La noche del lunes pasado, Nicolás Maduro afirmó que podría reanudarse el diálogo que se desarrolló el año pasado en México, con la intermediación del reino de Noruega. Dijo que, dado el conflicto bélico que ocurre entre Rusia y Ucrania, es momento de “dar el ejemplo”.
También anunció que continuarán “las conversaciones, las coordinaciones y una agenda positiva entre el Gobierno de Estados Unidos” y Venezuela, luego de que la administración de Joe Biden confirmara que envió una delegación de alto nivel al país para conversar sobre seguridad energética, entre otras cosas.
Maduro, durante su alocución, señaló que el diálogo en México recibió “un duro golpe”, aunque consideraba apropiado que, “si pedimos diálogo para el resto del mundo tenemos que reactivar nuestro diálogo, así que vamos a un reformateo de nuestro diálogo, para hacerlo más amplio, más incluyente”.
HispanoPost intentó comunicarse con representantes de la oposición venezolana para conocer su opinión respecto a este inesperado anuncio y a la posibilidad de un eventual levantamiento de las sanciones aplicadas por Estados Unidos a funcionarios del oficialismo; sin embargo, la respuesta generalizada fue: “aún es muy pronto”, “debemos reunirnos”, “no hay opiniones por el momento”, “en su debido momento informaremos al país, la decisión”; entre comentarios similares.
Conveniencia geopolítica
Por su parte, el politólogo y coordinador del Centro Gumilla en el estado Lara, Piero Trepiccione, indicó que esta decisión de Maduro de retomar las conversaciones en la nación azteca podrían relacionarse a intereses geopolíticos. No solamente al levantamiento de las sanciones, sino también, al incremento de la producción petrolera nacional y asegurarse, nuevamente, un puesto importante en el mercado internacional del crudo.
Al preguntarle si veía factible el restablecimiento del diálogo en un corto plazo, pese a que desde el oficialismo se impusieron las barreras, dijo: “Esta es una oportunidad que se abre a raíz de lo que está sucediendo en Ucrania, es una cosa de circunstancias: ‘Se juntó el hambre con las ganas de comer’. Es decir, Estados Unidos y el mundo occidental tienen una necesidad de buscar fuentes alternativas de producción de petróleo, preparándose para las consecuencias que va a tener lo de Ucrania y el embargo de petróleo ruso. Además, Venezuela tiene la necesidad de incrementar su producción petrolera”.
Para Trepiccione, lo anterior es la razón por la se abre este espacio. «Básicamente, es un espacio de pragmatismo, más allá de cualquier consideración política, y habrá que esperar cómo evoluciona y a estadios de negociación que puede llevar esto. Por supuesto, la idea es que se debe retomar la agenda del diálogo, aunque obviamente habrá otras variantes por exigencias de la posición de Nicolás Maduro y del gobierno y de acuerdo con las necesidades de la Unión Europea (UE) como de Estados Unidos”.
Aunque Venezuela sigue atravesando por los mismos problemas que el año pasado, para el politólogo la estrategia de Maduro podría ir más allá de lo es comúnmente conocido. “Maduro, en este momento, tiene una posición de privilegio. Uno, por las circunstancias que vive la oposición venezolana por su dispersión, fragmentación o división, pero también por las circunstancias en relación con el conflicto bélico en Ucrania y el rol que está jugando la UE y los Estados Unidos, por una parte, y el rol que está jugando Rusia por otra; además del lazo geopolítico que existe entre Rusia y Venezuela y la posición privilegiada que tiene Venezuela en materia de reservas petroleras”.
Nuevas jugadas
Considera que podría tomarse en cuenta para las negociaciones la incorporación de “otros actores de la oposición venezolana, por demanda de esos propios actores, como de los gobernadores electos el pasado 21 de noviembre y también por exigencia de los propios representantes de Maduro. Habrá que ver qué cosas se pueden mover en ese sentido, de acuerdo cona las nuevas realidades”.
D acuerdo con el experto, dado “Estados Unidos, necesita urgentemente un proveedor de petróleo cercano y con las garantías que le permita suplir la producción rusa y todo el tema del alza de los precios a nivel internacional, el descalabro que esto pueda causar en el corto y mediano plazo, se pudiera ir a un levantamiento de las sanciones. Eevidentemente, puede haber una posibilidad, pero tiene que haber negociación y tiene que haber concesiones de parte y parte. Yo no asumiría con respecto a esto posiciones dogmáticas y creo que el gobierno de Estados Unidos en este momento tampoco lo haría, pero eso va a depender de los avances en la negociación”.
Para finalizar, el politólogo alegó que esta situación coloca a Maduro “en una posición óptima porque tiene una consolidación de su poder a lo interno del territorio venezolano y por esta dinámica geopolítica que se presenta con el tema del petróleo. Es decir, la necesidad de suplir el petróleo ruso, que es una producción por encima de los 5.000.000 de barriles por día y, además, está el tema de la dispersión o fragmentación de la oposición venezolana en estos momentos. Creo que no va a ser fácil por la posición de Maduro y la relación con Rusia, pero de por medio también hay un interés económico y a Venezuela le interesa sobremanera incrementar su producción petrolera y aprovechar todo este boom de precios en el mercado internacional para fortalecer los ingresos del Estado”.
Aseveró que Estados Unidos es pragmático y que «ahora hay que ver qué tan pragmático puede ser Nicolás Maduro, en estos momentos, para aprovechar de impulsar esa negociación conjunta”.