La compañía petrolera noruega Equinor y la francesa TotalEnergies abandonaron una empresa mixta clave en Venezuela: acordaron vender sus participaciones en el proyecto Petrocedeño de Venezuela, mientras que la española Repsol decidió continuar sus operaciones en el país.
Equinor y TotalEnergies vendieron sus participaciones a una unidad de Petróleos de Venezuela, que se convertirá en la única propietaria. En un comunicado, el Ministerio de Petróleo informó que la Corporación Venezolana de Petróleo, filial de Pdvsa, «asume el 100% de participación de la empresa Petrocedeño, después de un proceso de negociación sumamente exitoso con las empresas TotalEnergies y Equinor, que le otorga plena soberanía sobre esta empresa venezolana».
Agregó que en el marco de la Comisión Presidencial Alí Rodríguez Araque, «se inició un proceso de reactivación de la actividad petrolera en la faja petrolífera del Orinoco, que incluye como estrategia fundamental, la recuperación de todas las unidades del Mejorador de Petrocedeño, logrando la puesta en marcha de sus operaciones después de mucho tiempo de paralización. Este importante complejo será el eje central del desarrollo de esta importante cuenca petrolera, a través de la transformación de los hidrocarburos».
Las empresas Total Oil and Gas Venezuela y Equinor, «socios históricos de la industria petrolera venezolana, en el marco de la transformación de sus modelos de negocios a nivel global en el ámbito de la transición energética hacia el desarrollo de las energías limpias, siguen manifestado interés en nuestra industria de hidrocarburos y participar en otros negocios adaptados a su nuevo modelo energético», puntualizó el Ministerio de Petróleo.
TotalEnergies confirmó la transacción y dijo que significaría una pérdida de 1.38 mil millones de dólares para la empresa francesa. Equinor, por su parte, indicó que la transacción respalda su «estrategia corporativa para enfocar su cartera en áreas centrales internacionales y geografías priorizadas donde Equinor puede aprovechar sus ventajas competitivas».
La salida se produce cuando las sanciones impuestas por Estados Unidos a Venezuela complican la capacidad de las compañías petroleras occidentales para operar en el país. Total y Equinor tenían 30% y 10% en la empresa, respectivamente, que incluía un campo de crudo pesado en la faja petrolífera del Orinoco y un mejorador que convertía el crudo en grados exportables.
Petrocedeño produjo alrededor de 14.000 barriles por día (bpd) en mayo, según documentos internos de Pdvsa vistos por Reuters, mientras que las empresas conjuntas en la faja del Orinoco de propiedad parcial de Chevron y la CNPC de China produjeron cada una más de 50.000 bpd.
Esa fue también una fracción de los 100,000 bpd que produjo la empresa en 2017, según la Administración de Información de Energía de Estados Unidos, en línea con un colapso general de la producción de crudo de Pdvsa después de años de subinversión y falta de mantenimiento en el sector petrolero de la nación OPEP golpeada por la crisis.
Por su parte, la petrolera española Repsol en Venezuela informó este jueves que continúa adoptando las medidas necesarias para continuar su actividad en Venezuela con pleno respeto a la normativa internacional de sanciones aplicadas al gobierno de Nicolás Maduro.
En el informe de revisión limitada de estados financieros intermedios enviado este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la empresa señaló que está haciendo un seguimiento constante de la evolución de las sanciones impuestas por Estados Unidos y, por tanto, de los eventuales efectos que pudieran tener sobre dichas actividades.
Repsol agregó que en 2021 continúa la situación de inestabilidad política, la recesión económica y la inflación en Venezuela.
Añade que se ha producido una devaluación importante de la divisa venezolana frente al euro, sin impacto significativo en los estados financieros del grupo, dado que la moneda funcional de sus filiales en el país es principalmente el dólar estadounidense.
La petrolera española señala que si se mantiene la situación actual en el largo plazo o se produjesen nuevas modificaciones de las políticas de Estados Unidos, podrían verse afectadas las actividades de la compañía en Venezuela.
Finalmente, dijo que la exposición patrimonial de la compañía en el país se elevaba a 30 de junio de 2021 a 363 millones de euros, 13,4% más (43 millones) que a 31 de diciembre de 2020, que era de 320 millones de euros, e incluye fundamentalmente la financiación otorgada a sus empresas filiales venezolanas.
Con información de EFE y Reuters