Este jueves, el gobierno de República Dominicana anunció la adquisición de la participación de 49% de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) en Refidomsa, una nueva empresa conjunta, por 74 millones de euros equivalentes a 88 millones de dólares, en una operación facilitada por una empresa dominicana llamada Patsa.
La operación consistió en un canje de deuda por acciones. Patsa primero entregó una canasta de bonos venezolanos no especificados a Pdvsa a cambio de las acciones de Refidomsa, y luego vendió las acciones al gobierno dominicano, presumiblemente por efectivo.
En conferencia de prensa, el ministro de Finanzas dominicano, Jochi Vicente, dijo que Pdvsa primero se acercó a ellos con el acuerdo en marzo y que mantuvieron conversaciones con la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento de Tesoro de Estados Unidos, que no objetó la operación.
Según un análisis de la transacción realizado por el Energy and Mineral Field Institute (EMFI) el expresidente dominicano, Danilo Medina, también había discutido una potencial adquisición de las acciones el año pasado, pero no pudo sellar el trato debido a la incertidumbre sobre a quiénes reconocer como las autoridades legítimas que representan a Venezuela.
“La pregunta más interesante que tenemos es sobre la valoración de los bonos dentro de la operación. La respuesta sencilla debería ser ‘a su valor de mercado’ y podría decirse que sería un buen negocio para el gobierno venezolano, ya que podría haber retirado hasta USD 3.300 millones o un mínimo de USD 1.000 millones en reclamaciones nominales al entregar un activo adquirido por USD 135 millones en 2010. En el otro extremo, los bonos podrían haber sido aceptados a su valor nominal: si ese fuera el caso, Venezuela podría haber recibido tanto como USD 7,5 millones o tan solo USD 2,3 millones por su participación en Refidomsa, detalla el análisis.
Agrega que ninguno de los escenarios parece probable y espera que la valoración se sitúe en algún punto intermedio. “Para los tenedores de bonos, entregar los bonos a su precio de mercado no proporcionaría una ventaja significativa para venderlos directamente en el mercado secundario, lo que probablemente sería más sencillo debido a la posible participación de la OFAC. Tiene sentido aceptar USD 7,5 millones por un activo valorado cerca de USD 100 millones”.
“Si bien el gobierno de Maduro está tratando de presentar la operación como un reflejo de su enfoque favorable al mercado, no le daríamos demasiado peso a la idea. La cantidad de activos disponibles para este tipo de operaciones es muy limitada, lo que limita el alcance de esquemas similares. Estimamos el valor de los activos del gobierno venezolano en el exterior en USD 19.500 millones, pero solo USD 6.100 millones, en el mejor de los casos, podrían emplearse para operaciones similares después de deducir las cuentas de efectivo, la asignación de DEG del FMI y los activos que ya están comprometidos en otros lugares. Por otro lado, Venezuela debe USD 58.800 millones en bonos en mora más USD 20.800 millones en intereses vencidos (PDI)”, señala el EMFI.