La crítica situación económica del país -con el incremento indetenible de la inflación, la constante devaluación monetaria y los bajos salarios- le resta celeridad a la aplicación de los mecanismos establecidos en la metodología de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para lograr la recuperacion rapida y sostenida del ingreso de los trabajadores, aseguraron dirigentes sindicales.
En este contexto, se celebró el foro Avances y Expectativas del Diálogo Social con la asistencia de la Organización Internacional del Trabajo, en la sede de la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela (Apucv) y organizado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP).
Los ponentes del foro fueron: Jaquelin Richter, profesora de la UCV; Luis Crespo, economista y vicepresidente de la Apucv; Humberto Villasmil, abogado laboralista jubilado de la OIT; Elías Torres, secretario general (E) de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV); y Marcela León, presidente de la Central Sindical Independiente (ASI).
Con el tiempo en contra
Marcela León alertó que la situación económica de los trabajadores venezolanos y sus familias es «insostenible debido a los actuales bajos sueldos de hambre».
La dirigente de ASI -quien participa en la mesa de negociación del foro social con el acompañamiento de la OIT- insistió en la búsqueda de una solución expedita y rápida al problema del bajo ingreso mientras se lleva adelante la discusión con los representantes del Gobierno de Nicolás Maduro y los empresarios privados (Fedecámaras y Fedeindustria) presentes en el diálogo social.
En esa dirección, ASI y la CTV lanzaron a comienzos de febrero la propuesta al Ejecutivo de implantar un salario de emergencia para recuperar algo del poder adquisitivo del ingreso de los trabajadores.
Actualmente, el ingreso promedio es de entre 30 y 40 dólares al mes en el sector público y de entre 60 y 70 dólares mensuales en la empresa privada.
León y José Elías Torres revelaron que hasta la fecha la administración de Maduro no ha dado respuesta al planteamiento sobre esa reposición salarial.
Ambos sindicalistas coincidieron en que -como otros conflictos laborales- la situación de los bajos salarios y otros incumplimientos del oficialismo a los convenios de la OIT deben resolverse en la mesa de negociación y con la movilización simultánea de los trabajadores en la calle por la defensa de los derechos laborales que se ha profundizado en todo el país desde enero.
Ambos dirigentes junto con el economista Luis Crespo -también participante en la mesa sobre diálogo social con presencia de la OIT- cuestionaron el alegato oficialista de que no hay recursos para aumentar el ingreso por culpa del bloqueo (sanciones económicas) del Gobierno de Estados Unidos.
Pese a todo, el diálogo social vale la pena
Crespo insistió en que el responsable de la precarización de la sociedad venezolana es el Gobierno chavista-madurista con sus política sociales y económicas desacertadas, causantes de la hiperinflación, devaluación monetaria y los bajos ingresos de los trabajadores.
El gremialista resaltó que el reto de «dónde estamos y hacia dónde vamos» enfrenta el problema de la información oficial opaca.
Por ejemplo, el Instituto Nacional de Estadística (INE) tiene años sin dar a conocer los índices de empleo y desempleo; así como el costo de la canasta alimentaria.
También hay inconsistencias e incongruencias entre los anuncios de logros económicos del gobierno y los datos reflejados en la página web del Banco Central de Venezuela (BCV).
«La información oficial oportuna y confiable es fundamental a la hora de fijar el salario mínimo y el sueldo medio», sostuvo Crespo.
Contó que en la mesa de negociación el Ejecutivo admitió que el presupuesto de la Nación 2023, el cual es Ley, a estas alturas es deficitario para cubrir el gasto de los aumentos salariales.
Humberto Villasmil, quien trabajó en la OIT durante 21 años, recordó el papel activo de Venezuela en la historia de la Organización fundada en 1919.
Resaltó que el movimiento sindical y profesionales expertos han impulsado las conquistas laborales en tiempos de democracia.
Sin embargo, la dictadura de Marcos Pérez Jiménez representó un retroceso al punto que ese Gobierno no dejó ingresar al país a la misión de la Comisión de Encuestas de la OIT en 1957.
Villasmil significó que esa máxima instancia de la OIT ha visitado en su historia 14 veces a países infractores de los convenios del organismo y dos de esas visitas corresponden a Venezuela.
En ese sentido, Richter resaltó que no es casualidad la visita de la Comisión de la OIT a finales de 2018, pues el Gobierno chavista-madurista se caracteriza por autoritario.
Un elemento importantísimo, agregó la abogada laboralista, es la violación del convenio 87 de la OIT sobre libertad sindical con dirigentes y trabajadores presos y/o bajo presentacion ante los tribunales.
Al respecto, Richter indicó que ha habido un cierto avance con la incorporación de la Fiscalía al diálogo social con el apoyo de la OIT para tratar esos casos.
Los ponentes manifestaron que, aunque no vaya tan rápido, el diálogo vale la pena como instrumento para reconquistar -además de la recuperación del salario- otros derechos laborales conculcados por el Gobierno como la contratación colectiva y la libertad de los sindicatos para tomar sus decisiones y elegir sus autoridades sin la intervención del Ejecutivo.