Recientemente, se está hablando de una nueva orientación sexual que era desconocida hasta la actualidad. Se trata de la demisexualidad, que es cuando una persona solo siente atracción hacia otro individuo con quien, previamente, existe un vínculo emocional, íntimo y cercano.
Los especialistas en la materia explican que una persona demisexual desconoce el llamado “amor a primera vista”, porque suelen necesitar una conexión afectiva previa para sentirse atraídas hacia alguien más. Si no hay amor o un lazo afectivo que los une a esa otra persona, no hay atracción.
Pero cuidado con confundir los términos. A pesar de que ese lazo afectivo exista, no quiere decir que la persona demisexual se va a sentir atraída sexualmente por la otra. Podría, en tal caso, sentir atracción “sensual”, que se basa en acariciar, abrazar y mantener actividades sensoriales sin llegar al sexo. Las personas demisexuales que sí logran una atracción sexual con otra persona están propensas a sentir deseo, emoción o el impulso de estar cerca del ser querido y tener un encuentro íntimo.
Este lazo puede darse bien entre personas del mismo sexo, como parejas heterosexuales, y aunque muchas veces suelen asociar a las personas demisexuales con quienes son denominados como “asexuados”, las personas demisexuales no son propiamente asexuales.
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