La ONG Oso Andino Guaramacal trabaja para impulsar la declaratoria del Parque Nacional Ramal de Calderas, en el estado Trujillo, con el objetivo de preservar la vida de los osos andinos, especie en peligro de extinción.
Marcos Hidalgo, coordinador de la ONG, sostuvo que la creación por decreto de este parque en el eje sur de la Sierra de Trujillo, un espacio de más de 50 mil hectáreas, lograría proteger jurídicamente la conexión entre el Parque Nacional Sierra Nevada y el Parque Nacional Guaramacal, lo que aseguraría la protección del oso en todo ese territorio.
Este proyecto no solo protegería el hábitat del oso, también el de otras especies que hacen vida en ese territorio, como venados, lapas, y cuatro distintos felinos (cunaguaro, margay, puma y tigrillo).
Indicó que para llevar a cabo este proyecto han trabajado de manera conjunta con funcionarios del Instituto Nacional de Parques (Inparques), para elevar la propuesta al Ejecutivo nacional para que sea aprobada.
Hidalgo, quien también es docente e investigador de la Universidad de Los Andes (ULA) en Boconó, detalló que en el año 2019 se registraron más de 500 rastros de osos en Guaramacal, y en 2020 llevan casi 600 registros en el Ramal de Calderas. La ONG realiza el monitoreo de la especie mediante el uso de cámaras trampas. Las primeras imágenes obtenidas a través de este método se vieron a principios de 2019.
Desde el año 2016, esta ONG se encarga del estudio y conservación del oso andino y la conservación de su hábitat. Y desde finales de 2018 realiza recorridos en campo para recolectar y sistematizar datos de señales y rastros que deja el oso como parte de su ecología (excretas, comederos, senderos, marcas en árboles, nidos, encames, huellas), específicamente en el eje sur de la Sierra de Trujillo.
En tal sentido, Hidalgo aseguró que hasta ahora se han logrado visualizar 11 osos, cinco en Guaramacal y seis en el Ramal de Calderas.
Señaló que este oso se encuentra solo en cinco países (Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia). Por esto, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza cataloga esta especie como vulnerable, pero para Venezuela está catalogada como en peligro de extinción, según el Libro Rojo de la Fauna Venezolana. “Esto se debe a la fragmentación y pérdida del hábitat y la cacería que se realizó durante mucho tiempo de manera indiscriminada. La gente lo cazaba porque existe la leyenda de que en las montañas existe el oso salvaje, y porque se le atribuyen a la especie poderes curativos y afrodisiacos”, explicó.
El oso andino es la única especie viviente de su género
La importancia de cuidar de esta especie es que el oso de anteojos, también conocido como oso frontino, oso andino, oso sudamericano, ucumari y jukumari, es una especie de mamífero de la familia Ursidae, la única que vive de su género.
El pasado mes de febrero se realizó la “EduFiesta” del Oso en una comunidad rural de Boconó, área de trabajo del Proyecto de Conservación Oso Andino Guaramacal. Esta es una actividad socio ambiental y educativa que tiene como objetivo llevar un mensaje de conservación a favor del oso andino (Tremarctos ornatus) a niños que viven muy cerca de esta especie.
Hidalgo sostuvo que esta celebración fue posible gracias al apoyo de empresas privadas como Embutidos Movilla y la plataforma Río Verde. En la celebración se le picó una torta al oso andino, hubo piñata, cotillones y pasapalos, mencionó.
Subrayó que todo lo que se ha hecho ha sido “a músculo propio”, es decir, autofinanciado. En noviembre de 2020 la ONG recibió apoyo de Río Verde, Frazani, Frontino y Embutidos Movilla (con equipamientos, botas y logística para las expediciones), que aportan para el desarrollo de este proyecto, comentó el investigador.
Acotó que están abiertos a cualquier apoyo que deseen brindar las personas o empresas, porque las expediciones conllevan gastos, además las condiciones adversas del clima suponen gastos para los exploradores.
Actualmente, esta ONG es la única que se encuentra en campo trabajando para la conservación de esta especie. Sin embargo, Hidalgo informó que se están creando brigadas de conservación en el estado Mérida a través de Inparques.
Agregó que se está organizando un taller de monitoreo de oso andino, donde participarán 219 personas de diez países.
También se encuentran organizando la Fiesta del Oso, conjuntamente con Río Verde e Inparques, en la comunidad netamente rural de Las Negritas, en Boconó, “área clave para conservación, pues está en todo el núcleo de conservación de oso, y sus habitantes deben saber qué hacer si se consiguen a un oso de frente para no hacerle daño”. Esta actividad será el 22 de mayo, Día de la Diversidad Biológica.
Por otra parte, el presidente de Inparques, Josue Lorca, informó que se están realizando todos los estudios de evaluación para los corredores ecológicos, e invitó a participar y establecer puntos en común para que “Venezuela sea una referencia de protección del oso frontino”.
Se espera nuevamente poner en funcionamiento el centro de rehabilitación del oso andino en el estado Mérida con el apoyo del Zoológico Chorros de Milla, según reseña la cuenta de Instagram de Inparques.