Anabel Rodríguez fue hasta el Zulia para filmar el fenómeno del Relámpago del Catatumbo. Sin embargo, sus planes cambiaron drásticamente cuando descubrió un pueblito en el Lago de Maracaibo que, quizás muchos pensaron, estaba olvidado por la gente. Pero no, en Congo Mirador también llegó la polarización política que domina a Venezuela desde hace dos décadas.
Así nació Once Upon a Time in Venezuela (Érase una vez en Venezuela), la más reciente apuesta venezolana por el Oscar en la categoría de Mejor
Película Extranjera. La ópera prima de la cineasta, quien actualmente reside en Suiza, ha sido alabada en los festivales donde se ha proyectado, incluyendo el prestigioso de Sundance.
Ya la película pasó el primer filtro, pero todavía le quedan, por lo menos, dos más. El chance, no obstante, es mayor debido a que la Academia anunció que amplió a 15 el número de candidatos que optará por el premio en la mencionada categoría. «Estoy muy optimista, sobre todo porque es una buena historia no solo por el tema que, a lo mejor pudiera pensarse que solo interesa a los venezolanos, sino por la aceptación que ha tenido», comentó.
Y, ciertamente, el documental tiene una fotografía muy bien cuidada y a tres mujeres de Congo Mirador como hilo conductor de la historia. Las protagonistas son una dirigente del chavismo, una de la oposición y una niña que en su crecimiento va evidenciando el paso de cinco años en el lugar, porque Anabel Rodríguez, junto a su equipo, convivieron más de tres años con ellos. Llegaron justo previo a las elecciones de la Asamblea Nacional de 2015 y terminaron de filmar tres años después.
«Descubrí un pueblo cálido, personas que a pesar de las circunstancias luchan contra el olvido no solo de los dirigentes, que solo los buscan en procesos electorales, sino también del resto del país. Estoy muy agradecida con ellos», dijo.
La entrega del Oscar fue pospuesta, debido a la pandemia, para finales de abril de 2021. Rodríguez cree que tiene mucho chance de estar nominada cuando se den a conocer las nominaciones.
