Fue un trío perfecto para la cantante española Natalia Jiménez. Los tres conciertos que ofreció en el país -dos en Caracas y uno en Maracay- vendieron todas las entradas.
Pero lo mejor de su paso por ambas ciudades fue la entrega que ofreció la intérprete. Tres cambios de vestuario la ayudaron a demostrar que solo ella, sus músicos, una pantalla y unas bengalas de cuando en cuanto fueron suficientes. Así como el Teatro Teresa Carreño -el lugar de sus primeros conciertos- estuvo lleno, ella se encargó de hacer lo propio desde el escenario.
Tenía 12 años sin presentarse en Venezuela. «Y espero que no pase otra vez tanto tiempo para volver a veros. Estoy muy emocionada por el cariño con el que me reciben», dijo, al tiempo que, literalmente, brincó de emoción al decir que se había agotado la función.
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Durante sus dos horas de presentación, Natalia interpretó temas icónicos de su repertorio como «Creo en mí», «El sol no regresa», «El mundo se equivoca» y «Frase tonta», entre otros. Para esta primera parte, utilizó un traje negro.
El segundo cambio a blanco le sirvió para un set acústico. En este, entre otras canciones, interpretó «Tan solo tú», de Franco De Vita, y el público la coreó con ella de principio a fin.
El tercer vestuario le sirvió a la cantante para la parte más aplaudida de su concierto. Acompañada por un mariachi y vestida de ranchera, le dio rienda a un set que tuvo a la gente de pie hasta el final. «Costumbres», «La gata bajo la lluvia», «Se me olvidó otra vez» y «Amor eterno» se oyeron. El bis lo hizo Natalia Jiménez con ªEl rey», que concluyó con el teatro a una sola voz.
Antes de su presentación, el arpista venezolano Álex Martínez dio una muestra de su jorockopo, que obtuvo muchos aplausos de los presentes.