Entre los numerosos anuncios que hizo NicoLás Maduro el 15 de enero en la presentación de la memoria y cuenta a la Asamblea Nacional electa en 2020, figuró el arranque en febrero de la Gran Misión Venezuela Joven.
La noticia no causó mella en el movimiento sindical independiente que ve la iniciativa como una promesa más en un año electoral.
«El gobierno nacional viene de fracaso en fracaso con el tema de las misiones – implantadas desde hace más de 20 años- porque ellas no han solucionado los problemas de la pobreza, la cual se profundiza cada vez más», sostuvo Dick Guanique, coordinador del Frente Autónomo de Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato.
El representante de Fadess precisó que en esta ocasión Maduro cayó en una redundancia al fundar una nueva misión para los jóvenes cuando desde junio de 2017 se aplica la Misión Chamba Juvenil.
Los últimos días circuló en las redes sociales la notificación del pago de la asignación de Chamba Juvenil por 202,50 bolívares a través del Sistema Patria.
Sobre el devenir de esta misión, Guanique destacó que ella se ha desdibujado, convirtiéndose en un instrumento proselitista que incorpora entre sus beneficiarios a adultos mayores, jubilados y pensionados, quienes son contratados para barrer las calles, entre otras bolsas de trabajo.
El dirigente refirió que estudios del mercado laboral revelan que la tasa de desempleo juvenil en Venezuela es de 26%, una de las más altas del mundo.
Esto se debe, explicó, a la falta de oportunidades de empleo en el sector productivo que opera a menos de 30% de su capacidad, además del cierre de empresas privadas.
Históricamente, en el mercado laboral venezolano ingresan entre 120.000 y 150.000 jóvenes entre 15 y 35 años de edad.
Pero está también la realidad del éxodo de muchos trabajadores buscando mejor calidad de vida en otras latitudes.
Guanique señaló que de los 8 millones de venezolanos que se han ido, 70% tiene entre 15 y 45 años, las edades más productivas.
«Estamos hablando de una gran fuga de cerebros pues del 70% de trabajadores mencionados, 80% es mano de obra calificada por su condición de profesionales, técnicos y experiencia previa laboral», advirtió.
Gobierno tras la captación de los jóvenes
El coordinador de Fadess indicó que el mensaje oficialista cada vez cala menos en la población, sumida en la pobreza por salarios de hambre, el desempleo y el trabajo precario de la informalidad.
Esta última, agregó, representa 56% de la población económicamente activa o fuerza de trabajo de 12 millones de trabajadores.
En este contexto, insistió el sindicalista, las misiones en general han perdido su imagen ante la población laboral que exige empleos y pensiones dignas con salario suficiente.
«El balance de las misiones en todos estos años es negativo por lo que el gobierno las recicla y les cambia el nombre para recuperar su popularidad e imagen», expresó.
Esta conducta recurrente, agregó Guanique, quedó demostrada el 15 de enero en lo que Maduro bautizó como «nueva generación de misiones».
En esta oportunidad, el primer mandatario anunció la Misión Igualdad y Justicia Social -destinada a la población más necesitada- y la Gran Misión Venezuela Joven.
Sobre esta última, Maduro explicó que su objetivo es generar empleos para que los jóvenes puedan conseguir trabajo.
Guanique resaltó que el llamado oficialista a los jóvenes también abarca la campaña publicitaria invitándolos a ingresar en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).