En las últimas semanas el ministro de Petróleo y presidente de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Pedro Rafael Tellechea, ha visitado las instalaciones y áreas operacionales de la estatal para constatar la marcha del Plan 2023 de Recuperación Integral y Productiva de la industria nacional de los hidrocarburos.
Dentro de esta programación, se ha establecido el llamado plan de los 100 días, anunciado por Tellechea en mayo y que pretende elevar la producción petrolera y la refinación a 1 millón y 390.000 barriles diarios de crudo, respectivamente.
Sin embargo, los sindicatos y trabajadores se quejan de que el plan petrolero no menciona lo relativo a mejorar las condiciones socioeconómicas del personal de la industria.
En este contexto y simultáneo a las giras de Tellechea, se han presentado protestas laborales en la refinería de Puerto La Cruz y el Complejo de Jose (estado Anzoátegui), Punta de Mata (Monagas) y el muelle Rafael Urdaneta y Ciudad Ojeda en Zulia.
Haciendo eco de los reclamos del personal, el secretario general de la Federación Única de Trabajadores Petroleros de Venezuela, José Bodas, envió -con fecha 15 de junio- una carta a Tellechea solicitando una solución inmediata a los problemas laborales sin que hasta el momento haya respuestas concretas.
En la misiva, el representante de la Futvp expone que los trabajadores activos, jubilados y sobrevivientes de Pdvsa, las empresas mixtas y Pdvsa Gas «no podemos seguir sufriendo y padeciendo enfermedades por la falta de un seguro médico (el Sicoprosa) y el estado deplorable de las clínicas de la industria».
En materia de salud, según el sindicalista, Pdvsa incumple la cláusula 42 del contrato colectivo petrolero, el cual, por cierto, está vencido desde octubre de 2021.
En ese sentido, Bodas insiste en la necesidad de la discusión inmediata de un nuevo contrato colectivo con la participación de la clase obrera petrolera a través de los Comités de Defensa de la convención colectiva.
Situación económica insostenible
Con ingresos de 12 dólares semanales, los trabajadores petroleros venezolanos son los peor remunerados en el mundo. Por ejemplo, el salario de un operador petrolero en Colombia es de 1.500 dólares al mes.
En la carta, Bodas destaca que los trabajadores petroleros venezolanos demandan un salario que cubra el costo de la canasta básica, pues «no podemos seguir trabajando con un ingreso económico que ni siquiera cubre el costo de reposición de nuestra fuerza de trabajo».
Otra exigencia es la entrega oportuna, a tiempo, del equipamiento de seguridad (botas, uniformes, máscaras, lentes, tapabocas, protectores auditivos, sensores individuales de emisión de gases, vehículos y cascos, entre otros) para realizar las labores en condiciones seguras y reducir al mínimo cualquier posibilidad de accidente en el trabajo como lo disponen la Ley y la cláusula 46 del contrato colectivo.
También piden la eliminación del factor 90/30, el cual ha depreciado derechos remunerativos adquiridos como los bonos nocturno y mixto, las horas extras, el tiempo de viaje, entre otros, en perjuicio del cálculo de las prestaciones sociales, vacaciones y utilidades.
En la carta, Bodas expone la aspiración de los trabajadores de que los bonos sean parte del salario para rescatar el valor de las prestaciones sociales, las vacaciones y las utilidades, entre otros conceptos laborales.
«Los trabajadores petroleros vivimos una verdadera situación de emergencia y es menester que usted, en su carácter de presidente de la principal industria del país, adopte medidas cónsonas con la situación, las cuales le den una respuesta a las urgentes necesidades existentes en el seno de la clase obrera venezolana», concluye el texto de la comunicación.