Tras el anuncio efectuado el pasado viernes por la vicepresidenta de la administración de Nicolás Maduro y ministra encargada de Economía, Delcy Rodríguez, acerca de la eliminación de la exoneración de impuestos a 597 códigos en productos terminados “que puedan estar afectando la producción nacional”, el primer vicepresidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), Francisco Acevedo, sostuvo que hay tres variables que afectan al producto nacional.
“En primer lugar, el acceso al financiamiento es clave y en Venezuela es nulo, además la estructura de costos es muy elevada. El gobierno debe tener voluntad de financiamiento, también debe haber igualdad de condiciones en la legislación y mejora de la productividad a través de incentivos en el desarrollo económico”, especificó.
Agregó que “estas tres variables afectan al producto nacional que ha sobrevivido luchando contra un gobierno que ha querido destruirlo en todo momento, y si esas variables no cambian va a ser muy complicada la competencia con los productos que de manera desleal entran al país”.
Acevedo aseguró que la producción nacional está lista para abastecer algunos rubros. Y destacó que en el país había 12 mil industrias, pero 20 años después quedan 2 mil industrias aproximadamente. “No hay duda que el gobierno destruyó el aparato productivo”, manifestó.
Para el vicepresidente de Conindustria, la solución de corto plazo es la producción, “pero se sigue destruyendo el aparato productivo del país”. “Hay empresas que hoy en día no tienen capacidad de producción para abastecer la demanda”, apuntó.
Respecto a las reuniones entre el sector empresarial con el gobierno de Nicolás Maduro, sostuvo que “se dan las conversaciones, pero pareciera que no somos escuchados, muchas las cosas solicitadas no ocurren. No somos claramente escuchados ni tomados en cuenta el 100%”.
Generará mayor competitividad
El economista Luis Arturo Bárcenas, de la firma Ecoanalítica, sostuvo que esta medida generará mayor competitividad para la producción local. “Ahora para importar ciertos productos se tiene que pagar un costo adicional y eso hace que algunos productores decidan producir el bien localmente y no importarlo, puesto que el arancel adicional les representa un costo mayor”, afirmó.
No obstante, a su juicio, eso no cambiaría la relevancia que tiene la dinámica importadora en la actividad económica en Venezuela, “porque mucha de la demanda de las importaciones que hacen las empresas se ve motivada por la apreciación real del tipo de cambio, porque provoca que los bienes producidos localmente sean más caros que los bienes que se importan”.
Explicó que para un productor, aún con la eliminación de los aranceles, puede que siga siendo más barato importar un bien y venderlo localmente que importar insumos y producir el bien localmente para venderlo en el país.
Consideró que “puede que en la medida que el tipo de cambio se ajuste más a la inflación la eliminación de ese arancel cumpla un mayor rol, pero no creo que eso ocurra en este año, dado los escenarios que se están planteando en materia de hiperinflación y el tipo de cambio”.
Acotó que esta medida pudiese afectar a bodegones y empresas de consumo masivo que exhiben bienes importados en sus anaqueles. Alertó que también puede generar perturbaciones a nivel de oferta de bienes y generar un desabastecimiento generalizado, así como “que se vean mayores presiones al alza de precios, porque hay una menor oferta de bienes”.
Asimismo, dijo que es muy poco probable que el empleo local se eleve, porque muchas empresas van a seguir queriendo importar en lugar de mantener plantas de producción de bienes activas, van a tratar de reducir costos y el tamaño de esas plantas para destinar esos recursos financieros a importar más, y van a dejar de seguir contratando personal.
Indicó que las importaciones han marcado pauta en la oferta de bienes en Venezuela. “Con menores importaciones es probable que se genere el efecto contrario, es decir, que si las importaciones afectan el insumo para producir localmente entonces las empresas dejen de producir localmente y se cierren más fábricas o se contrate un número de personal menor y, en consecuencia, va a afectar negativamente al empleo”, especificó.
¿Ahorro en divisas?
Por su parte, Carlos Ñañez, economista y profesor universitario, indicó que “si esta medida no es acompañada con un plan estructural se diluirá en el tiempo”.
Expresó que “los pros son plausibles y no se debe a la acción del gobierno, sino a la presión que establecieron las cámaras de empresarios y el sector privado en Venezuela, quienes siguen siendo unos verdaderos sobrevivientes y héroes que se han logrado adaptar a estas condiciones macroeconómicas tan hostiles”.
Aseguró que Delcy Rodríguez, “quien es vicepresidenta de la República y vicepresidenta para el área económica y financiera del país, desconoce los términos financieros y económicos y está haciendo intrusión en esta área del saber profesional, porque esta medida no va a generar de manera inmediata ahorro en divisas ni generación de empleo formal”.
Ñañez advirtió que “la abogada parece haber olvidado sus lecciones de economía política básica como estudiante de derecho, en las cuales le debieron de explicar que con una industria destruida, con un producto interior bruto absolutamente contraído como consecuencia de una caída en una en la actividad económica producida por el propio Estado a través de la desinversión de un proceso de corrupción como el que tiene Venezuela, no hay capacidad para ahorrar en divisas”, subrayó.
Apuntó que el proceso de importaciones que es un mecanismo empleado por el gobierno de Nicolás Maduro para intentar ocultar la gravísima crisis de producción que existe en el país. “Venezuela tiene una contracción de 80% de su producto interno bruto y por la vía de las importaciones y sobrevaluando el tipo de cambio, el cual aún está infravalorado y no se aproxima a su valor de equilibrio que es de ocho millones de bolívares por dólar, el Estado ha emprendido esta política de importaciones para sustituir a la industria nacional”.
También manifestó que Venezuela hoy es mucho más desigual que en 1998. “Más de 56% de la población no tiene acceso a divisas y más de 80% de los ciudadanos no tiene acceso a mecanismos de pago digitales en divisa, porque no han abierto cuentas ni tienen posibilidades de tener cuentas abiertas en el exterior como el escaso 15% de la población que, por la vía del ahorro, ha logrado emplear sus divisas”.
A la fecha aún se espera sea publicado el decreto para conocer cuáles son los 597 productos a los que se les anulará la exoneración de impuestos.
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