El hecho de que las operaciones de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) estén al mínimo no ha revertido la ocurrencia de derrames diarios de hidrocarburos en las áreas de la industria, afirmaron fuentes sindicales.
«La noticia del derrame en el Golfo Triste, estado Falcón, con una mancha de cuatro kilómetros se conoció por la bulla que hicieron las comunidades afectadas», refirió Ivan Freites, directivo de la Federación Única de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv).
El dirigente deploró la respuesta tardía de las autoridades para atender la emergencia detectada el sábado. Fue el martes, cuando el ministro del Ambiente, Osdwaldo Barrera, informó por Twitter que estaban limpiando las playas.
El representante de la Futpv alertó que el problema radica en que Pdvsa descuido el plan de contingencia para responder eficientemente y a tiempo los derrames, los cuales se presentan a diario en la industria petrolera por el deterioro de las instalaciones y falta de mantenimiento.
«La mayoría de las veces los eventos son silenciados y ni siquiera se reportan ni se realiza el informe técnico correspondiente», denunció el sindicalista.
Freites aseguró que otra situación irregular es que Pdvsa no tiene aseguradas sus instalaciones contra derrames, accidentes operacionales y laborales u otros eventos, por lo cual no hay un respaldo económico para pagar indemnizaciones por daños a sus instalaciones y a terceros (comunidades y personas) afectados por los siniestros.
Francisco Luna, también directivo de la Futpv, destacó que en todas las áreas operacionales de Pdvsa en el país -campos, patios de tanque y de llenado y despacho, refinerías, entre otras- las instalaciones y tuberías están fuertemente dañadas por la corrosión, lo cual ocasiona derrames de crudo por fugas, además de emisiones tóxicas y contaminantes al ambiente.
Este deterioro, agregó, también es causa de incendios y explosiones recurrentes, sobre todo, en las refinerías.
Luna advirtió, además, sobre abrupta caída de las actividades de extracción, como consecuencia del recorte y cierre de la producción en áreas como la faja del Orinoco.
El informe de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de julio reportó que la producción de crudo de Venezuela cayó a menos de 400.000 barriles diarios ese mes.
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