La 51 Conferencia Anual de Washington del Consejo de Las Américas tuvo a Venezuela, a su sector petrolero y el efecto de las sanciones como foco durante la interacción que se dio entre Gregory Meeks, presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos, y Walt Hufford, director de Gobierno y Asuntos Regulatorios de la empresa española Repsol en territorio norteamericano, indica el semanario Exclusivas Económicas.
“Vemos cómo se ha incrementado la situación de la crisis humanitaria y cómo diferentes organizaciones, entre ellas Naciones Unidas, han señalado que parte de esa situación se ha agravado. Vinculan con ese hecho la provisión de intercambios de crudo por diésel y los suministros con petróleo”, dijo Hufford, quien seguidamente preguntó al congresista: “¿Qué acciones podría tomar el gobierno de Estados Unidos para mitigar el impacto de esas medidas en la crisis humanitaria?”.
Agrega Exclusivas Económicas que esa interrogante le permitió a Meeks reiterar uno de los mensajes que se convirtió en titular en varios medios de comunicación: “Pareciera que Nicolás Maduro está abriendo una ventana de oportunidades”. Lo expresado por el representante de la Cámara Baja estadounidense, no obstante, tiene tres consideraciones:
- Una presunta corrección de lo que fue la política de máxima presión del presidente Donald Trump.
- Ser cauteloso con respecto a las señales que estaría enviando Nicolás Maduro.
- Critica a la oposición venezolana.
Sin embargo, recuerda el semanario, Meeks no respondió directamente a la petición de Hufford sobre los canjes de crudo por diésel que estuvieron vigentes hasta noviembre del año pasado y que permitieron a Petróleos de Venezuela (Pdvsa) cubrir el déficit de este combustible, pero sí le dijo: “Existe la posibilidad de echar para atrás algunas de las sanciones que han sido errores y que parecieran no estar funcionando en beneficio de las personas que viven y están sufriendo en Venezuela”.
Con respecto al mandatario venezolano Meeks agregó: “Quiero estar seguro de que Maduro está siendo serio en su compromiso”, y sobre el tercer punto tajantemente dijo: “Se trata también de atraer a la oposición, porque durante todo el tiempo que he estado involucrado en el caso de Venezuela no ha sido solo un problema con las administraciones de Chávez y Maduro, sino también lograr que la oposición trabaje de manera conjunta”.
En su intervención, Meeks recordó que tanto él como Maduro desde hace varios años han formado parte del Grupo de Boston, que es una iniciativa de diálogo parlamentario entre legisladores de Estados Unidos y Venezuela que se formó hace casi 20 años. “Soy miembro del Grupo de Boston y estoy orgulloso de que abran oportunidades para lograr compromisos en Venezuela y podamos trabajar juntos”, señaló.
A manera de recordatorio, el reporte señala que tanto Repsol como ENI han participado en intercambios o swap de crudo por diésel con Pdvsa como una forma de mantener el flujo de combustibles que requieren para sus actividades en Venezuela, pero se vieron obligadas a suspender estas transacciones el año pasado debido a los exhortos hechos por funcionarios de la administración Trump, que fueron interpretados como una advertencia de ser sancionadas si seguían facilitando este tipo de suministros a la estatal petrolera y, por consecuencia, a la administración de Maduro.
Las autoridades de Repsol han actuado apegadas a las decisiones del Departamento del Tesoro a través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) desde que se impusieron las sanciones contra Pdvsa, pero paralelamente –de acuerdo con lo que señalan fuentes del sector- han llevado adelante acciones de lobby con la intención de obtener una licencia que les permita restablecer los intercambios de combustible con la empresa venezolana, puntualiza Exclusivas Económicas.