¿Qué haces cuando tienes ‘tiempo libre’ en el trabajo? Las respuestas, obviamente, pueden variar de un empleado a otro. Sin embargo, un hecho indiscutible es que es fácil que cualquier cosa, por muy pequeña que sea, lo distraiga. Y es justo eso lo que tiene que evitar.
Ciertamente, en la mayoría de los trabajos hay momentos de mucha actividad, que requieren de una gran atención y dedicación por parte del personal, pero hay otros donde el flujo baja y, a veces, el empleado no sabe cómo ocupar su tiempo productivamente. Incluso, se aburre.
“La mayoría de las personas se enfocan en cómo mantenerse productivas durante los tramos más ocupados. Pero hacer lo mismo en períodos más lentos puede tener un impacto dramático en su rendimiento y bienestar”, señala Elizabeth Grace Saunders, fundadora y directora ejecutiva de Real Life E®, empresa de asesoramiento sobre gestión del tiempo.
Sin embargo, no hay necesidad de preocuparse porque para ello hay solución. En su artículo “What to Do When Work Is Slow”, publicado en Harvard Business Review, Saunders sostiene que hay cinco formas clave para aprovechar al máximo los tiempos más lentos en el trabajo.
¿Qué propone entonces? A los empleados les ofrece un conjunto de recomendaciones. Los primero que les sugiere es que comiencen cada día con un plan claro para, precisamente, evitar que cuando no haya presión en el trabajo se distraigan o concentren en cosas sin importancia, pensando que tienen “mucho tiempo libre”.
Para contrarrestar esa tendencia, Saunders plantea que ese plan ayude a convertir un día potencialmente aburrido en una serie de “mini-sprints”. Por ejemplo, que escriba sus dos o tres tareas más importantes y las más pequeñas que le gustaría marcar en su lista de tareas pendientes, así como el tiempo que invertiría en cada una de ellas. “Tienes que ser más deliberado sobre la planificación de lo que lo haría durante un período ocupado”, advierte.
La segunda estrategia consiste en que el empleado se concentre en su desarrollo profesional. “Los tiempos más lentos en el trabajo presentan una oportunidad para mejorar toda su vida, si los aprovecha. Considere actividades de desarrollo profesional para las que normalmente no tendría tiempo y agréguelas a sus planes diarios… Está haciendo una inversión de tiempo que le ayudará en su trabajo actual o le abrirá puertas en el futuro”, comenta.
El tercer punto es usar el tiempo para avanzar en el trabajo que el empleado sabe que se avecina. “Ser proactivo evita que tenga que exprimir esas actividades en otros momentos en los que se siente excepcionalmente apurado de tiempo”.
La cuarta recomendación es construir relaciones con los compañeros de trabajo, pues esto allana el camino para una colaboración efectiva en el futuro y le brinda algo de capital de relación para los momentos en que el trabajo es más estresante.
Y, por último, en palabras de Saunders: “No olvides darte un descanso también”. ¿A qué se refiere exactamente? A que las horas de menor actividad abren espacio para invertir en la vida fuera del trabajo.
Lo importante, en todo caso, es no desperdiciar el tiempo cuando el trabajo está menos presionado. Lo ideal es que el empleado elija permanecer enfocado, que administre su tiempo de manera intencional y maximice su rendimiento no solo en los momentos de mayor actividad, sino también en los menos.
Así que no hay tiempo para estar aburrido.