenta del movimiento feminista Método Wom, señaló que en la organización también han aumentado las denuncias de violencia intrafamiliar y de género en el espacio público, desde la activación de la Alerta Morada.
“Lamentablemente en todo este contexto han aumentado las violencias hacia la mujer, en general. Desde Método Wom nosotros encendimos la Alerta Morada, hemos trabajado en la cuarentena en visibilizar los femicidios y las políticas públicas que debe implementar el Estado para reducir estos índices”, dijo Romero.
La activista detalló que, a través de la denuncia de las víctimas y sobrevivientes, han podido recabar información que no reciben del Estado. “Nos hemos movilizado y sensibilizado a través de campañas de muchas personas, tanto feminidades como masculinidades. Recientemente, nos han llegado casos de violencia en el espacio público y las víctimas y sobrevivientes nos comentan dónde son los espacios públicos donde se ha presentado el acto de violencia. Por ejemplo, aún continúa la Alerta Morada en los espacios de Caracas. Existen más de 21 tipos de violencia, y siento que se quedan cortos, como el machismo, el sexismo, que están normalizadas y no están tipificadas en la ley, pero existen”.
Zambrano aseguró que el “sistema patriarcal legitima una cultura de violencia contra las mujeres”. “Posturas machitas, viendo a la mujer como un ser desigual al hombre. Creo en prácticas o conductas asociadas a situaciones de agresión, que tienen que ver con la impunidad y normalización de la violencia, desde el acoso, la violencia psicológica, mediática, física, simbólica y todas las que están tipificadas”, indicó.
Advirtió que si la sociedad y el Estado no toman medidas frente a la gama de violencia, “por supuesto que habrá un clima de impunidad que permitirá que el agresor crea que esto es normal y que la mujer se críe creyendo que es normal ser maltratada, esto incide en el aumento de la cantidad de casos”. “Es un tema de educación, creencias e impunidad, más allá de ser patológico o psicológico, que es la explicación que suelen dar y les resta responsabilidad a los otros, otras y al Estado”, sostuvo.
Mujeres desprotegidas
Barrios reiteró que son pocos los casos que alcanzan la justicia. “Cuando los casos se vuelven virales es la forma de decirle al Estado ‘tienes que hacer algo al respecto, necesitamos justicia, porque si no se demuestra que no estás capacitado para esto’. Pero también se refiere al tema de políticas públicas y la falta de funcionarios. En el femicidio hay un porcentaje que vienen de una relación de violencia. Por ejemplo, la violencia intrafamiliar, una víctima que durante algún tiempo fue agredida física o psicológicamente, luego de esto es asesinada”.
Sobre las casas de abrigo indicó: “Fue algo que no se implementó en su totalidad, es decir, que no estaban en todos los estados. Conozco cuatro estados que tuvieron casas de abrigo, pero que no están trabajando. En Aragua y Cojedes dejaron de trabajar en el primer trimestre de 2019, mientras que en Sucre y Trujillo dejaron de hacerlo en el primer semestre de 2018. Desconozco si en algún punto de Caracas funcionaron las casas de abrigo o si siguen trabajando, de haberlas tenido. Básicamente, se llegaba a ellas mediante la denuncia, te pedían que no tuvieras a dónde acudir y que estuvieras en riesgo. En caso de tener hijos, que fueran menores de 12 años”.
Romero insistió en la necesidad de visibilizar el aumento de la violencia de género en las comunidades de bajos recursos, donde ni siquiera tienen acceso a las redes sociales. “También se han observado índices de violencia en las comunidades más vulnerables, que no solo pasa en Caracas, también en Lara, Táchira, Zulia, Carabobo, Aragua, Anzoátegui, Bolívar, donde las sobrevivientes, en su mayoría, están viviendo una situación de mediano y alto riesgo”.
Agregó que han tenido víctimas, que son revictimizadas por los funcionarios. “Esta situación es bastante complicada porque en Venezuela el único estado donde existen casas de abrigo es en Táchira. En Caracas existe una casa de paso, donde solamente van a poder recibir a estas mujeres en situación de riesgo con sus parejas lejos de sus agresores, pero únicamente por dos semanas”.
“Al no haber acceso a la justicia y un debido proceso, al no haber casas de abrigo, al no haber políticas públicas con perspectivas de género esto se complica. Por supuesto, cuando el Estado no ha promovido campañas de concientización en la opinión pública, cuando estos temas de prevención e intervención no se encuentran dentro de la estructura educativa, lamentablemente, no se va a resolver el problema a través de las ONG, porque va más allá”, afirmó Romero.
¡No dejes de denunciar!
Barrios insistió en el valor de la denuncia: “La protección por la vía legal es la denuncia. No solo el Ministerio Público, sino también todos los órganos de policías, prefecturas, tribunales de municipios, comandos fronterizos nos dan amplitud sobre quiénes pueden denunciar, el tema de la legitimación de la denuncia. También lo más recomendable es pedir las vías de protección y seguridad, además exigírselas los funcionarios. Aunque suene contradictorio, es una forma de tener un expediente. Si bien la denuncia no es tan fácil, tanto a nivel psicológico como procesa, es necesaria hacerla y es una forma de protegernos”.
“Método Wom podemos hacer el enlace para que presten este apoyo (casas de abrigo) en estados limitados, y brindamos desde nuestro programa Mano Sorora el apoyo psicolegal de forma totalmente gratuita. Sentimos que no estamos resolviendo del todo la problemática. Eso nos frustra”, dijo Romero. Aseguró que se están visibilizando mucho más los casos, pero “lamentablemente venimos de una cultura patriarcal y tanto mujeres como hombres somos víctimas de eso, hemos interiorizado formas de violencias comunes que lo que hacemos es perpetuar y reproducirlas. Mientras no existan campañas de sensibilización que cooperen a deconstruir a las masculinidades negativas, estos hechos continuarán ocurriendo.