Rafael Nadal aseguró su lugar entre los cuatro mejores del actual Australian Open, luego de despachar en cinco sets al canadiense Denis Shapovalov en el partido de cuartos final. La polémica se hizo presente, pues el joven de 22 años de edad protestó por supuestas preferencias que favorecieron al español.
«Le respeto, pero tiene que haber ciertos límites. No solo juegas contra él, también compites contra el juez árbitro. Es muy duro y frustrante sobreponerte a todo esto», comentó Shapovalov después del partido.
Durante el enfrentamiento, el jugador se acercó a protestar al juez de silla, llegando incluso a señalar que hay cierta corrupción en el torneo. Luego, él mismo reconoció que se extralimitó por el calor del momento, aunque se mantuvo firme en su postura de que Nadal fue favorecido.
«Claro que recibe trato preferente, se toma mucho tiempo entre puntos y sets, por eso tardamos tanto. ¿Cómo puedes recibir atención médica e ir al baño en el mismo descanso?», dijo el canadiense, que ha caído en cuatro de cinco partidos contra el español.
Además, el jugador aprovechó para recordar que el año pasado a él se le negó un permiso para ir al baño luego de ser evaluado por los médicos; mismo caso que se presentó esta vez con el mallorquín a quien sí le fue otorgada la concesión.
«Respeto todo lo que ha hecho Rafa y creo que es un jugador increíble. Pero tiene que haber algunos límites, algunas reglas establecidas”, enfatizó.
Nadal responde
«Sabía que me había tomado un poco más de tiempo al final del primer set. Normalmente te dan un poco más de tiempo y me tomé 30 segundos más. Creo que lo necesitaba y el árbitro actúo correctamente, yo cumplo las reglas. Creo que él se ha equivocado al protestar, entenderá que necesito cambiarme. Hay una nueva regla, que es el ‘toilet break’ y yo sigo las normas”, comenzó el español en su defensa.
Por otro lado, el jugador de 35 años aseguró que se sintió mal durante el partido, ya para finalizar el segundo set. El tenista considera que tuvo un golpe de calor que le provocó sentirse agotado y con molestias en la boca del estómago; sin embargo, los médicos le encontraron bien.
Asimismo, Nadal aprovechó para recordar que ya no tiene 21 años y que las condiciones no son las mismas, pese a sentirse bien físicamente hasta hace dos meses no sabía si podría volver a estar en una cancha.
“Es increíble estar en semifinales. No sé cómo he ganado, ha sido un milagro. He tenido suerte al principio del quinto set. Shapovalov tiene mucho talento, saca muy bien, en especial con el segundo saque», comentaba el semifinalista.
Nadal terminó restando importancia al malentendido con el canadiense, asegurando que son errores de juventud y que él mismo se dará cuenta con el tiempo. Además, desestimó la idea de que los grandes tenistas sean favorecidos por sus logros previos en pista.
No creo tener un trato preferencial porque en la pista no lo merezco y no lo tengo. No hay ventajas para los grandes jugadores en la pista. Las reglas son iguales para todos. Hay un supervisor y un juez de silla que aplican las normas. A mí me cantan los minutos cada vez que voy al baño”, puntualizó el manacorí.
Respectó a la posibilidad latente de sumar un nuevo trofeo de Grand Slam a sus vitrinas, el jugador dijo que quiere ganar por él mismo, que hasta hace poco estaba considerando su retiro, no por que vaya a tener más que Djokovic y Federer.
«El hecho de estar empatados los tres es que hemos compartido una gran época del tenis. Lo he dicho cientos de veces. Mi felicidad en el futuro no dependerá de ganar más grandes que Federer y Djokovic. No te puedes frustrar porque el vecino tenga una casa o un teléfono mejor», sentenció Nadal.
Ahora, Rafa Nadal –uno de los cuatro que pelearán por los dos cupos de la final– tendrá que medirse al italiano Matteo Berrettini, en el partido de semifinales. Mientras que la otra llave espera por los ganadores entre Jannik Sinner y Stefanos Tsitsipas, y Felix Auger-Aliassime y Daniil Medvedev.