Con 50,44% de los votos, Gustavo Petro fue electo presidente de Colombia. El triunfo del candidato del Pacto Histórico y representante de la izquierda, aunque era previsible, supone preocupación para los más de 1,8 millones de venezolanos que se encuentran ese país.
Una de las preguntas es qué pasará con aquellos venezolanos que han solicitado asilo o refugio en la nación neogranadina y aún no ha sido regularizada su situación o se mantienen a la espera de dicho proceso.
Pedro Urruchurtu, coordinador de Asuntos Internacionales de Vente Venezuela, explicó se trata de acuerdos que ya están en desarrollo y que no pueden ser revertidos.“El proyecto ejemplar que ha estado implementando el expresidente Iván Duque, único en la región que ha acogido a más de 1,8 millones de venezolanos, pretende regularizarlos en los próximos años para que puedan tener oportunidades de estar en Colombia por 10 años al menos».
Indicó que es un proceso acompañado por la comunidad internacional «y, difícilmente, un nuevo gobierno no puede de golpe acabar con eso y decir que ya no funciona, porque ahí hay fondos internacionales. Es un programa que ya está implementándose, difícilmente podrán ir contra esa política”.
Urruchurtu agregó que es muy probable que algunos migrantes sientan la necesidad de seguir movilizándose a otros países: “Queda ver cómo van a reaccionar los venezolanos, que seguramente van a buscar otros horizontes para irse dentro o fuera de la región. Eso podría significar una nueva ola de movilidad dentro de América Latina que podría irse a Ecuador o Uruguay, lo que significaría una nueva etapa en esta ola migratoria, porque la gente puede sentir que la llegada de Gustavo Petro a Colombia les puede hacer repetir lo que vivieron en Venezuela”.
Insistió en que no se trata de procesos que se puedan detener. “Por un lado, los procesos que están en marcha difícilmente se pueden detener, aunque sí podrían paralizarse para nuevos procesos. Sí podría darse una política de colaboración con el régimen venezolano para que los venezolanos regresen, los deporten o algo por el estilo, pero no hay que olvidar que tenemos una frontera de más de 2.200 kilómetros que es tremendamente porosa y que probablemente Colombia siga siendo el puente para el tránsito de venezolanos, que capaz ya no se quedarán ahí, sino que seguramente buscarán otros destinos”.
Asimismo, el politólogo y coordinador del Centro Gumilla en el estado Lara, Piero Trepiccione, considera que este triunfo sí podría beneficiar a los migrantes y refugiados venezolanos. «Con la reapertura de la frontera y con un mayor pragmatismo en las relaciones bilaterales, los migrantes venezolanos y sus familiares pueden ganar en medidas concretas que faciliten su cotidianidad a ambos lados de la frontera».
Aseguró que pudiera darse una situación «que reverse todas las dificultades que ha habido en el pasado, independientemente de las diferencias políticas que van a seguir existiendo entre ambos gobiernos por más que haya algunas afinidades ideológicas. Creo que los migrantes venezolanos pudieran salir altamente beneficiados de esta nueva realidad de geopolítica andina».
¿Estados Unidos pierde poder?
A juicio del consultor político Raniero Cassoni el triunfo de la izquierda es un debilitamiento de Estados Unidos en la geopolítica latinoamericana: “Se debilita la presencia de influencia de Estados Unidos en la región. Colombia y Chile eran un bastión porque no habían dejado pasar a la izquierda radical. Hay que ver las acciones de Petro con respecto a eso, pero en medio de un conflicto bélico en Europa a Colombia no le conviene romper relaciones con Estados Unidos”.considera que “la reconfiguración regional significaría una gran ayuda» para la administración de Nicolás Maduro «luego de la política de máxima presión que se venía implementando».
Urruchurtu considera que “la reconfiguración regional significaría una gran ayuda» para la administración de Nicolás Maduro «luego de la política de máxima presión que se venía implementando».
Aseguró que el panorama político cambia para favorecerle y eso se traduce en estabilidad para el régimen, pero más miseria y dolor para los venezolanos. «En la medida en que el régimen imponga una narrativa de normalización y un supuesto viraje en lo económico y lo político para hacerse ver menos autoritario y criminal, y el mundo se lo compre, pues los venezolanos quedaremos cada vez más solos”.
En lo que respecta al posicionamiento de nuevos aliados señaló que «se debilita la influencia de Estados Unidos no solo porque ya va en retroceso en América Latina, sino en el mundo entero y porque además estamos viendo un momento en el que la propia política que venía implementando Estados Unidos hacia Venezuela se están revisando. Al punto de preferir conversar con el régimen, reconocerle y eso, obviamente, envía un mensaje al resto de la región. Eso también podría significar el fortalecimiento de otros aliados no convencionales como Rusia, China, Irán, Turquía y Cuba. Icluso, en América Latina, ahora en Colombia con mucha más presencia”.
Trepiccione, por otra parte, consideró que las relaciones entre Colombia y Estados Unidos son importantes y necesarias para la economía de los colombianos: «La complementariedad económica entre Colombia y Estados Unidos no se puede romper fácilmente. No creo que Gustavo Petro vaya a mediar en esa dirección, sabe que eso podría afectar gravemente la economía colombiana. Creo que él quiere apuntalar más el desarrollo económico para poder resolver con mayor rapidez los problemas sociales en el país. Probablemente Colombia se abra a otros mercados y otras posibilidades de alianzas geopolíticas, privilegiando el tema económico».
Petro como salvavidas de Maduro
Cassoni explicó que, ante los resultados electorales, “el gobierno de Maduro no queda tan mal porque tiene un aliado que lo va a respaldar. En el caso de (Juan) Guaidó se pierde una plaza más que lo apoyaba y habría que ver cuáles van a ser las medidas que tome el nuevo gobierno. Probablemente se restablezcan las relaciones consulares y comience a limitarse el tránsito de venezolanos a Colombia, por lo menos no con la misma libertad y el apoyo del gobierno de Duque”.
“Creo que más que un respiro para Maduro es una gran bocanada de oxígeno, donde no solo Petro gana sino que tiene el apoyo de Boric en Chile, Castillo en Perú y Zelaya en Honduras. Dfinitivamente, hay un péndulo en América Latina que le da un nuevo posicionamiento a Nicolás Maduro de cara al proceso electoral de 2024. Esto significa también un restablecimiento de las relaciones económicas, sin hablar que la gran debilidad serán las guerrillas y hay que ver el comportamiento de las guerrillas”, apuntó.
No obstante, para Urruchurtu la situación de Venezuela “sigue siendo un gran enigma, porque todos sabemos que el régimen venezolano está buscando legitimidad, fuentes de reconocimiento y desde luego la llegada de Petro a la Casa de Nariño significa un nuevo aliado. Un aliado, además, que no es poca cosa, que es el vecino principal».
Eso, a su juicio, «representa un gran riesgo no solo para los colombianos y los venezolanos, sino para toda la región tomando en cuenta todas las dinámicas criminales que tienen lugar en nuestro territorio y pueden expandirse si esas fuerzas se fortalecen en Colombia, lo cual representa una amenaza para la seguridad del hemisferio”.
Dijo que este triunfo de Petro también podría profundizar la incertidumbre en la región. “Esto ocurre cuando hay mucha incertidumbre en la región, donde la izquierda pareciera estar tomando forma, pero donde ya esto no es solo un proyecto ideológico, sino que es un proyecto de toma de poder por las diferentes vías y además que supone la unión entre crimen y poder, lo cual es muy perverso y peligroso».
Aseguró que eso «debilita el apoyo a las fuerzas democráticas venezolanas y supone una nueva etapa que seguramente estaremos viendo en las próximas semanas, como el reconocimiento al régimen venezolano. Incluso, eventualmente, la invitación a la toma de posesión de Gustavo Petro”.
“Obviamente para Maduro es un respiro, después de años de tensiones con Colombia. Llega alguien que va a distender y que incluso le va a tender la mano al régimen venezolano, lo cual podrá significar no solo la visita eventual de Maduro a Colombia, sino relaciones a todo nivel, en un contexto donde el propio Estados Unidos está buscando conversar con el régimen”, sostuvo.
Trepiccione aseguró que muy seguramente Venezuela seguirá siendo tema de conversación en la región, pero pese a las afinidades es probable que se mantenga un discurso crítico contra las políticas de Maduro: «Efectivamente, la región está haciendo un giro político hacia la izquierda. No es un giro político que está apuntalando gobernantes que tienen cierta uniformidad ideológica. En ese sentido, Venezuela sigue siendo un tema de discusión y preocupación en la región, por el tema de migratorio. De hecho, Gabriel Boric ha sido muy crítico con el modelo venezolano y el propio Petro marcó ciertas distancias con el modelo venezolano».