Productores portugueseños estiman que el ciclo de siembra de girasoles 2023-2024 podría multiplicarse hasta 5 veces entre los meses de diciembre y enero. Así lo aseguró el ingeniero agrónomo y presidente de la Asociación de Productores de Portuguesa, Ramón Elías Bolotín.
«En el ciclo de verano 2022-2023 se sembraron 2.500 hectáreas, por lo que para este ciclo de 2023-2024 se debería multiplicar por 4 o 5 veces esa cantidad de siembra», sostuvo el también presidente de Oleaginosas de Fedeagro.
Resaltó que el fenómeno El Niño y la época de sequía no afectarán las condiciones para la siembra de girasoles en Venezuela. «Creo que el girasol va a crecer de una manera muy importante”, dijo.
Explicó que agronómicamente es un cultivo que se da bien en la época de verano, resiste la sequía y, sobre todo, “será una buena alternativa para este año que se pronostica (el fenómeno) El Niño y escasez de lluvias. El girasol se da bien en condiciones secas», dijo Bolotín.
A su juicio, el país cuenta con las condiciones adecuadas para la siembra, cultivo y comercialización de las semillas de girasoles para la extracción de aceite vegetal en el próximo verano.
«Su comercialización fue a través de la agricultura de contrato. No hubo ningún tipo de problema en el momento de la comercialización, se pagó a tiempo y se pagó al precio acordado», agregó el productor.
Es de la opinión que «el buen resultado agronómico del campo y el buen resultado de la comercialización van a hacer que el girasol regrese para quedarse y su producción en este nuevo ciclo de verano se multiplique por cuatro o por cinco».
El ingeniero agrónomo detalló que para este año la siembra de girasoles podría comenzar de manera «temprana», entre los meses de octubre y noviembre.
Extracción de aceite de girasol
El presidente de la Asociación de Productores de Portuguesa explicó que existen dos tipos de girasoles: ornamentales y el que se siembra en los llanos, de donde se extrae el aceite de girasol.
«El ornamental es el que se cultiva a pequeña escala en los Andes venezolanos, que es un girasol que sirve para hacer arreglos florales», mientras que «el girasol que se siembra en los llanos, en grandes extensiones de terreno, que puede llegar a 50 hectáreas, es un girasol que es para aceite», precisó Bolotín.
Comentó que la diferencia está en la semilla de la planta, que es donde se concentra el aceite en el caso de los girasoles que se siembran en los llanos venezolanos.
«A poco tiempo de haber sembrado, a los cinco días, la flor se llena de semillas. Esas semillas por su peso, están llenas de aceite, doblan la flor y ya la flor no es bonita, por lo que no vale la pena cortar estas flores porque a la media hora ya están marchitas», indicó.
Ecoturismo en Turén
Después de seis años, los campos de Venezuela se vistieron nuevamente de amarillo con la siembra de girasoles en el ciclo de diciembre de 2022 y enero de 2023. Se sembraron 2.500 hectáreas en el estado Portuguesa, principalmente en la población de Turén.
Un espectáculo a simple vista para los amantes de los paisajes naturales y un aliento para los agricultores venezolanos que vieron el renacer sus tierras.
«El girasol no solamente produce aceite, no solamente es comida para el cuerpo, también es comida para el alma. Esos campos floreados llenos de millones y millones de girasoles son un atractivo turístico que este año hizo explosión en Portuguesa», expresó Bolotín
Destacó que la entidad llanera tuvo visitantes de los estados Carabobo, Mérida, Aragua, Lara y Caracas, quienes fueron hasta Turén para poder observar y disfrutar el paisaje que brindan los girasoles.
«Gente que vino a pasar un día entre los girasoles, a hacer un picnic, sesión de fotografías. Incluso, de alguna manera se hicieron excursiones, busetas rentadas que venían y hacían lo que llaman full day con los girasoles», añadió.
Destacó que fue una buena experiencia tanto para los productores como para los turistas venezolanos.
«Los turistas también tuvieron un buen comportamiento en los campos de girasoles. Da satisfacción ver el respeto que tenían con las plantas de girasoles, que no se llevaban las flores (…) Había 500 personas en un lote y cuando se iban con la puesta del sol, que regresaban a sus hogares, se llevaban toda la basura que había», aseveró.
Para Bolotín, «ese comportamiento cívico de los turistas, de verdad que dejó una grata impresión entre los agricultores».
Ahora, «esperamos que para los meses de diciembre y enero tengamos otra vez esos campos de girasoles y los agricultores portugueseños aprovechemos esa reactivación del ecoturismo y agroturismo que tenemos en el estado», prosiguió.
Resaltó que el ecoturismo que genera la siembra de girasoles en Turén demuestra también «todos esos sacrificios y todo ese esfuerzo que hacemos los productores por mantenernos activos en esta actividad agrícola a pesar de tantos inconvenientes que tenemos».