La Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos y a Afines (SVIAA) presentó este jueves, 14 de diciembre, una propuesta al Ejecutivo nacional. Se trata de un plan de desarrollo agroalimentario en el estado Guayana Esequiba para la producción de rubros como arroz y algodón.
«Considerando el anuncio que hubo ayer por parte del Poder Legislativo en la Asamblea Nacional, que iban a destinar 3,5% del presupuesto nacional aprobado para la Guayana Esequiba, nosotros propusimos un plan de desarrollo agroalimentario que involucra rubros como arroz y algodón», sostuvo Saúl López, presidente de la sociedad.
Enfatizó que el algodón es uno de los rubros que más genera empleos y arraigo en el territorio Esequibo «y si queremos realmente hacer vida en este territorio, la mejor vía siempre va a ser la agricultura, el desarrollo agroalimentario, porque allí ocurre un desarrollo territorial que va mucho más allá del tema meramente productivo».
López recalcó que para lograr este desarrollo agroalimentario en el territorio Esequibo es fundamental que primero el Estado venezolano genere seguridad jurídica para quienes apuesten a invertir en estas tierras.
Balance de la producción agroalimentaria en 2023
Durante una rueda de prensa, la SVIAA ofreció un balance de la producción agroalimentaria en el país al cierre del año 2023.
López detalló que los niveles de producción de maíz blanco y amarillo se recuperaron 35% en cuanto a superficie durante este año. «Pasamos de 250.000 hectáreas en 2022 a 350.000 hectáreas en 2023, con un incremento de 1.000 toneladas a 1.350 toneladas respectivamente», dijo.
Sin embargo, indicó que en términos de rentabilidad el maíz no fue positivo para los agricultores, debido al tema climático, con las fuertes precipitaciones y la fuerte radiación solar, lo que hizo que se disminuyeran los rendimientos.
En materia de precio, tanto para maíz blanco como maíz amarillo, los productores venezolanos también se vieron afectados por los precios internacionales y los precios alternos a la importación.
«Esto hizo que los productores obtuvieran menos ingresos este año en cuanto al cultivo del maíz y la previsión para 2024 es que pueda ser que haya menos superficie sembrada de maíz», alertó López.
En cuanto a la producción de arroz, se registró un crecimiento importante en los dos ciclos de siembra y cultivo.
«Pasamos de 87.000 hectáreas a 95.000 hectáreas de siembra de arroz. Por hectáreas de toneladas que se registraron, se mantuvo el mismo balance», expresó el presidente de la SVIAA.
Financiamiento para el sector agrícola debería mejorar en 2024
Para el año 2024, la SVIAA tiene expectativas de que pueda mejorar la situación actual de la cartera crediticia general del país y que baje el encaje legal que impide que haya aun mayor acceso al financiamiento.
«Si se disminuye (el encaje legal) va a ver una disponibilidad por lo menos de arrancada, haciéndolo de manera gradual, de unos 10.000 millones de dólares», aseveró López.
Asimismo, destacó que Venezuela en comparación con otros países de Latinoamérica, en materia de financiamiento por parte del Estado y las entidades bancarias, está completamente rezagada.
«Somos el país más bajo con créditos en Latinoamérica, seguido de Nicaragua con 3.000 millones de dólares. Y si vemos a nuestro vecino Colombia, 60.000 millones de dólares y acá es cada vez menos, menos combustible, menos energía eléctrica, menos tecnología y muchos factores que nos impiden que seamos más competitivos», afirmó.
Agrotecnología: normal en la estructura de costo
Por su parte, el presidente de la Asociación Venezolana de Agrotecnología (AVAT), José Augusto Linárez declaró que para subir los niveles de productividad y eficiencia en los campos venezolanos es fundamental la adopción de la tecnología.
«Queremos que en el paquete agrícola se adopte el tema de la tecnología como algo normal en la estructura de costos. La gran meta de AVAT para 2024 es la adopción de tecnología en todos los estados productivos del país y para ellos haremos un recorrido por todo el territorio», comentó.
Otro objetivo que tiene AVAT para el próximo año es lograr tener un mayor acercamiento con las universidades del país, con el propósito de desarrollar herramientas tecnológicas en materia agroalimentaria.